OTRA vez el primer ministro reunió su gabinete de guerra para debatir sobre cuál sería la “oportuna represalia” a tomar en respuesta al ataque con drones y misiles perpetrado por Irán el fin de semana. No esperen que “vayamos a quedarnos de brazos cruzados” advirtieron a la “preocupada comunidad internacional” que, ansiosa e intranquila, ha repicado con el consabido surtidor de llamados de contención y moderación a Israel. La expectativa, sobre lo que pueda suceder ahora, después del pirotécnico espectáculo –cuando el escudo defensivo israelí, con asistencia de los Estados Unidos, interceptó y derribó en el aire, antes que pudiesen hacer estragos en los objetivos de tierra, el 99% de las bombas voladoras que les lanzaron– mantiene en vilo a los nerviosos espectadores dentro y fuera de la convulsa región. El líder de la mayoría del Senado norteamericano –a raíz del escalonamiento de hostilidades en el Medio Oriente, a pedido del Salón Oval– anunció que se ha avanzado “un consenso”, entre la Casa Blanca y los líderes del Congreso, para aprobar el envío de ayuda tanto a Israel como a Ucrania”.
(¿Te enteraste –entra el Sisimite– qué, así como acostumbran moverse las cosas, con toda parsimonia hasta que algo explota, obligando a volver a poner atención a lo olvidado, al fin se acordaron de Ucrania? -Así parece –asiente Winston– los alemanes acaban de aprobar un tercer sistema de defensa aérea Patriot, atendiendo el ruego desesperado de Zelenzkiy. El acorralado presidente ucraniano alertó que “el impulso en el campo de batalla cambió a favor de Rusia, después de más de dos años desde que lanzó su invasión en febrero del 2022”. Repetidamente, ha insistido con la OTAN y los Estados Unidos que necesita “25 de los sistemas Patriot estadounidenses para cubrir todo el país, que está bajo el ataque de misiles balísticos e hipersónicos rusos que pueden alcanzar objetivos en cuestión de minutos”. -¿Será la estrategia rusa –inquiere el Sisimite– la guerra prolongada, hasta el cansancio? –Sin duda –responde Winston– no ignoran que el interés de las cadenas noticiosas internacionales, y del mundo entero, solo es en el instante álgido y de mayor intensidad, cuando estalla el conflicto armado, pero ya transcurridas semanas y meses de la refriega, se aburren. Y sin la presión noticiosa del escándalo, “la preocupada comunidad internacional”, que asiste a la víctima, igual va perdiendo interés. Atentos de dónde revienta otra guerra que opaque la anterior. -Pues, igual –interrumpe el Sisimite– ocurre con el conflicto entre Israel y Palestinos –que cobra cientos de vidas humanas, la mayor parte de ellas civiles y víctimas inocentes– otra masacre escalofriante).
(¿Y supiste –prosigue el Sisimite– qué sucedió en la reunión convocada de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU? -Estuve escuchando –responde Winston– el intercambio de mutuas acusaciones de quienes son los culpables de la desestabilización en la región y las hipocresías. El preocupado Secretario General habló para decir que “no puede permitirse otra guerra”. O sea, el consuelo, como que es suficiente con las que ya hay, sobre las cuales poca ha sido la influencia de esos entes burocráticos internacionales por detenerlas. -Pero el embajador ruso –informa el Sisimite– hizo un llamado a la calma. Aunque no dejó de mencionar “la hipocresía y el doble rasero del Consejo de Seguridad –casi da vergüenza mirar– ante el hecho que el ataque a Israel haya merecido una sesión urgente, incluso en domingo, pero ninguna (¿se quedarían mudos?) cuando rusia exigió una similar tras el presunto bombardeo de Israel a Damasco”. -Jue –Winston sorprendido– ¿y nadie reclamó la hipocresía de ver hipócritas en los demás mientras se sigue, como si aquello fuera poca cosa, con la invasión de Ucrania? -¿Y sobre la guerra en Gaza –agrega el Sisimite– no es que todos pidieron un alto al fuego? -¿Y ahora –suspira Winston– en qué descansa la atención de la “preocupada comunidad internacional”? ¿En el alto al fuego –que no ha habido– en la imparable guerra en Ucrania –que nadie detiene– o pendientes de la represalia de Israel, si ya alertó que no va a quedarse de brazos cruzados?).
