El fútbol hondureño nuevamente se vio perjudicado por el mal comportamiento de sus aficionados.
Tras el pitazo final del árbitro Selvin Brown donde Motagua se coronó campeón del torneo Clausura pese a la derrota de 2-0, la afición del Real España invadió el terreno de juego del estadio Olímpico, evitando el festejo de los nuevos campeones.