Los comerciantes de nuestros pueblos
Hasta muchas décadas antes, en la generalidad de nuestras poblaciones se carecía de comunicaciones, de toda clase tanto terrestre, aéreas, como de otros medios de comunicación salvo la de una oficina de telégrafo, donde llegaban mensajes muchas veces, mal redactados que había que descifrar su contenido. Si conservamos un medio de comunicación y esta era la bestia mular o caballar.
Caso especial es de quienes se aventuraban a incursionar en labores comerciales que tenían que caminar muchos kilómetros para llegar a su sede, al escribir esto, me trae infinidad de recuerdos, lo que sucedía por aquellas zonas del departamento de El Paraíso, donde los escasos comerciantes de la época, tenían que realizar tareas titánicas para la llegada de mercaderías para la venta.
Recuerdo el tropel de aquellas bestias, ya cuando el día llegaba a su ocaso y las horas de la noche hacían presencia, llegaban aquellas mulas en una totalidad de 8,10 cargadas de mercadería para su venta, en esos tiempo desempeñaban labores comerciales los hermanos Aguilar. Isaías Aguilar y Cruz del Carmen, don Isaías, caminaba en una elegante mula, ya casi siempre en horas de tarde, a su paso siempre repartía saludos, recuerdos ,y la gente expresaba hay va don Isaías ,conservaba visión empresarial, pues ya para esa época tenía, que se desayunaba, almorzaba y cenaba con un lempira, conservaba inversiones en su pueblo natal, y Orocuina y la ciudad de Choluteca, sin olvidar las inversiones en el campo agrícola y ganadero, Cruz del Carmen, en cambio, conservaba negocios solo en su tierra natal.
Traigo a colación estos hechos por lo que sucede de hoy en día, con los medios de comunicación que como lo he expresado en trabajos anteriores a pesar del crónico subdesarrollo, será por la influencia del exterior la respuesta se la dejamos a nuestro lectores, hoy contamos con medios, en la generalidad de comunidades o de pueblos, siendo los mismos que de hoy en día están en los centros urbanos.
Especial mención nos, merecen las comunicaciones terrestres, estas comunicaciones están casi la totalidad de nuestros poblados y se ha llenado de tráfico vehicular, de toda clase, desde vehículos de lujo, de trabajo, de motocicles, de todo tamaño y clase, que hasta provocan accidentes en pueblos y caseríos.
Cuando reparo en lo que vemos, con lo que vivimos, en el pasado, que montamos en los burritos “asnos” o el caballo y la mula a largas distancias, cargando maíz o frijoles, concluyo en dos hechos. El primero es que para nosotros era imposible llegar a conservar estos logros de hoy en día, “lo mirábamos como algo utópico sin embargo, recuerdo las palabras del genio cubano José Martí: Las utopías de hoy son realidades del mañana, y lo segundo, es que, del caballito cansado, que conservábamos pasamos saltando a los automóviles de trabajo y de lujo, de elevados costos.
Manuel Aguilar Palma
Periferia de San Miguel de Heredia
