Cambio político desde la base ciudadana

ZV
/
21 de marzo de 2022
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Cambio político desde la base ciudadana

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Actualmente, la gobernanza del Partido Nacional pasa por una coyuntura de crisis. Están enfrentándola a través del impulso de un proceso de apertura democrática que, va a implicar, la reestructuración del mismo con el fin de darle un rumbo político distinto, al posicionamiento estructural, que ahora ostenta este partido en Honduras. En consecuencia, la cúpula de líderes directivos que, es controlada por el presidente del Comité Central del partido, optó por crear una Comisión de reestructuración, con el cometido de realizar y aplicar esta misión con éxito.

Los desafíos son enormes. No pueden caer en el error de impulsar un proceso de cambio, en base a disposiciones emanadas de dedo, sin apelar a la consulta incluyente que, les permita a las bases, participar en el cambio conscientemente y siguiendo una metodología de participación democrática en la construcción del nuevo enfoque organizativo que deben darle al partido. La inclusión política es la condición sin la cual no puede darse la innovación organizativa. Y la participación democrática, solo es posible implementando una metodología que sea para incorporar un nuevo liderazgo, sano y competente para fortalecer y conducir el proceso de cambio.

No se debe apoyar una comisión, cuyos miembros orgánicos, se conviertan en una élite centralizada que dicte unilateralmente, lo que debe hacer el cuerpo de bases del partido. Y que se caractericen por tener una actitud de protagonismo individualista para sustentar un interés político, inapropiado porque no responde al sentir de las bases. Ya no se puede seguir conduciendo las bases del partido, a través de mandatos que surgen en las clásicas “reuniones en la sombra” y, en las que deciden, el sentido político de la reestructuración.

De dedo no más identificación de los líderes que le darán el cambio de timonel al partido. Es buena la decisión de emprender el cambio total del Partido Nacional. Pero es incorrecto pretender llevarlo a cabo de la manera vertical como lo están haciendo. La imposición del tradicional método centralizado para conducir el partido, es obsoleto. Aplicarlo, es desconociendo que ahora las bases deben ser consideradas en su ámbito territorial. La descentralización política de la participación, es necesaria para lograr una unidad compacta. No se pueden imponer actores políticos que no representen las instancias de base pertinentes. Ahora la política del partido, también debe incorporar una estrategia de manejo político territorial inclusivo para gobernarlo.

Cada ámbito político territorial tiene sus propias especificidades políticas que deben considerarse en la conducción político administrativa del partido. El mismo candidato, “Papi a la Orden”, víctima de una estrategia política fallida, reconoció que la descentralización para gobernar, es decisiva. Hoy por hoy, se necesita la integración política territorial en la conducción del partido. Este es un cambio cualitativo que implica innovar el patrón autoritario vertical y vicioso que ha seguido el partido. En cierto modo, no es una comisión central lo que se necesita tener, más bien las bases demandan, una constelación de comisiones territoriales, conducidas de manera integrada para ejercer la aplicación de las políticas estratégicas de conquista del poder del gobierno.

La nueva política de reorganización del partido, pasa obligatoriamente, por agrupar regiones políticas con líderes políticos con capacidad para desarrollar los cambios políticos y realizar acciones adecuadas que, contribuyan, a cambiar la reputación política y ganar el favor político de la ciudadanía. Y estos líderes no pueden ser escogidos por los dedos mágicos del liderazgo central. Es decisivo integrar un esquema de descentralización política. Si realmente, queremos atraer a la ciudadanía. Demostrando, con hechos reformadores contundentes que, el nuevo espíritu democrático del Partido Nacional, puede ser la respuesta alternativa a la dictadura dinástica que, se desarrolla actualmente en la gobernanza del gobierno, dizque, socialista.

La función de los diputados, es legislar a favor del pueblo y sus intereses generales y particulares, territorialmente concebidos esa es la función que deben cumplir. Igualmente lo son los alcaldes, para fortalecer la democracia y la actuación del partido en el territorio. Su funcionalidad operativa no es propiamente una función directa en la promoción del cambio interno del partido, pero tienen la función de fortalecer sus comunidades con espíritu democrático que, den una buena imagen y reputación, al partido en cada territorio en donde tienen incidencia política.

La comisión especial para la reingeniería, innovación y reestructuración ya está creada y hay que aceptarla. Pero su accionar, debe ser aplicado en función de una estrategia muy bien concebida, con propósitos democráticos incluyentes territorialmente. El acercamiento a las bases debe ser integral, diseñado con la intención de generar una conciencia multisectorial y no unidireccional. El diálogo enriquecedor es aquel que involucra en el mismo, a distintos actores del escenario político, para conocer el pensamiento colectivo y no parcializado ni socialmente atomizado.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto