Productor y consumidor asumirán consecuencias de la crisis logística

MA
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29 de septiembre de 2021
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04:14 am
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Productor y consumidor asumirán  consecuencias de la crisis logística

Pasarán meses antes de que se construyan más buques y contenedores, lo que significa que es probable que la crisis se normalice hasta el próximo año.

Los productores y consumidores hondureños asumirán las consecuencias de la crisis logística internacional, ya que a partir de la pandemia, los costos de los fletes marítimos aumentaron de forma exponencial, debido a la escasez de contenedores en puertos asiáticos.

Tal advertencia es parte de las conclusiones de la investigación “Análisis de la Situación de los Contenedores”, del departamento de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).

“Basta con recordar quiénes asumen los costos de ese encarecimiento: una parte la asume el productor y otra el consumidor”, expone el documento al que tuvo acceso LA TRIBUNA. “Afectará negativamente el consumo a nivel nacional e internacional, generando precios más altos y menos incentivos para gastar e invertir”.

Aumentarán los precios de los productos finales y de transformación e impactará el proceso de reconstrucción y reactivación de la economía nacional, agrega el informe. Ya empezó a influir, indirectamente, en los niveles inflacionarios y a mediano plazo en el poder adquisitivo de los consumidores y de las empresas.

VA PARA LARGO

Aunque hay algunas medidas en marcha para aliviar la situación, siendo realistas “no parece que la crisis mundial de escasez de contenedores vuelva a la normalidad en los próximos meses”, añade. Ya que desafortunadamente, se prevé que las tarifas de flete por contrato seguirán siendo altas durante el próximo año.

En Honduras los costos de los fletes marítimos, se incrementaron hasta el 195 por ciento y fuerzan a las compañías a pagar impuestos sobre el valor CIF, (Costo, Seguro y Flete), mismos que no están vinculadas con el precio real del producto, sino con el costo del flete, lo que se traduce en una distorsión que se debe corregir.

Visto así, se hace necesario revisar los aranceles e impuestos para aliviar la presión sobre los costos y precios de los bienes para las empresas y consumidores a nivel nacional, recomienda la cúpula privada. “Tenemos una crisis de contenedores en nuestras manos. Todos los contenedores disponibles se reservan inmediatamente”, resume.

Según datos del operador de comercio internacional, el transporte de un contenedor, con origen en China, estaba en poco más de 1,000 dólares en 2020: el precio ha repuntado a tal escala que ahora puede sobrepasar los 10,000 dólares, expone.

INFLUENCIA CHINA EN HONDURAS

Para Honduras, el punto de inflexión de la situación actual tiene como eje a China Continental, principal potencia exportadora, desde donde más se evidencia escasez de contenedores para hacer los envíos internacionales.

La economía catracha, como cualquier otra, se ha visto afectada. La influencia de China en la actividad económica hondureña queda reflejada en las cifras del 2019 cuando las importaciones desde el “gigante asiático” representaron 1,514 millones de dólares, el 15 por ciento de las importaciones totales.

De acuerdo a la Gerencia de Política Económica del Cohep, existe un claro aumento en precio de fletes de la carga marítima traída desde el continente asiático. Para el período 2019-2020 el precio de los fletes había aumentado un 70 por ciento, mientras que para el período 2020-2021 ha aumentado un 195 por ciento.

Mientras que el 92 por ciento de las embarcaciones con destino a puertos hondureños están experimentando retrasos, debido al poco acceso a contendores combinando con factores climáticos que azotan a Estados Unidos. (JB)


SURGIMIENTO Y CONTEXTO INTERNACIONAL

La pandemia trastocó todo y dejó una escasez de contenedores, la que tiene un efecto dominó en cadenas de suministro enteras, interrumpiendo el comercio a escala global. A medida que el virus se expendió desde su epicentro en Wuhan, los países implementaron bloqueos económicos y la producción. Las fábricas cerraron y detuvieron un gran número de contenedores en los puertos.

Para estabilizar los costos, las navieras redujeron el número de embarcaciones en el mar, las fronteras se hicieron más estrictas y las aduanas endurecieron los controles, lo que empeoró la congestión.

Mientras tanto, se produjeron cambios rápidos en las demandas de las rutas comerciales a las que los transportistas tenían dificultades para adaptarse. El impacto es fuerte, ya que el 90 por ciento del comercio mundial se hace vía marítima, según datos de la Organización Marítima Internacional (OMI). La pandemia ha provocado desajustes como escasez de materias primas o mano de obra, hasta la falta de espacio en los buques de carga y en las terminales marítimas.

Esta situación en particular se debe a diversas razones, una de ella es que el sistema de transporte marítimo tuvo una reactivación abrupta en 2021, a causa del aumento de la actividad económica global.

A su vez, hay restricciones impuestas por China para controlar la propagación de nuevas olas del coronavirus, causando que cuando existen brotes en determinados lugares, la producción se retrase y provoca que los plazos de entrega se extiendan. A esta situación se le suma el aumento en la demanda de las empresas dado que necesitan surtirse de mercancías previo el inicio de la temporada de Navidad, causando aún más presiones sobre el comercio marítimo.



CIFRAS DE LA CRISIS

  • El índice compuesto del costo de los fletes aumentó 170 dólares esta semana, sigue siendo un 344 por ciento más alto que hace un año.
  • El costo promedio es de 6,598 dólares por contenedor de 40 pies, 4,304 más alto, hace cinco años era de 2,294 dólares.
  • Las tarifas de flete de Shanghái a Nueva York aumentaron 899 dólares y las tarifas al contado de Los Ángeles a Shanghái subieron de 35, a 1,433 dólares.
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