Santiago Puringla, La Paz. Gilberto Osorio Morales, sastre de profesión, pero también un éxitoso productor agrícola enamorado de la vida que ofrece el campo, en su finca Agua Blanca, ubicada a una altura de 1,070 metros sobre el nivel del mar, en el municipio de Santiago Puringla, departamento de La Paz. Don Gilberto, cuenta con 60 años de edad y 30 años dedicado a la agricultura, destacándose como productor líder en la implementación del modelo agroforestal, con sistemas más biodiversos, resilientes y sostenibles.
Gilberto es uno de los beneficiarios del subproyecto “Mejorando la resiliencia climática en los municipios cafetaleros de Santiago Puringla, Santa Ana y La Paz”, en el departamento de La Paz, gracias a la alianza entre el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en el marco del proyecto “Gestión del conocimiento para la Adaptación de la Agricultura Familiar al Cambio Climático (INNOVA-AF).
El proyecto tiene como objetivo el desarrollo de capacidades técnicas de las familias caficultoras, especialmente jóvenes y mujeres, para enfrentar los retos del cambio climático promoviendo la implementación de prácticas climáticamente inteligentes basadas en el uso sostenible de los recursos naturales: agua, suelo y bosque, para lograr la biodiversidad del agroecosistema y buena gestión de la vulnerabilidad de la “finca cafetalera”.
Prácticas sostenibles
Gilberto relató que su vida era hacer pantalones, y un extensionista del Ihcafé, lo invitó a una gira, al occidente de Honduras, a conocer el cultivo del café y le gustó y cambio a ese cultivo. “Hoy estoy contento con la vida del campo, acabo de llevar algunas de los frutos que cosechamos aquí, totalmente orgánico y han venido técnicos que le quieren buscar químicos en las hojas al pie de la planta y no, aquí es totalmente orgánico”.
El proyecto INNOVA-AF del IICA y el Ihcafé, les dio capacitaciones y material técnico para identificar el grado de vulnerabilidad de la finca y las acciones que deben de seguir para mitigar los efectos del cambio climático. Eso sí, dijo que debe de ser diciplinado y ordenado, “porque la cartilla técnica que nos proporcionó el Ihcafé no se aplica sola, hay que seguir las recomendaciones allí expuestas o comunicarse con el técnico del Instituto”.
