Rigoberto Díaz Estrada
Mi hermano el abogado Raúl Edgardo Estrada Q.D.D.G., nació en 1923 en Tocoa, Colón, junto a María Elvira pasó su niñez con su madre doña Julia, le tocó muy dura la vida, iba a la escuela y a la calle a vender productos alimenticios que su madre hacía, esto le formó su carácter y le motivó a tener ese espíritu beligerante y de superación que lo caracterizó siempre.
Nuestro padre, don David lo trajo al hogar que formó con doña Amada y se crió con sus hermanos: Alicia, David, Orlando, Silvia, Rina y Nelly.
Selma y yo llegamos después cuando nuestro padre se casó con nuestra madre María Antonia y fuimos los consentidos de nuestros hermanos mayores.
Raúl luego de graduarse de maestro de Educación Primaria se fue a Tocoa a trabajar en su profesión, pero sus inclinaciones políticas pronto lo meterían en problemas. Organizó el Partido Liberal en el Departamento de Colón y esta era una falta grave en tiempos del Gral. Carías que podría haberle costado la vida.
El comandante de armas de Carías en esa región era el Gral. Sanabria, quien mantenía el orden en esa zona con mano de hierro y no toleraría un movimiento liberal.
Para suerte de Raúl, el Gral. Sanabria y mi padre eran amigos y le pidió que por favor le quitara ese muchacho que le generaba problemas.
El mensaje fue claro y así lo entendió mi padre, fue a traer a Raúl y lo trasladó a Tela donde se desempeñó como maestro de escuela de la compañía bananera.
En este lugar se destacó como un gran líder del Partido Liberal y además como un gran dirigente obrero y durante la gran huelga de 1954 fue el secretario general de la directiva que organizó dicha huelga y que al final triunfó.
Por estos hechos y haber acompañado al Dr. Ramón Villeda Morales en su campaña política, al llegar este a la Presidencia de la República lo nombró director general de Previsión Social en el Ministerio del Trabajo.
Al trasladarse Raúl a Tegucigalpa con su familia se inscribe en la UNAH en la carrera de Derecho y en el año del golpe de Estado del 63 obtiene su título de licenciado en Derecho y posteriormente abogado y Notario.
Su vida profesional la dedicó a defender a los trabajadores en el campo del Derecho Laboral.
Su deseo de superación lo llevó a triunfar en la vida y dejarles un gran legado a sus hijos.
Conmigo siempre fue especial, cariñoso y protector.
Cuando me gradué de bachiller en ciencias y letras en el Instituto Central de Tegucigalpa, el traje de graduación que fue el primero que tuve en mi vida, me lo regaló Raúl.
Como maestro que era, valoraba mucho el esfuerzo académico y ese año 1966, en esa graduación yo salí en el cuadro de Honor, entre los 10 mejores alumnos del Instituto Central, el mejor y el más grande de Honduras en ese momento.
Raúl estaba muy orgulloso y me llevó junto con sus amigos a departir alegremente.
Ahora que veo esta foto me hace recordar su memoria y me trae al mismo tiempo recuerdos de él y la admiración y agradecimiento que siempre le tuve, estoy seguro que estará orgulloso de todos sus hijos que al igual que él son triunfadores en la vida y padres ejemplares.
Misión cumplida Raúl.
San Pedro Sula, 28 de enero del 2021
