La industria orgánica podría convertirse en un generador de ingresos y divisas ante la crisis de los fertilizantes.
La secretaria de Agricultura y Ganadería (SAG), Laura Suazo, planteó la necesidad de incrementar el uso de fertilizantes orgánicos y utilizarlo en las medidas necesarias.
“Estamos reuniéndonos con productores orgánicos de fertilizantes del país y próximamente haremos visitas de campo. Apoyaremos el crecimiento de la industria, de tal manera que nos ayude a palear cualquier efecto negativo de escasez”, dijo Suazo.
Aparte de enfrentar una crisis de fertilizantes, la funcionaria espera que la industria orgánica se convierta en un generador de ingresos y divisas. La escasez de nitrógeno es el causante del alza a nivel internacional, considerando que hay alternativas para generar nitrógeno natural.
No obstante, Suazo aclaró que el sector importador no debe alarmarse, porque el país está interesado en seguir invirtiendo. Adicionalmente trabajan en medidas de ahorro para que los agricultores hondureños reduzcan sus costos al momento de la inversión.
“En una conversación con la científica Gloria Arévalo, nos explicó que la mayoría de análisis de laboratorio, revelan que los suelos hondureños tienen alto contenido de fósforo, por tanto, en la fórmula los productores le agregan algo que se está botando”, concluyó.
Los abonos orgánicos son sustancias que están constituidas por desechos de origen animal, vegetal o mixto que se añaden al suelo con el objeto de mejorar sus características físicas, biológicas y químicas. Estos pueden consistir en residuos de cultivos dejados en el campo después de la cosecha; cultivos para abonos en verde (principalmente leguminosas fijadoras de nitrógeno); restos orgánicos de la explotación agropecuaria (estiércol, purín); restos orgánicos del procesamiento de productos agrícolas; desechos domésticos, (basuras de vivienda, excretas); compost preparado con las mezclas de los compuestos antes mencionados.
