¿Cómo conquistar el corazón de nuestros hijos?

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5 de noviembre de 2023
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12:20 am
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¿Cómo conquistar el corazón de nuestros hijos?

Por: Óscar Cárcamo Vindel

De alguna manera es incuestionables el hecho, que el corazón de nuestros hijos en su desarrollo emocional e intelectual, al momento que estén encaminándose en dirección de la conformación de la madurez, tendrán que sustentar el andamiaje de sus esquemas de valores y conceptualización de su proyecto de vida; robusteciéndose en términos de la influencia de la academia, de alguna filosofía, determina ideología o finalmente en una fe religiosa en particular.

El asunto en cuestión, es el previsible argumento que los padres y madres, atesoramos la valiosa facultad (más o menos antes de los 12 años), de modelar el carácter de nuestros hijos de una manera concluyente. En tal sentido, la acción de mostrar la capacidad de conquistar el corazón de nuestros hijos, es el ejercicio de alcanzar las sabias competencias en la paternidad y maternidad de influenciar positivamente sus gustos, aficiones, convicciones racionales, y sus esquemas de valores, con la prerrogativa de cincelar una determinada identidad, claro está; de acuerdo a sus rasgos y cualidades particulares en el entorno de su temperamento y propensiones.

Entre tanto, el punto de partida que nos servirá como asidero, es la fiel predisposición de nuestros niños de corta edad; de buscar imitar ávidamente lo que sus padres hacemos. Podemos ofrecer como ejemplo, cuando visten nuestras ropas y zapatos o emulan en detalle nuestras diversas acciones.

En síntesis, nuestros hijos en la etapa primigenia de sus vidas, son básicamente como esponjas vírgenes, con la fiel disposición de inflamarse asimilando las aguas que brotan de nuestro espontáneo patrón de conducta, en la cotidiana convivencia del seno familiar. Por lo tanto, de nosotros los padres dependerá, la manera que impactemos la conducta y conciencia de nuestros hijos para toda la vida. Detallaré a continuación algunas de estas acciones que, en nuestra experiencia familiar, representaron una herramienta invaluable en la formación y mentoría de nuestros hijos;

1._ Las bromas; aunque para algunos de ustedes sea difícil de entender, las noches que mas disfruté en mi vida, fue al momento que mis pequeños se trasladaron a dormir espontáneamente con papá y mamá, luego de haber disfrutado de una fabulosa tarde, rebosante de agudezas de bromas, tales como; mojarse unos a otros en guerra de agua, embadurnarse de merengue la cara, pelea de almohadas y en fin, buscar las formas más ingeniosas de atraer las risas y una conexión de intima comunión en familia.

2._ Los juegos; Esta faceta, es como un complemento a la anterior. Cuando nos hacemos vulnerables ante nuestros hijos, y competimos como iguales; en un juego de mesa o un deporte, es una oportunidad propicia, para mostrar nuestra naturaleza humana; originar estrés por ganar al oponente, enojarse por ser injusto, intentar hacer trampa, aprender a perder o buscar la revancha en el próximo juego. Estas acciones descubren nuestras debilidades personales, y vienen generar una oportunidad especial y única, para orientar a nuestros hijos y nosotros mismos, en pedir perdón y direccionar con sabiduría el manejo del estrés y las relaciones interpersonales bajo presión.

3._Un liderazgo que inspire; Al momento que, nuestro ejemplo dentro y fuera de casa, se desenvuelve de tal manera, que apropia una conducta genuina, con un proceder de integridad intachable, de hábitos que impulsen elevados valores éticos, enriquecidos por la metodologías de mentoría de aprender haciendo de la mano de los padres, impactará de tal manera que nuestros hijos, de residirán inspirados por nuestro ejemplo y beneficiarán la firme convicción interna de buscar imitar el saludable modelo que observaron en casa.

4, _La sana espiritualidad; Cuando nuestros pequeños crecen observando que papá y mamá se aman entrañablemente, y que son amados de la misma manera y que ese amor es nacido de Dios; con mucha facilidad buscarán amar al Dios de sus padres. Si de igual manera, les enseñamos a cultivar ese amor a Dios en casa, orando juntos y enseñando los valores de la biblia desde sus primeros días de vida, crecerán con una fe vigorosa, que les guardará de ser presa de los vicios y antivalores, y se convertirán en personas de bien.

5._ La disciplina; La disciplina contiene dos aspectos; primero en el sentido, de modelar en el carácter de nuestros pequeños, la instrucción de asignaturas de obligaciones diarias en el hogar, que se perpetúen como parte connatural de su propia esencia, y les ayude en el futuro en las responsabilidades profesionales y de su futuro hogar. En segundo lugar, la disciplina como una herramienta que corrija la indisciplina y la tendencia de nuestros hijos en hacer lo malo. Al momento que ellos entienden que el amor es consecuencia de la saludable disciplina, se sentirán seguros y amados en el entorno del hogar.

En conclusión, no existen excusas, para afirmar que nuestros hijos llegarán a ser lo que nosotros modelemos en ellos.

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