VAMOS A RECORDAR AQUELLAS CALLES

La ciudad ha crecido en igual forma el parque vehicular que torna desesperante a las llamadas horas pico el desplazamiento de una población que transportada o a pié sufre a diario en las estrechas calles, en bulevares o los pasos a desnivel.

Nuevas medidas se han puesto en practica para tratar de aliviar un poco el desordenado trafico vehicular del municipio del Distrito Central.

Hoy a los adultos mayores los voy a invitar a recordar aquellas calles de la Tegucigalpa del ayer, a que vayamos al pasado cuando niños ó jóvenes recorríamos las empedradas y estrechas vías sin el riesgo de ser atropellados por irresponsables motoristas, sin ser víctimas como ahora de abusivos taxistas, de enajenados buseros y atrevidos motociclistas.

Vaguemos con graficas por aquellas calles, muchas de ellas hoy convertidas en peatonales, otras congestionadas por el crecimiento del parque vehicular, tornándose peligrosas a cualquier hora del día.

El recorrido por el pretérito comienza en un tramo de la avenida Colón donde operó el Hotel Marichal, frente el Almacén de Don Juan Elías Fléfil (FOTO 1), las oficinas de la SAHSA en un sector del centro de la ciudad.

Muy próximo el recuerdo es la calle que desde la Escuela Alvaro Contreras conducía al templo de Los Dolores (FOTO 2) al mercado del mismo nombre y a una serie de negocios que se habían instalado en ese sitio y el punto de taxis La Cubana.

Una de esas pocas casas de la época colonial donde vivió el Padre Jose Simón Celaya y Cepeda constructor de la Catedral, paso obligado de oriente hacia la plaza central, calle de Los Naranjos y después Avenida Cervantes, una estrecha callejuela y la esquina tras el templo católico por donde transitaban las mulas y asnos con sus cargas, el tiempo ha transcurrido pero la esquina de Chinda Díaz continúa en el centro histórico de la ciudad (FOTO 3).

Vagando por esas calles del pasado, una gráfica de los treinta nos hace recordar en el centro de la ciudad el lugar donde transitábamos desde la Plaza La Merced hasta el Parque Central (FOTO 4) y hacemos memoria del Mundo Elegante, el Bazar Jerusalem de Don Jacobo Zablah, del Bazar Colon, la Farmacia Torres Fiallos, La Mascota, la Ferretería Handal y la esquina del Café de París.

En aquellos cambios en el centro histórico de Tegucigalpa allá por los años sesenta, desapareció el callejón del Museo, una corta y estrecha calle que unía la Paz Barahona y la Avenida Colón partiendo del costado norte de la Catedral (FOTO 5) viniendo a la memoria el inmueble del Museo Nacional, la Farmacia Unión y la casa del Dr. Marco A. Mendoza.

De esos barrios antiguos del Real de Minas, “La Joya” el lugar de domicilio de Juan Aceituno de La Joya Quezada Quijano más conocido como “EL Bachiller de la Joya”, fue un sitio de históricos acontecimientos, donde se libraban batallas a orillas del Río Oro o Chiquito y sitio donde se instalaron familias de mestizos dedicados a las artesanías.- Su nombre con los años cambió a “La Hoya” y se hicieron famosas sus gradas (FOTO 6) pero más sus estrechas calles empedradas que llegaban hasta el Barrio San Sebastián.- Vagando en el ayer recordamos una de ellas donde sestaba en una esquina la tienda de Don René Medina conocida como “La Fresa”, la escuela de mecanografía de Don Pedro Ordoñez, las casas de la familias Girón, los Velásquez y otros antiguos pobladores (FOTO 7).

Vamos a recorrer en éste viaje imaginario por el ayer de Tegucigalpa un segmento de una calle del Barrio Abajo que unía a la parte baja del Barrio El Guajoco prolongación de la cuesta Lempira y que pasando por la fábrica de Café Corona y por el edificio del Instituto María Auxiliadora finalizaba en la margen del Río Grande (FOTO 8).

Esa calle puede traer muchos recuerdos a los sobrevivientes de las familias Farach, los Osorio, los Gómez Rovelo, los Gonzáles, los Díaz, los Riera, los Callejas, los Murillo Selva, los Villeda, los Reina, los Sierra y muchas otras que vivieron en esa zona del antiguo barrio.

Hoy existen muchos cambios, pero todavía se conservan el edificio de la Tipografía Nacional donde se encuentra la Biblioteca Nacional y algunas de las viejas casas laterales al oriente de Chinda Díaz.- Desaparecieron la esquina de los Young Puick, la Casa de Don Ernesto Divanna, la esquina de la Sastrería Anglo Americana, el Hotel Ritz y contiguo la casa donde operaba la Tropical Radio (FOTO 9).

La vagancia en alas del recuerdo la finalizamos con una gráfica en el corazón de la capital, en la plaza central (FOTO 10), la “fila de caserones de vieja arquitectura” como describía en su poema Ramón Ortega y donde estaban La Moda de París de los hermanos Hasbum, el Bazar Buenos Aires de Abraham Hilsaca, el Bazar América de Taufick Mourra, en frente la tienda de los Faraj, La Esperanza de Don Elías Asfura y otros negocios instalados en esa cuadra de la Avenida Paz Barahona, ahora zona peatonal.

Gracias por habernos acompañado en éste recorrido por el ayer de la muy noble y leal ciudad de las canteras, San Miguel de Tegucigalpa.-

Hasta las próxima semana.