Hubo una vez…

¡HOLA, HOLA! mis amables lectores aquí en nuestra Honduras y los que se reportan fuera de nuestras fronteras.

De todo pasa semana a semana. Pero aquí seguimos, como un “RELAX” para ustedes con esta quijotada. Aportando algo positivo para las viejas y nuevas generaciones. Cuando ya no estemos, por lo menos habremos dejado HUELLAS. Otros con poder, ni eso dejan.

Cuando no había tiendas de ropa usada en el centro capitalino.

LABOR NO DE AHORA

Nuestra gente, en sus reacciones a nuestros reportajes opina sobre diferentes tópicos. Desde su génesis. Porque esta labor no es de ahora. Comenzó con Multicolores Pops en 1976. La primera sección de espectáculos del país. Coincidiendo con la salida a luz de este rotativo. Pioneros. De eso ya van a cumplirse “solo” 45 años. ¿Cómo la ve?

Y hace 21 años-acorde con los nuevos y tecnológicos tiempos, reinventándonos cada vez- – les servimos con estas entregas en donde resaltan los recuerdos de aquellos años idos, pero perfumados con el propósito que le pongamos énfasis a nuestra historia, identidad, nuestro orgullo nacional. Quimera.

Muchas cosas se han perdido en el transcurso. Por la desidia de algunos gobernantes, autoridades a todo nivel y por un pueblo no educado. Que no lee. Y así, es presa fácil de los llamados “líderes” políticos para manipularlos. Sacarle votos a cambio de dádivas indignas y miserables.

No todos por suerte. Porque nunca hay que echar el bulto por igual en un mismo costal. Ahora que se acercan las elecciones generales en noviembre, como bien dijera en un acertado comentario el periodista Armando Villanueva de CHTV, no es lo mismo votar que elegir. Precisó.

“Otro gallo nos cantara” si nuestro pueblo entendiera esto. Que es su futuro y el de sus descendientes el que se juega con ir a votar “como borregos”- como dice el excelente amigo periodista-y no seleccionar a los mejores.

Todavía-por su ignorancia manifiesta- nuestro pobre pueblo pobre no entiende esto. Sigue como caldo de cultivo para los intereses personales de algunos politiqueros.

Pero mejor sigamos…subámonos a la otra acera.

FIELES

Incluso de reportajes de años anteriores, algunos comentan que fueron clientes de la ya desparecida casa Uhler. Para esta entrega viajamos hasta la isla de Amapala en donde nació este negocio. Ahí se encuentra la ahora vetusta casona mostrando un pasado. Después publicamos algunas fotos de su interior cuando se trasladó al centro capitalino.

Otros que cuando jóvenes venían a comprar las verduras frescas a frutería El Rábano. Por allá que fueron huéspedes de aquel otrora hotel Prado y llenaron sus noches de bohemia en el acogedor bar en la planta baja.

Por acá que compraron en almacén Acapulco. Varios recuerdan que subieron a dejar servicios sociales que les leyéramos en radio Comayagüela, donde laborábamos y que estaban instaladas en su segunda planta.

“Cuando vimos las fotos nos emocionamos. No sabe qué recuerdos gratos nos vinieron”, comentan. Otros nos piden mostremos fotos de la calle peatonal en sus comienzos, de “la Copa” en barrio Morazán. De cuando jugaron en aquel Campo Motagua, sus años de estudiantes en el Instituto Central, San Miguel, Tegucigalpa, Etc.

De las patinadas en su parque La Leona, en donde también salieron grandes jugadores en la práctica del basquetbol. De sus recordadas gradas de La Hoya. En fin. Aunque ya hemos mostrado ampliamente otros ángulos de esto, a todos, poco a poco complacemos.

Ese es el espíritu de estas entregas. SIEMPRE APORTANDO. Un ligero vuelco hacia atrás de las ya amarillentas páginas de nuestra historia, no solo para acomodarlas en el baúl del recuerdo sino convidar a la cultura.

Antiguas gradas de la Hoya. Suben y bajan el tiempo.

SE HAN PERDIDO

Son constante en tertulias con los diversos puntos de vista. De un ayer y hoy…en el tiempo.

Se dice que las comparaciones son complejas y a veces innecesarias. Pero con el correr de mucha agua bajo los puentes, que muchas cosas buenas del pasado se han perdido… se han perdido.

Solo vea los horripilantes mensajes que los cibernautas escriben en esas redes sociales. Con una ortografía peor que niños de primer grado. Maltratando el idioma. ¿O no?

En aquel pasado en las escuelas, profesores con vocación nos enseñaban con dedicación absoluta la ortografía. Y que debíamos tener letra “bonita”. Nos hacían escribir con “canutos” para potenciar la habilidad de mostrarla con presencia y elegancia gracias a la enseñanza de la caligrafía.

Se ha perdido tanto. Valores morales, también cívicos, patrióticos e históricos, corren la misma suerte.

Las nuevas generaciones silban con tono burlesco cuando sus abuelos comentan que “los viejos tiempos fueron mejores”. Podría ser cierto o echan salsa a la controversia.

MORAL Y CÍVICA

Nuestra gente de un antier resiente, por ejemplo, que se haya suprimido una clase que era un bastión para inculcar en la juventud una formación integral sólida. Hablamos de la clase de Moral y Cívica.

Abnegados maestros que la impartían, daban el ejemplo. Ayudó mucho a generaciones en su forma de actuar y servir a la sociedad. Ya no existe.

En un craso error. La borraron del quehacer educativo y ha quedado un vacío que tanto necesita la juventud de hoy, desprovista de una plataforma de valores que abone a su acción y pensamiento.

Por ello, es imprescindible que las autoridades de Educación pongan atención a estos llamados. Que “Moral y cívica” vuelva a impartirse. Aunque “una golondrina no hace verano”, amigos.

El notable deterioro de valores comenzando en el seno del hogar y que ha salpicado tanto a sectores de la vida pública, es clara evidencia que no tenemos que descuidar a nuestra niñez y juventud en forjarles principios. Dignidad, honestidad y ponga usted lo demás.

Por otro lado. Revivió en pasajes fotográficos lo que HUBO UNA VEZ. Lo de ahora, contrasta con aquella relativa tranquilidad y paz. Pero como nada es perenne, todo es mutante…