La reelección es ilegal
El aeropuerto Toncontín que sirve a la ciudad capital de Honduras desde la ciudad de Comayagüela, ha venido de nuevo y en dos o tres ocasiones creo, a estar en boga y en boca de especialistas y personas que reflejan sus buenas intenciones y empatía por la ciudad en que nacimos.
A mí me gustaría saber quién es o quiénes son el o las personas que le han agarrado “tirria” al aeropuerto, algunos famosos que han intervenido por radio y televisión se han referido también a que hay un fuerte interés económico de por medio, lo que también sería de sumo interés conocer. El Aeropuerto Internacional de Toncontín ha demostrado en los momentos más difíciles para la ciudad y para el país, su capacidad para recibir y despachar miles y miles de vuelos sin novedad alguna. Toncontín fue construido en el lugar conocido como Llanos del Potrero allá por los años 30s, para esa época en ese aeropuerto hoy vilipendiado aterrizó el famoso aviador Charles Lindbergh, desde luego que en aquellas épocas las operaciones de despegue y aterrizaje no constituían ningún problema y, desgraciadamente como en otras actividades de Honduras, no hubo quién visualizara el desarrollo potencial de la aviación.
El aeropuerto de Toncontín es histórico y no debe desaparecer, el Congreso Nacional debería emitir un decreto declarándolo Monumento Nacional. He conocido de todos los accidentes que se sucedieron sobre la pista del aeropuerto y a todos se les catalogó como “error de piloto”. El mayor problema lo constituye la aproximación a la pista por el costado sur de la misma, por el lado norte la aproximación es normal en cualquier aeropuerto, pero los vientos en la capital provienen del norte, lo que no permite que los aterrizajes se hagan siempre de sur a norte. Desde los años 80s y 90s se amplió una buena cantidad de metros a la pista y la aproximación hacia el lado sur, pero, (aquí está el pero) otra vez por la falta de visión, o mucha visión al tilín tilín, se construyó el anillo periférico precisamente en la línea de aproximación en lugar de haberlo diseñado para que pasara por lo menos a 30 metros abajo de su ubicación actual. Desde que viene la controversia y si hubieran dejado equipo de construcción en esa zona ya se hubiera solucionado el problema de aproximación al querido aeropuerto de Toncontín. La terminal es aceptable, sé que los sistemas de ayuda para la aeronavegación están actualizados y certificados por la Federal Aviation Agency (FAA).
Héctor Francisco Bulnes
Comayagüela, M.D.C.
