Hacia nuevo paradigma educativo
Por: Noé Pineda Portillo
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Ya sabemos que cuando hablamos de canícula, estamos hablando del veranillo o temporada estival a mediados de año entre julio y agosto; y vaguada es un fenómeno atmosférico u ola gigante de gran magnitud en el mar. Todos los años se suceden vaguadas en nuestros mares tropicales. En cambio, la canícula o veranillo, solo sucede a mitad de año.
Es muy importante tomar precaución con los fenómenos naturales durante las diferentes estaciones meteorológicas, pues sino puede causar estragos desagradables que es muy difícil contenerlos, por eso dice el dicho popular: más vale ser precavido que lamentarse después, o bien, hombre precavido vale por dos”.
Por ejemplo, se anuncia que “una vaguada dejará lluvias por el norte y centro de Honduras”. Estos son anuncios que nos brinda el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El desplazamiento de una vaguada por el territorio hondureño dejará abundante nubosidad y precipitaciones, especialmente en las zonas montañosas del país”. Sin embargo, en las regiones como el Valle de Sula (San Pedro Sula) y el litoral caribeño, se esperan hasta 10 Mm. de lluvia, cielo nublado y posible actividad eléctrica.
No obstante, se pronostica descenso de lluvias, por acción de la canícula o veranillo de medio año. La canícula, por lo general, se extiende desde mediados de julio hasta mediados de agosto, así que ya estamos llegando y es cuando debemos tomar precauciones y mucho más cuando pase la canícula a finales de agosto y septiembre, cuando las lluvias sean más abundantes. Pues es cuando tenemos la temporada de huracanes.
Se calcula que en Centroamérica y México, la canícula se inicia el 22 de julio y termine el 22 de agosto. Aunque en otros casos esta situación puede cambiar hasta prolongarse unos diez días más de los previstos, dadas las altas temperaturas a mitad de la estación canicular.
Dadas las temperaturas variantes de la canícula, se dan algunas recomendaciones principales. Una de las principales es hacer uso racional del agua que consumimos o usamos a diario, pues a la falta de lluvias y aumento de temperaturas, la salud se nos complica. Del mismo modo, así como usamos protección para la deshidratación solar, la población deberá usar protección solar para evitar cualquier daño para la piel, evitar exposición al sol en horas del mediodía, y usar sombrillas, gorras, sombreros y lentes de sol que ayuden a la protección.
También se recomienda mantener las casas ventiladas con motivo que refresquen los espacios y se pueda regular la temperatura. Para cumplir este objetivo se puede recurrir a mantener las ventanas abiertas o a colgar cortinas que eviten el paso de los rayos solares; usar ropa de cama y sábanas ligeras, entre otras. Con el objetivo de cuidar el agua se solicita que las personas tomen duchas rápidas con agua corriente.
