¿VESTIDA?

MA
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6 de abril de 2024
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12:20 am
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¿VESTIDA?

SUELO conversar con mis alumnos –mensaje del amigo académico– acerca de la importancia de distinguir “lo vital” de “lo trivial”. Aporta un relato del profesor Premio Nobel de Física, preferido de su generación: Cuando él era un niño, en un paseo por el bosque (sin la interrupción de chunches tecnológicos), su padre le había explicado que, “no es ciencia saber el nombre de un pajarito, –que en inglés, chino o español, sería distinto– ciencia es entender por qué vuelan los pájaros”. “Por eso –agrega el amigo académico– cuando escribo, me gusta mucho utilizar la expresión: ‘quizás’”. “A mi memoria la traicionan los detalles –les digo– pero lo que voy a contarles es verdad”. Una lectora del colectivo: “Yo creo algo, verdad no solo hay una, hay miles en el camino, pero es la misma y cada quien usa el camino que mejor le parece”. “Entonces, cuando alguien habla de la verdad no hay doctrina que la niegue”. “Pero hacemos más caso si lo dice un filósofo con nombre extraño o si lo dice alguien con poder”. “Creo que, sí se sabe lo que es verdad, pero no es tan llamativa ni dulce como la mentira que todos prefieren creer”. “Por eso es que la verdad parece tan sencilla, pero la pregunta es ¿quién conociéndola, logra aplicarla?”.

Lo que nos hace recordar la historia –enviada por otro miembro del colectivo– publicada meses atrás: “Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron”. -“Buen día, dijo la mentira”. -“Buenos días, contestó la verdad”. -“Hermoso día, dijo la mentira”. “Entonces, la verdad se asomó para ver si era cierto”. “Lo era”. -“Hermoso día, dijo entonces la verdad”. -“Aún más hermoso está el lago, dijo la mentira”. “Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió”. “Corrió la mentira hacia el agua –continúa el cuento– y dijo: -El agua está aún más rica; nademos”. “La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba sabrosa y confió en la mentira”. “Ambas se desvistieron, se sacaron las ropas y nadaron tranquilas”. “Al rato salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue”. “La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira, comenzó a caminar sin ropa y todos se horrorizaban al verla”. “¿Será qué, por ello, aún hoy en día, se prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo?”. (Fin del cuento). Una leída amiga llama la atención sobre el libro de Jonathan Haidt y Greg Lukianoff, “The Codding of the American Mind”. “Algo extraño está sucediendo en las universidades. Alumnos que dicen defender ideas progresistas abuchean a políticos y conferenciantes y les impiden hablar. Muchos estudiantes son reacios a exhibir sus opiniones y a discutirlas con franqueza”.

“De un tiempo a esta parte, lo que debería ser el “gimnasio de la mente” está lleno de personas que rehúyen el debate y el pensamiento crítico”. “Ello –sostienen los autores– se debe a tres ideas equivocadas que se han introducido en el subconsciente de muchos jóvenes, y no tan jóvenes, que creen defender una visión generosa e inclusiva de la educación”: 1. “Lo que no te mata te hace más débil”. 2. “Debes confiar siempre en tus sentimientos”. 3. “La vida es una lucha entre las personas buenas y las malas”. “Abrazar estas falsedades, y con ello propugnar una cultura de la seguridad en la que nadie quiere escuchar argumentos que no le gustan, interfiere con el desarrollo social, emocional e intelectual de los jóvenes”. “Son frágiles, híper susceptibles y maniqueos”. “No están preparados para encarar la vida, que es conflicto, ni la democracia, que es debate”. “Van a pegar de bruces al fracaso”. (Otra variación –entra el Sisimite– de aberraciones dogmáticas. -Menos mal –interviene Winston– que en nuestras conversaciones aplicamos el ejercicio dialéctico. -Claro –interrumpe el Sisimite– para que vos sepas cuál es la verdad. -¿La verdad tuya –replica Winston– o la mía? -Pues si es verdad –irrumpe el Sisimite– debe ser la mía. Y cuidadito salís con otro de tus sarcasmos. -¿La verdad desnuda –se defiende Winston– o la mentira vestida con la ropa de la verdad?).

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