Es el amor de Cristo que se anida en el corazón limpio y hermoso de Celie, es su fe y su inquebrantable esperanza en una vida mejor, es ese sentimiento profundo a prueba del tiempo y de la crueldad humana que sufre por su amada hermana Nettie. Es su relación afectiva y providencial, cual, si fuesen ángeles con la rebelde Sofía, y con Shug Avery, una impetuosa cantante de jazz que contribuirá a darle un vuelco total de liberación, redención y superación a su hasta entonces insufrible vida sometida a violaciones, vejaciones, relaciones incestuosas, dominación y violencia doméstica.
Hablamos del cálido y humanístico filme, “El color púrpura”, una película dramática musical estadounidense dirigida por el ghanés Sam Blitz Bazawule a partir de un guion de Marcus Gardley, basada en el musical teatral del mismo nombre, que a su vez se basa en la novela homónima de 1982 escrita por Alicia Walker. Es la segunda adaptación cinematográfica de la novela, después de la película de 1985 de Steven Spielberg, quien junto a Quincy Jones regresan para producir esta versión, en compañía con los productores del musical Scott Sanders y Oprah Winfrey, la última de las cuales también protagonizó la película de 1985 interpretando el papel de Sofía.
Las dos horas y veinte minutos de metraje de la nueva versión, “combinan la habitual construcción dramático-narrativa con la cuantiosa presencia de espectaculares números de canto y baile. Cada uno de ellos de diferente índole, textura e intención”, –Daniel Barrado Gómez. https://soydecine.com/-, pues se aprecian bellísimas y rítmicas canciones inspiradas en el gospel, el blues, el jazz y el pop, que bien hubiesen merecido una nominación al Oscar en este apartado.
Ambientada a comienzos del siglo XX, la historia sigue a Celie (interpretada por una magnifica Fantasia Barrino), una joven mujer negra que vive en Hartwell, Georgia, donde ella, y su hermana Nettie (Halle Bailey, de joven), padecen el duro momento racial del año 1909, además del constante abuso por parte de su padre viudo, Alfonso. Mal trato físico y también sexual, que deja embarazada a Celie en dos ocasiones.
Celie es forzada por su tirano y abusivo padre a tener que dar en adopción a estos bebés, de nombre Olivia y Adán, respectivamente. Además, de tener que casarse a cambio de una vaca con el granjero Albert “Mister” Johnson (Colman Domingo. “Ma Rainey’s Black Bottom”, “Rustin”), otro déspota que la esclavizará y la tratará como un trapo viejo y sucio. Tiempo en el cual, perderá todo contacto con su amada hermana Nellie, que se ha trasladado al África con sus patrones que ejercen una labor social en aquellas lejanas comunidades. Con los años, dos mujeres inspiradoras asoman en la vida de Celie: Sofia (Danielle Brooks, nominada al Oscar como Mejor actriz de reparto), mujer rebelde que se casa con Harpo, hijo de Míster, y Shug Avery (Taraji P. Henson, “Talentos ocultos”, “El curioso caso de Benjamin Button”), querida del Mister.
Mujeres que le apoyarán para rescatarla del infierno en el que se encuentra encerrada, y le harán descubrir que existe un vasto mundo diferente ahí fuera, repleto de posibilidades, que la empoderarán como mujer, y le harán cambiar su estatus, sobre todo, cuando se le informe de la última voluntad de su verdadero progenitor. De su elenco, me resta destacar a dos protagonistas: Louis Gossett Jr. El papá de Mister Johnson. Le recordamos a Louis Gossett Jr., como el sargento Emil Foley en “Oficial y caballero”. Papel por el recibió el Óscar al mejor actor de reparto; y el Globo de Oro en la misma categoría.
Y, por otro lado, un cameo de Whoopi Goldberg, marcando un vínculo simbólico entre el elenco original y la nueva generación. La escena ocurre al principio de la película, cuando una adolescente Celie (Phylicia Pearl Mpasi), embarazada de su segundo hijo, entra en trabajo de parto. Su hermana Nettie (Halle Bailey) corre a buscar a la partera local, interpretada por Goldberg. “Lo estás haciendo muy bien, Miss Celie. Solo necesito que empujes una vez más” dice Goldberg, facilitando el parto a la joven.
Como todos sabemos, “El color púrpura”, de Steven Spielberg (por cierto, con 11 nominaciones al Oscar, y al final no obtuvo ninguna), dio a conocer en todo el mundo a Whoopi Goldberg, interpretando el papel Celie. Concluyo con las palabras de Barrado Gómez, esta versión de Blitz Bazawule es “Una epopeya vibrante, de fuerte carácter reivindicativo, capaz de concienciar, entretener y emocionar al mismo tiempo”. Mi opinión: Me encantó su puesta en escena, su contagiosa música y sus regias actuaciones. Muy buena película, digna de verse.
