Condiciones del suelo agrícola

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15 de mayo de 2021
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12:50 am
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Condiciones del suelo agrícola

El suelo, cualquiera que sea el cultivo comienza con la limpieza.

Las características del suelo determinan cómo afectará el crecimiento de las plantas. Esta relación entre planta-suelo-agua-aire, es muy importante. Para asegurarnos el óptimo desarrollo de las plantas, lo primero, antes de comenzar a sembrar, es revisar las condiciones del suelo. Este debe tener terrones que permitan el paso del aire, formando lo que se conoce como macroporos, esto facilita a las raíces dentro del suelo recibir oxígeno.

Es por tal razón la limpieza del suelo para cualquier cultivo determinante. Es necesario quitar las malas hierbas. Esta operación se puede hacer con la azada, pero es más eficiente si sacamos la maleza con la mano, el tiempo que se invierte es casi el mismo en ambos casos. El segundo método es más eficiente puesto que eliminará las raíces y será más difícil que vuelvan a proliferar. Se debe comenzar por regar el suelo abundantemente y, al día siguiente, con el suelo húmedo, arrancar las malas hierbas con la mano.

La preparación del suelo permite brindar las condiciones óptimas para el crecimiento y desarrollo de la planta, formando una estructura granular que permite el almacenamiento y absorción de agua y una rápida descomposición de materia orgánica, aumentando la porosidad del suelo para lograr un buen desarrollo del sistema radical de las plantas, esto hace que las plantas tengan la facilidad de profundizar sus raíces.

Suelos sanos, buenas cosechas.

La labranza incorrecta del suelo acelera rápidamente su degradación (compactación, erosión, pérdida de estructura). La pérdida de la estructura de suelo afecta principalmente en la formación de capas impermeables en la superficie como en el interior de la capa, esto hace que la tasa de infiltración disminuya y la de escorrentía aumente.

Los cultivos requieren de condiciones adecuadas del suelo para su desarrollo, entre ellas está una buena aireación. Los poros del suelo contienen una mezcla de agua y de gases que constituyen la atmósfera del suelo. Las raíces y microorganismos necesitan oxígeno para su desarrollo, el que aprovechan en la atmósfera del suelo para sus procesos metabólicos, produciendo con esto dióxido de carbono (CO2), como subproducto de sus procesos.

Así, cuando la concentración de CO2 se vuelve mayor en la atmósfera del suelo, que en el aire libre, es necesario dejarlo salir para que pueda ingresar más oxígeno al suelo, lo cual se puede conseguir a través de espacio poroso, esto se logra realizando una buena preparación de suelo.

En la mayoría de los casos, la siembra directa implica una operación de raleo para obtener la densidad de siembra correcta para cada cultivo.

Frutos sanos.

Siembra

Existen dos métodos de siembra mayormente utilizados: siembra directa e indirecta. Siembra directa: es aquella en la cual la semilla se coloca directamente en lugar definitivo de siembra. Este tipo de siembra es aplicable a los siguientes casos: Cuando se requiere una densidad final de plantas muy alta. Recomendable usarla con semillas de tamaño grande, que a la vez favorezca la siembra mecánica.

En cultivos que tengan un desarrollo inicial rápido y vigoroso. En cultivos cuya cosecha a utilizar es la raíz.

Siembra indirecta: consiste en pasar a una planta de un medio a otro, el cual se llama trasplante, debe hacerse con el máximo cuidado de la planta, para lo que se recomienda una poda de preparación, una mínima exposición del sistema radicular, seguida de un riego inmediato.

La fase final de la producción de plántula está identificada en el tiempo de trasplante de acuerdo a la fecha o calendario, la otra por medio del tamaño que presenta la plántula y el número de hojas verdaderas. De acuerdo al calendario tenemos cultivos como: tomate, lechuga, berenjena que está entre 19 a 25 días; chile dulce 30 días; melón, maíz dulce, zapallo, pipián, pepino, en 12 a 25 días.

Con relación al tamaño, la plántula está lista cuando tiene entre 10 a 12 centímetros o cuando ya tienen de 2 a 3 hojas verdaderas.

Antes de sembrar hay que quitar las malas hierbas.

Importancia de la preparación
• Aireación del suelo
• Roturación de partículas
• Incorporación de residuos
• Control de malezas
• Facilita la siembra
• Mejor desarrollo radicular.

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