PATEANDO LA LATA

ZV
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26 de julio de 2021
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12:50 am
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PATEANDO LA LATA

NO hubo nueva ley para las primarias. Tuvo el CNE que hacer convocatoria y realizarlas con la vieja, interpretando y adivinando de los remiendos que, como bultos que se arreglan en el camino, fueron sacando los diputados. Aún así, con todos los inconvenientes y atrasos –tampoco les daba presupuesto– debiendo sacar apresuradamente listados adicionales para resolver el enredo domiciliario de la nueva base registral. Impedido de sesionar –a la hora cero– debido al contagio de uno de los concejales y los suplentes y la renuencia de diputados a solucionar el vacío que dejaron en los decretos parches que emitieron. Contra viento y marea, lograron sacar comicios exitosos. Como de costumbre políticos perdedores –a los que les dieron credenciales en blanco con declaración jurada de hacer buen uso de ellas– sin aportar ninguna incidencia de sus delegados en las mesas ni prueba fehaciente de fraude o irregularidad montaron vocinglera batería de descredito al proceso, como mentiroso subterfugio de su fracaso.

Ahora, de cara a las generales, tarde sacan la ley que debió estar lista meses atrás. Llena de “bonitos” –como lista navideña– para usar tecnología y dizque transparentar el proceso. Sin embargo, para cubrir costos de la mercadería exigida en la ley, no asignan presupuesto. Como la ley sale tan tarde, el CNE no tiene manera de licitar las compras. Pregunta al Ejecutivo si pueden emitir un decreto de emergencia. La ONCAE responde que no tienen facultades. “Solo la presidencia y las alcaldías, por decreto”. Recurren al Congreso Nacional en procura de un procedimiento especial para adquirir los “bonitos tecnológicos” y el presupuesto, como respaldo para iniciar el proceso de adquisiciones, que garantice van a contar con los fondos y no los dejen ensartados silbando en la loma. No pueden recurrir –como indican quienes no quieren resolver– a los fondos asignados para otros menesteres del proceso electoral, porque ese es pisto aparte. Aquí nada se resuelve hasta que hace crisis. Siguen pateando la lata poniendo en peligro el calendario electoral. Va el CNE a una audiencia al Legislativo. Les piden un simulacro del día de la elección. La presentan en “Power Point”. Pero no, así como hacen brujería legislando esperan magia. Los dictaminadores no están a gusto porque quieren una simulación –a los políticos les encantan las simulaciones y el error del CNE fue no llevar al Sisimite que es técnico simulador– de chunches que ni siquiera se sabe como operan porque no los han comprado todavía. Señala el oficialismo –como se trata de mujeres que quieren adecentar lo que ha sido sucio–, que son “inexpertas”, ya que allí ocupan los mismos machos de antes que han hecho micos y pericos de procesos electorales anteriores.

Ah, –se imaginan quienes las usan– “un tabletazo”. Ofensa para concejales honorables quienes explican que lo actuado en el CNE ha sido por unanimidad y que las “tablets” una vez que cumplan su función electoral van a donarse a las escuelas dotando de lo que nunca pudieron tener los cipotes en el campo para recibir clases virtuales. Además, entre más sigan pateando la lata, menos la posibilidad de obtener mercancía útil a precios cómodos, porque menos oferentes van a haber disputándose la compra. Un presupuesto es tentativo. Si las compras salen menos caras, no se gastan los fondos. Pero no solo eso. Sino que en decretos que deben ser únicamente para asignar recursos y nada más y dotar de un procedimiento especial para las compras –así como en una ley secundaria interpretaron la Constitución– el oficialismo insiste en la travesura. Pretende reformar de antojos la Ley Electoral recién emitida. Vía un decreto de fin específico y exclusivo para asignar fondos y autorizar la urgencia, improcedente en la práctica jurídica, para semejante despropósito. Incluyen una disposición “candado”. Para que solo quien preside –buen concejal y competente, pero además representante del PN con línea partidaria– pueda cantar los resultados mientras las consejeras mujeres deben permanecer mudas, siendo ese un cuerpo colegiado. Amenazadas con cárcel si dicen “pío”, de presentarse alguna inaceptable incongruencia. Pues ¿qué creen que sucedió? Lo insospechado. Que las aguerridas mujeres –a las que ahora endilgan de “confrontativas” ya que aparte de mudas las quisieran dóciles– no son nada dejadas. Se fueron a los foros y periódicos a defender su integridad personal y profesional. Y más allá, a defender al país, abogando por la integridad, limpieza y la confianza ciudadana en las elecciones. Y qué bien que lo hayan hecho, si para cuidar los altos intereses de Honduras se tiene que confrontar la política vernácula; en batalla que tienen ganada en la opinión pública. Contrarreloj, vencidos los plazos perentorios para cumplir el calendario electoral –una lucecita– asoma el presidente del Congreso Nacional –gestor de otros consensos– de su convalecencia y se reincorpora a sus labores. Avisen si ocupan la mediación del Sisimite, porque si no se apuran, elecciones van a haber, pero quién sabe qué tipo de elecciones.

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