PENSADORES DE IMÁGENES

MA
/
27 de julio de 2021
/
12:46 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
PENSADORES DE IMÁGENES

Somos seres visuales… según algunos estudiosos del cerebro humano, el 90% de toda la información que llega a nuestro cerebro es de tipo visual. Afirman las investigaciones que retenemos un 10% de la información que oímos, un 20% de la que leemos, pero hasta un 80% de la que vemos. Esta naturaleza peculiar, es la razón por la cual los primeros regalos emotivos de los niños siempre son dibujos, pues antes de las palabras y el lenguaje, su comunicación es por medio de las imágenes.

A veces me pregunto por qué olvidamos cosas tan sencillas como estas… en ocasiones lo mas obvio y fácil, es lo que resolvería nuestros conflictos de grueso calibre. Sobre todo, en temas de educación, el usar imágenes es un recurso valiosísimo. Estaba viendo un documental de personas extraordinarias a las que les daban unos minutos para aprender cientos de números en un determinado orden; luego ellos tenían que recitarlos de memoria. Una joven fue la ganadora contundente. Cuando le preguntaron cómo lo hacía, dijo que no se trataba de poseer una super memoria, sino de un truco: ella relacionaba los números con imágenes, entonces, por ejemplo, si ella pensaba en el numero 100 como un tren, el 88 como pinocho y el 34 como un pato, entonces cuando ella miraba 1008834 su mente miraba a un tren llevando a pinocho cargando a un pato… cuando le tocaba recitar el número, en realidad no pensaba en los números en sí, sino más bien en las imágenes en su mente… podía hacer largas historias con este método y así ganaba sus competencias de memorizar cientos de números sin equivocarse.

Les voy a contar algo que a mí me sucedió: cuando mi segunda hija entró a Pre-Kínder, ella era una niña en extremo platicadora y comunicativa, pero eso le trajo aparejado un problema: se distraía mucho y no ponía atención a lo que la maestra enseñaba. Muchas veces me mandaron a informar lo que estaba pasando, pero siendo muy honesta, yo le restaba importancia porque ella estaba muy pequeña y yo entendía que era un problema de madurez más que de otra cosa, así que no quería estresar a mi “criaturita acabadita de nacer”.

Un día, cuando ya solo faltaban un par de semanas para finalizar el año escolar, me mandaron una nota muy seria; decía que si mi hija no aprendía las letras del abecedario, las figuras geométricas y los números en una semana ¡corría el riesgo de repetir el año! ¡a mí nadie me había dicho que un niño podía reprobar Pre- Kínder! ¡Según yo, solo iban a jugar y a pasar el rato! Allí sí que me preocupé y comencé a quebrarme la cabeza por cómo podría enseñarle en siete días, lo que no aprendió en un año entero. Bueno, ideé un método: separé el abecedario en partes; cada día le enseñaba una parte, lo hacía con dibujos e historias para cada letra: la “S” por ejemplo, era una serpiente, yo se la dibujaba y le sacaba la lengua bífida y le decía que ella le hacía: “ssssssss” le jugaba bromas acerca del asunto y le contaba historias. Hice también un juego de piezas de colores con las figuras geométricas y los números, con él, jugábamos todas las tardes. Para no hacerles largo el cuento, mi niña aprendió todo lo solicitado en una semana.

Más de Sociedad
Lo Más Visto