Eritropoyetina

MA
/
3 de agosto de 2021
/
12:47 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Eritropoyetina

Adiós 2020

Armando Cerrato
Licenciado en Periodismo

Después de un mes sin eritropoyetina los pacientes renales que recibimos tres sesiones semanales de hemodiálisis celebramos con júbilo la entrada de este y otros medicamentos especializados a los almacenes farmacéuticos del Instituto Hondureño de Seguridad Social.
La eritropoyetina se utiliza para prevenir o tratar la anemia. Es un líquido incoloro que se inyecta bajo la piel o se administra por vía intravenosa (IV, solamente para pacientes renales).

Muchos de los 300 pacientes renales que se atienden en el Hospital de Especialidades La Granja se habían quedado sin ese medicamento y sin otros necesarios para su tratamiento, cuando inexplicablemente las farmacias del IHSS empezaron a decir “no hay” al reclamo de medicamentos a los pacientes ambulatorios sin importar que en el equipo de computación que manejan los médicos especialistas y generales, se registraba un inventario que les impulsaba a recetarlos y que los mismos comentaran al saber que a sus pacientes no se les daban “es que aquí todo se lo roban”.

El número de pacientes renales y de otras patologías que requieren de insumos y medicamentos especializados y genéricos ha aumentado su estado crítico y lo peor del caso es que el Hospital de Especialidades La Granja se encuentra colapsado pues su cupo para internamiento está atestado de derechohabientes afectados por el mortal coronavirus SARS CoV-2 que produce la letal enfermedad COVID-19.
La falta de insumos y medicamentos especializados es la culpable de los casi 10 muertos diarios que se registran en la sala de Unidad de Cuidados Intensivos de la institución incluyendo personal médico de la misma y del sistema general de salud pública.

Es lamentable que la junta interventora mantenga desabastecidos tanto tiempo los almacenes de medicamentos a grado tal que en ellos no se encuentre ni siquiera acetaminofén y que sin embargo se niegue la atención médica a derechohabientes a los que las empresas para las que trabajan les han hecho las deducciones y que por “A” o por “H” motivos no ha entregado las cotizaciones en tiempo y forma a la institución, por mucho alegato y pruebas que presente el derechohabiente de que él está al día en sus cotizaciones y que es la empresa la responsable de no cumplimiento de la obligación.

La junta interventora incluso ha suspendido nuevamente el suministro de alimentos al personal médico, de enfermería y de servicio del centro hospitalario mismo, que se había reanudado tras más de un año de suspensión en el que puso de pretexto la pandemia de la COVID-19.

Tal situación de mezquindad hace que baje la calidez de la atención del personal médico y de enfermería al paciente, tanto ambulatorio como internado, pues ya dice aquel refrán popular “barriga llena corazón contento”.
Tampoco se brinda al personal transporte aun cuando los turnos son de más de ocho horas varias veces a la semana y los salarios son realmente bajos para la carga de trabajo y la responsabilidad que el mismo conlleva, pues en cada consulta de las diversas especialidades se juega la vida de quienes acuden constantemente en busca de un tratamiento que alivie sus males.

En el caso de los pacientes renales para quienes se quedaron sin eritropoyetina y sin los recursos económicos para comprarla en el sector farmacéutico privado a razón de 500 lempiras por ampolla, -a nadie le venden la caja de seis- muchos de ellos resultaron anémicos en los exámenes practicados semanalmente los martes y jueves pues los niveles de hemoglobina bajaron ostensiblemente.

Gracias a las gestiones de Daniel Mairena, presidente de la Asociación de Pacientes Renales y a la bondad de otros que mantenían una reserva de eritropoyetina y la compartieron con sus amigos más cercanos, muchos hemos logrado aguantar la escasez hasta la llegada nuevamente a los almacenes del medicamento.
Mairena también ha logrado la devolución de la farmacia para enfermos renales a las inmediaciones de la Sala de Hemodiálisis, que por una decisión estúpida se mandó primero a un segundo piso y luego a la farmacia general que se encuentra al otro lado de la Sala de Hemodiálisis como a media cuadra de distancia aproximadamente.
También ha logrado Mairena, con su infatigable lucha la integración al cuerpo médico de una nutrióloga, una psicóloga y un médico general que atenderá diariamente el turno nocturno.

Daniel Mairena mantiene en pie una lucha denodada contra las empresas Nipro y Diálisis de Honduras que manejan por subrogación los riñones artificiales que ya se consideran obsoletas y también para que el Seguro Social mejore la calidad de los insumos utilizados en los servicios de hemodiálisis.

Las empresas subrogatoria interrumpen constantemente las sesiones de hemodiálisis realizando bingos y rifas entre los pacientes conectados y ofreciendo un semanario impreso lleno de historias de pacientes conformes con el servicio prestado, algo que muchos de los que estamos conscientes de que las empresas son voraces hemos sugeridos a sus agentes que ese dinero invertido en el semanario y los premios de baja calidad que se ofrecen en el bingo, mejor se invierta en la compra de equipo nuevo y actualizado o en medicamentos e insumos que por temporadas desaparecen de la farmacia del IHSS.

Más de Columnistas
Lo Más Visto