La Libertad, Comayagua, su carácter comercial y potencial ecológico

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26 de noviembre de 2023
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12:55 am
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La Libertad, Comayagua, su carácter comercial y potencial ecológico

Vista panorámica de La Libertad, Comayagua, desde el Cerrito de La Cruz. Foto Rubén Darío Paz

Rubén Darío Paz*

En la consolidación de Estado hondureño es evidente que los postulados de la Revolución Francesa tuvieron algún impacto, algo análogo sucedió en otras latitudes del continente americano, por ello encontramos aldeas, municipios, departamentos, ciudades, puertos, denominados La Libertad, situación más notoria a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX e incluso en las primeras décadas del siglo XX.

Desde el recién creado Estado hondureño, quizás para apaciguar las múltiples tensiones que desembocaron en cruentas guerras fratricidas, empezaron a denominarse algunos lugares del país, con nombres ligeramente indulgentes o al menos que llamaran a la convivencia, y así se organizó Concordia en Olancho, El Porvenir en Francisco Morazán y Atlántida, El Progreso en Yoro, La Libertad en Comayagua y Francisco Morazán, Fraternidad en Ocotepeque.

Tampoco es de extrañar que los referidos conceptos, se utilizaron como nombres para periódicos, semanarios, parques, asociaciones benéficas y proyectos progresistas. No fue por azar que a un departamento los reformistas liberales, le denominaran La Paz. Aldeas bautizadas como La Libertad, encontramos en Ceguaca y San José de Colinas en Santa Bárbara, en San Pedro y San Manuel en Cortés. En Patuca y Campamento en Olancho, en Olanchito, Yoro. Santa Rita de Copán, igual registra una aldea con el referido nombre. Curiosamente en el sugestivo municipio de El Paraíso, Copán, existe Libertad Vieja y Libertad Nueva.

Esta vez me ocupare del pintoresco y atractivo municipio de La Libertad Comayagua. Aunque es un municipio relativamente joven, las fuentes escritas son escasas, y la mayoría de ellas describen que “Fue fundado en 1860 por varias familias procedentes del municipio de Ojos de Agua, de este mismo departamento y se establecieron por vez primera en el lugar llamado Libertad Vieja, distante a un kilómetro de esta población, por razones de seguridad, estas familias optaron por trasladarse a este lugar, dándole el nombre de “Portillo de la Ensenada”. En 1876 le dieron categoría de municipio y le cambiaron el nombre de La Libertad” Resulta interesante el relato del P. Antonio R. Vallejo, que apuntó “está situado en la estrechura formada por el cerro llamado “El Portillo”, El de “Los Tornillos” y el Río Frío, razón por la cual por mucho tiempo conservó el nombre de Ensenada. Dista de Comayagua diez leguas al norte” las lluvias torrenciales y prolongadas por varios días en el año de 1860 aumentaron el caudal de las aguas del río de Ojos de Agua, saliendo de su cauce. Con este motivo, los vecinos tuvieron miedo que en lo sucesivo el río saliese de madre y destruyera la población, y resolvieron trasladarse al lugar de La Ensenada, pero como no todos estuvieron de acuerdo en el pensamiento, solamente se trasladó una parte de la población. La Libertad tiene su iglesia, cabildo, dos casas para escuela y un lavadero,”

Numerosas aldeas con particular interés

Su configuración municipal comprende varias aldeas en su mayoría con designaciones geográficas; Montañuelas, Cerro Negro, Laguna del Rincón, Loma Alta, Plan de Alejandro, Terreritos, Valle Bonito, Valle de Ángeles, Vallecitos, Zacatalitos, El Higuerón, Goteras, La Pita, Cabeceras, Los Alfaro, Saque, Cuesta de Neo y El Olvido. Entre advocaciones religiosas, se encuentran las aldeas de Cantón San Antonio, San Andrés, San José y Santa Fe. Particular atención llama, dos de los tantos caseríos de La Libertad, uno se denomina Ocote Mestizo, sin duda, evidencia la conformación poblacional de sus habitantes, el otro se conoce como El Portillo del Gallo, nombre singular, por el hecho de que algunos pobladores, relatan leyendas de un “gallo encantado”.

Coloridos murales en La Libertad, Comayagua. Tomada de la Red.

La Libertad sobre un terreno irregular y su pujante comercio

El casco urbano de La Libertad, se extiende sobre un terreno irregular, rodeado de exuberantes bosques y algunos riachuelos que alcanzan más notoriedad durante la temporada lluviosa. En sus contornos, se divisan al norte el cerro Capiro, al sur la Bella Durmiente, al este El Caliche (cerrito de La Cruz) y al oeste el cerro de Los Tornillos. Sus avenidas y calles se adaptan a una geografía complicada, pero vistosa y más cuando se hacen fotos panorámicas, desde una ligera elevación en un extremo del poblado, conocido como El Caliche. La Libertad tiene una altitud de 419 msnm y casi 320 kilómetros de extensión según informe del Instituto Geográfico Nacional.

La Libertad, tiene una actividad comercial de suma importancia, ahí convergen aldeas y municipios aledaños. Su infraestructura comercial, le permite una actividad de “retope” como lo nombran popularmente. Varias de sus calles están pavimentadas, lucen repletas de tiendas, cuenta con hoteles, restaurantes, agencias bancarias, servicios médicos, beneficios, cooperativas etc. Después de las ciudades de Comayagua y Siguatepeque, La Libertad es la mejor plaza comercial del departamento. Resulta reveladora su actividad cafetalera, no solo por la cantidad, sino porque los procesos de trazabilidad han mejorado la economía de muchos productores. Ahora nos encontramos café de exportación de La Libertad, más allá de nuestras fronteras en mercados exigentes. Recordemos que, en la actividad cafetalera, participa la familia sin excepción, esto genera convivencia y por supuesto cierta estabilidad. Varios productores de café de La Libertad, ya tienen fincas agroecológicas, amigables con el ambiente, tanto que les han generado otros ingresos, mejores precios y renombre a nivel nacional. Desde la cantidad de fincas, infraestructura productiva, abundantes riachuelos y caminos rurales, los alrededores de La Libertad, tienen un potencial sorprendente, para fomentar el ecoturismo. Hace falta que la academia universitaria desde sus distintas áreas, acompañe procesos de inserción de nuestros pueblos con nuevas alternativas para el desarrollo local.

Demás esta señalar que las viejas prácticas sobre el manejo de las “aguas mieles” producto de la actividad cafetalera, en nuestro país es un tema pendiente y es urgente que, desde las alcaldías municipales, haya mayor responsabilidad, de lo contrario seguiríamos envenenando fuentes de agua valiosas y terminando con especies locales, digo, alterando nuestro medio ambiente.

El cerro de Los Tornillos y sus fósiles marinos

El subsuelo hondureño es un espacio repleto de sorpresas milenarias, algunos sitios siguen “bien” guardados por la falta de investigación, o por la carencia de un proyecto institucional que aglutine expertos y de cuenta de ellos. Pocos profesionales de la paleontología, muchos académicos aficionados, pero más “expertos locales”, que opinan con apasionamiento y hasta caen el apreciable folklore. Cerca del perímetro urbano de La Libertad, se encuentra el emblemático cerro de Los Tornillos, que toma su nombre, por la gran cantidad de caracoles en forma de tornillos que se observan muchas veces sin siquiera excavar. Desde la visión popular se siguen comentando fabulas entretenidas al igual, que muchos coleccionistas guardan fósiles, con forma de conchas de mar, mejillones, caparazones de tortuga, caracoles o jutes, rastros en roca de peces atrapados en el tiempo. Si bien es cierto, en varios municipios aledaños al centro- norte de Comayagua, es La Libertad, donde existe mayor evidencia.

El talentoso investigador Pompilio Ortega, nacido en La Libertad, en su célebre libro (Patrios Lares), refiere “al occidente del pueblo de La Libertad, del departamento de Comayagua, hay un cerro muy pedregoso; en ciertos lugares como vetas de unas piedras, que tienen exactamente la forma de un caracol pequeño, o de un tornillo de donde les viene el nombre. Es seguro que estas piedras son fósiles, tienen un color plomizo, muy pesadas, pero no son muy duras, a pesar de tener mucha sílice. Al frotar un tornillo con otro, se siente un fuerte olor a petróleo, por cuya razón muchos creen que, en aquel lugar, o cerca debe haber yacimientos de este precioso líquido”. En fechas recientes el historiador José David Cáceres, sostiene “El Mar de Esquías fue una porción de agua que cubrió los departamentos de Comayagua, Intibucá, Santa Bárbara, Yoro y Cortés durante millones de años. Aunque las fuentes para su estudio son escasas en el país, es común encontrar menciones a las formaciones geológicas de Centroamérica en escuelas de paleontología o geología de Estados Unidos. Las primeras menciones comienzan en 1969 cuando Mils, Feray, Hugl y Swolfs publican Estratigrafía de la Era Mesozoica en Honduras, que constituye un estudio innovador de la Honduras Mesozoica; también, del proceso de formación de los estratos o capas de suelo en el país. Su libro cuenta con varios mapas que hacen referencia a Honduras hace millones de años. En sus palabras: Al finalizar el Cretácico tuvo lugar una invasión poco profunda del mar Caribe en la cuenca de Ulúa, interrumpiendo localmente la sedimentación de mantos rojos del grupo “Valle de Ángeles”. Entre finales del cretácico y el Eoceno, se depositó en este mar poco profundo una capa, de hasta 300 metros de espesor, de lutitas negras y calizas lutíticas fosilíferas que comprenden la Formación “Esquías”. El mar “Esquías” probablemente irrumpió a través del Valle de Sula y posiblemente a través del Valle de Aguán. Las figuras muestran el supuesto alcance de la irrupción, determinado de acuerdo con las áreas de afloramiento de la Formación “Esquías”. (Para ampliar ver Mils et al 1969). En palabras del geógrafo Carlos Héctor Sabillón, “La existencia de fósiles marinos es una prueba irrefutable que toda esta parte de Honduras, estuvo invadida por el mar hace millones de años, área que corresponde a la formación Esquías, donde predominan las rocas calizas ”.

Detalles de murales en La Libertad, Comayagua. Tomada de la Red.

La iglesia de La Liberad

Se trata de un edificio rectangular, se define por una nave amplia a dos aguas, en su interior se distingue un altar en madera de color, que data de mediados del siglo XX, dedicado a la patrona Santa Ana, sus dos altares laterales son más recientes. Este templo fue erigido en parroquia desde julio de 1926, anteriormente estuvo adscrita a la parroquia del “Smo. Rosario de Opoteca”. La fachada de la iglesia de La Libertad, tiene un estilo neoclásico bien logrado, se distinguen en ella, una serie de ocho columnas adosadas, con capiteles simétricos creativos, los adornos recorren todo el cuerpo. En sus laterales destacan dos torres campanarios, no tan altas, pero bien logradas, en la torre del lateral izquierdo guarda dos campanas. Sobre el cuerpo principal se distingue un frontón triangular, donde se encuentra una pequeña imagen de Santa Ana.

La Libertad y su feria patronal

Desde la tradición católica, Santa Ana es la abuela de Jesús, se le conoce como la patrona de las mujeres embarazadas y de las mujeres que padecen de esterilidad, su festividad se lleva a acabo del 24 al 31 de julio. En el caso de La Libertad, se realizan todo tipo de actividades donde se funcionan elementos mágico religiosos, con asegurada participación. Se llevan cabo desfiles, procesiones, encuentros deportivos, juegos mecánicos, carreras de cintas, coronaciones, encuentros deportivos, sin faltar las fiestas bailables y abundante quema de pólvora. Al rededor del bonito parque, que luce remodelado, se instalan carpas temporales con diversidad de ofertas.

Pompilio Ortega y Luis Landa. Figuras prominentes de la intelectualidad hondureña. Sus aportes siguen siendo fuente de consulta para estas y próximas generaciones. Agradezco el envío del colega, Wilfredo Caballero.

Pompilio Ortega, un liberteño que trascendió a su tiempo

Nació el 15 de diciembre de 1890 en el municipio de La Libertad, Comayagua. Su vida trascendió gracias a su labor docente, que le permitió viajar a la Universidad de Notre Dame Estados Unidos para convertirse en ingeniero agrónomo. El investigador Adalid Martínez, nos lo recuerda, “don Pompilio se desempeñó como director de la Escuela Central de Varones, construyó con préstamos y recursos económicos propios la Escuela de Agricultura de Coyucutena. En 1943 fue llamado para ocupar la Dirección General de Agricultura y asumir la creación y dirección de la cartera de caficultura. Desempeñó también el cargo de subsecretario de Educación en el gobierno interino de Vicente Tosta. Se distinguió por ser un excelente educador. Publicó seis cartillas sobre agricultura, una de divulgaciones científicas, una aritmética, textos de lectura y escritura para escuelas rurales, además de haber sido autor de la obra Patrios Lares, en la que recoge tradiciones del folclore nacional, orientadas en su mayoría a alimentar la espiritualidad y la identidad nacional. Fundó en Honduras la primera tropa de Boy Scouts, fue un entusiasta folclorista.” A la fecha Pompilio Ortega, es sinónimo de referencia obligada en el fortalecimiento del folklore hondureño, al igual que constituye un ejemplo de emprendedurismo y compromiso, se forjó y trascendió cuando las condiciones educativas y políticas del país eran críticas. Con justicia el principal instituto de su pueblo natal, lleva su nombre. Al igual que otros brillantes hondureños de ese entonces, también merece una obra biográfica. Extrañamente, no existe en el parque de La Libertad, un busto en su honor, tampoco fue incluido en los bonitos y coloridos murales elaborados en fechas cercanas.

La sala del palacio municipal

El edificio de la Alcaldía Municipal es moderno y amplio, localizado donde estuvo el primer edificio desde principios del siglo XX. Durante la extensa gestión edilicia de Benito Velásquez, más el liderazgo de Tránsito Romero y el apoyo de muchos vecinos, se logró establecer una Sala de Exhibición, donde se muestran una serie de fósiles marinos, que tanta notoriedad le han dado al municipio, y esta iniciativa podría desembocar en la creación de un Museo de Historia Natural, donde se aglutine información de La Libertad y municipios vecinos. Otra meritoria decisión de estas autoridades fue la de preservar una serie de documentos históricos, tanto que ahora ya se muestran en “papel tapiz transparente” y encuadernados. Así pudieron salvarse de la carcoma y el abandono documentos relacionados con la escrituración de propiedades, que datan de 1899 y 1900 en adelante, con la ventaja que ya catalogados el publico puede consultarlos. Aunque colocar tapiz transparente sobre los documentos, no es lo recomendable según las normativas de conservación de papel antiguo, es aplaudible la labor de los recordados funcionarios. Celebró las valoraciones de Tránsito Romero, cuando sostiene “La historia de un pueblo es como quien dice la vida o el comienzo para saber de dónde venimos, por eso, yo traté de formar este archivo, de formar este pequeño museo, para tener que contarles a nuestros hijos, nietos y visitantes”.

Un enjambre sísmico para considerar

La Libertad, Ojos de Agua, Lajas, entre otros, en los últimos meses han sido noticia por la serie de eventos sísmicos repetitivos, que en sus dominios se han registrado. Es oportuno sugerir a los pobladores sobre los riesgos existentes, es aquí donde la sociedad civil y los gobiernos locales, deben liderar campañas de concientización, sin caer en estados de pánico colectivo. Ya sabemos, que La Libertad es uno de los tres municipios más vulnerables de Honduras.

A Etna Elizabeth León, como muestra de perdurable gratitud.

La cueva de Mamá Chepa, La Libertad, noviembre, 2023

*Historiador, con estudios de Antropología Cultural. Se desempeña como director de Gestión Cultural en el Centro Universitario Regional de Occidente, (CUROC) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Docente investigador de la Universidad Pedagogica Nacional Francisco Morazán en Santa Rosa de Copán.

1 Informe de viaje al Municipio de La Libertad. Pinot, Riccy Pamela y Flores, Saraí Marleny.
UPNFM, mayo, 2011.
2 Medida de origen anglosajón, adoptada por el Estado hondureño, desde las primeras constituciones.
Una legua equivale a 4.8 kilómetros. Según Vallejo, La Libertad dista de Comayagua a
48 kilómetros, pero mediciones más precisan registran 42 kilómetros de carretera asfaltada.
3 Vallejo, Antonio R. Anuario Estadístico de Honduras, Correspondiente al año de 1889. Editorial
Universitaria, UNAH, Tegucigalpa, 1994. Página 20
4 Patrios Lares, Ortega, Pompilio. Imprenta Calderón. Tegucigalpa, 1946 Página 45. Libros manuscritos
se encuentran en La Universidad de Michigan, Estados Unidos.
5 Conversaciones en off, CHSP- noviembre, 2023.
6 Ver artículo sobre La historia de la Escuela de Agricultura “Pompilio Ortega”, de Adalid Martínez,
en la Revista Aprender Produciendo. Macuelizo, Santa Bárbara, Julio, 2006
7 Entrevista en off con don Transito Romero, diciembre, 2008

 

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