Polémica por retorno semipresencial a clases
Para mantener la cantidad de matrícula y la inclusión de al menos dos millones de educandos a nivel nacional, las autoridades de la Secretaría de Educación, oficializaron desde el pasado 1 marzo el año lectivo 2021, sin tener del todo claro las modalidades de enseñanza-aprendizaje a seguir.
Las autoridades de Educación informaron la semana pasada que las comunidades con la autorización del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), a nivel local podrán tomar la decisión de habilitar la modalidad semipresencial en centros educativos.
Según la circular, se determina que los centros educativos con las autoridades locales, van a tomar la responsabilidad de acuerdo con las condiciones de sus estudiantes, centros educativos y las comunidades.
Pese a los niveles de alto contagio a nivel nacional, la determinación se realiza con el objetivo de evitar mayor deserción escolar, por lo que las autoridades, encabezadas por el ministro de Educación, Arnaldo Bueso, se desplazan por algunas zonas del país, entregando tabletas y libros.
CONTAGIO
El dirigente del Primer Colegio Profesional Hondureño de Maestros (Pricphma), José Bueso, dijo que “nosotros somos una organización responsable y sabemos la situación que se está viviendo, no podemos exponer a los docentes, muchos tienen enfermedades de base a los mismos estudiantes y padres de familia”.
“Sabemos que una vez que se presenten a los centros educativos estos se van a convertir en centros de contagio de la COVID-19, como Primer Colegio no estamos de acuerdo en volver a las clases semipresenciales, porque la realidad es otra y hacemos el llamado a todos aquellos que andan con voces disonantes porque no se puede volver a clases”, advirtió.
“Estamos a la expectativa y creemos que el gobierno ha mencionado que va a destinar recursos para poder darles la cobertura necesaria a todos los estudiantes, hemos hecho exigencias y planteamientos para que a todos en un 100 por ciento se les pueda dar, el recurso tecnológico (para clases), si se invierte bien el dinero va a sobrar”, indicó Bueso.
El dirigente del Pricphma, Onán Cálix, destacó que, “el año escolar arrancó en condiciones, iguales o peores que las del año pasado porque la Secretaría de Educación no se preocupó en invertir en tecnología educativa, tanto así que hoy con los niños y las niñas los padres de familia son los que nuevamente van a costearse el internet y los aparatos electrónicos”.
“No se mandaron a imprimir los libros de texto para los estudiantes del área rural, todavía salen diciendo que solo se van a dar dos gigabytes de internet, donde solo al ver un video ahí se terminó y eso es dos gigabytes al mes, entonces nosotros lamentamos esta situación por parte de la Secretaría de Educación”.
Cálix, detalló que en algunos centros educativos desarrollan la estrategia de traer por ciclos a los padres de familia, sin embargo, “las clases no van a ser presenciales, ni semipresenciales, sino que van a ser estrictamente virtuales, y los padres de familia vendrán en algún momento a recibir información sobre algunas dudas que tengan del proceso de enseñanza”.
ESTRATEGIA DIFERENCIADA
De igual manera, el dirigente magisterial, Daniel Esponda, indicó que “no sabemos por qué no han ejecutado el decreto Casaña, donde contempla el desarrollo de clases a través de la televisión, cartillas de autoformación e internet”.
“Nos quieren dar atol con el dedo con unas tabletas que no van a llegar a atender toda la necesidad, el punto medular es que si tuviéramos una plataforma virtual, de acceso libre y gratuito en la Secretaría de Educación podríamos tener conectados un poco más del 85 por ciento de la población estudiantil”, señaló.
Esponda explicó que “eso nos permitiría tener una estrategia diferenciada, para el 15 por ciento restante que son los cuadernillos de formación y las clases a través de los otros mecanismos, realmente hay una ausencia de liderazgo académico a través de la Secretaría y no podemos permitir como pueblo que nos sigan engañando”.
Según el dirigente, previo a la pandemia se tenían medio millón de hondureños en edad escolar excluidos del sistema y al finalizar el 2020, se estima que dos de cada tres niños en edad escolar quedaron excluidos y muchos padres hicieron el esfuerzo, pero en gran parte de la población no se cuentan con los recursos necesarios para pagar el acceso a internet. (KSA)
