Evolución de la mujer en las Fuerzas Armadas de Honduras
Capitán de Corbeta CG DEMC Heydi Sarahi Baquedano Flores
La incursión de la mujer en las diferentes áreas donde no tenía oportunidad de participar con sus islas de competencias, viene a observarse según la historia a finales del siglo XVIII, con la Revolución Industrial, cuando las mujeres comenzaron a incorporarse en el mundo laboral, sin embargo, no tenían las mismas condiciones: cobraban menos que los hombres y no tenían los mismos derechos laborales, fue hasta la conmemoración de la Revolución de 1848 y de la Comuna de París, que exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Este hecho mundial también influyó en las mujeres hondureñas, quienes desde 1955, hicieron su incursión protagonizando una conquista política histórica, ganando el derecho a votar, el entonces presidente, Julio Lozano Díaz, emitió un decreto ministerial que permitía, aunque con algunas restricciones, que las mujeres del país acudieran a las urnas. Así mismo se incluyó la celebración del Día de la Mujer Hondureña cada 25 de enero. Por primera vez, sus voces salían del ámbito doméstico al que habían estado recluidas.
A partir de los cambios globales que se dieron desde a finales del siglo XVIII, el ambiente militar latinoamericano atraviesa un proceso intenso de reestructuración. En este sentido, el alistamiento de mujeres a las Fuerzas Armadas generó diferentes conmociones en la vida castrense, poniendo la vista de diferentes espectadores sobre el comportamiento institucional y obliga a reflexionar sobre prácticas y objetivos que responden a escenarios tradicionales, situación que generó la necesidad de adaptación a las nuevas realidades sociales, regionales e internacionales.
Al igual que otros países de Latinoamérica, Honduras; mediante la profesionalización de las Fuerzas Armadas incorporó como parte de la nueva estructura a personal de género femenino, ya que en el año de 1996 las mujeres comienzan a ser parte de los planes y programas de reclutamiento, entrenamiento e instrucción en centros de captación y academias militares, siendo la pionera la Academia Militar de Aviación, hecho que rompe el tabú social que no permitía que mujer participara en tareas de combate en nuestro país.
Continuamente en el año de 1998, se viene una nueva oleada de ingresos en todas las categorías; para optar a oficiales, suboficiales y tropa, es aquí donde la institución castrense da paso a la equidad de género.
Con el transcurso de los años la evolución del género femenino en las Fuerzas Armadas de Honduras se hace más notorio, observando la disciplina, el compromiso, el liderazgo, don de mando entre otros atributos, valores y principios que han reflejado aquellas jóvenes que se adentraron a una aventura y el día de hoy, son un baluarte fundamental para la institución castrense.
El aprovechamiento institucional de las grandes islas de competencias demostradas por el personal femenino en los diferentes logros obtenidos, han marcado una derrota con altos y bajos, siendo esos atributos y características de liderazgo las que han llevado a ostentar cargos como ser: comandantes de unidades, directoras de centros de estudios, observadoras en el extranjero (Sahara y Colombia), instructoras y estudiantes en el extranjero, participación en el contingente en Irak 2003 y encargadas de la dirección de proyectos científicos.
De igual manera ha sido notoria y apreciada su participación en cursos militares relevantes, como son: paracaidismo, salto libre, maestro en salto, curso de pirañas, no podemos dejar de mencionar nuestros pilotos de la Fuerza Área Hondureña, asimismo por sus méritos han obtenido reconocimientos como: graduadas honor, medallas en las diferentes categorías, menciones honorificas, entre otros.
De la misma forma la institución reconoce a todas aquellas mujeres que desde un área de trabajo administrativo como parte del engranaje castrense dan su mayor esfuerzo para que el cumplimiento de la misión se realice de forma exitosa, logrando con ello la aceptación de la población hondureña en un marco de legalidad y legitimidad.
Después de 27 años de la inclusión de la mujer en la institución el avance es significativo, pues estamos en una relación del de 10:1 o sea el 9% del parte total de los miembros de las Fuerzas Armadas, si bien es cierto hay mucho camino que recorrer, hasta el día de hoy hemos alcanzado visualizar el más alto nivel en el rol que desempeñan las mujeres, ya que han demostrado que tienen las aptitudes y destrezas requeridas para el cumplimiento de la mision. Las mujeres que forman parte de la carrera de las armas son relevantes y se merecen que se distinga su gallardía, su abnegación y compromiso por denotarse en una profesión en la cual se pensaba que no eran aptas.
