Pistoleros suben a “rapidito” para ultimar a un pasajero
Un pasajero de autobús “rapidito”, tipo ejecutivo, fue ultimado en la unidad de transporte cuando transitaba por el bulevar Fuerzas Armadas, a la altura del Instituto Central “Vicente Cáceres”.
Un joven que se transportaba como pasajero en una unidad de transporte del servicio ejecutivo o “rapidito”, fue ultimado a balazos en un tramo del bulevar Fuerzas Armadas, de Comayagüela.
Personal forense, agentes de la Policía Nacional y fiscales del Ministerio Público (MP), identificaron ayer mismo a la víctima como Darwin Gustavo Reyes Amador, de 32 años, con origen y residencia hasta ayer desconocidos.
El cuerpo de Reyes Amador ayer por la tarde seguía en calidad de depósito al interior de la morgue capitalina, porque al predio forense no habían llegado parientes a reclamarlo.
De la víctima solo se pudo establecer que viajaba como pasajero a bordo de un “bus” registro 887, de la ruta Cerro Grande-San Felipe.
Reyes Amador, vestía una calzoneta café, una camisa amarilla y calzaba tenis, portando una mochila con prendas personales, una pequeña Biblia, y una hoja emitida por la Policía Nacional de suspensión de denuncia por el delito de robo.
ATAQUE DIRIGIDO
El hecho ocurrió ayer a eso de las 7:30 de la mañana, cuando la unidad de pasajeros transitaba frente al Instituto Central “Vicente Cáceres” y la colonia El Álamo.
Al automotor lleno de pasajeros se subieron dos sujetos, haciéndose pasar como usuarios y, según testigos, se dirigieron al asiento donde iba sentado Reyes Amador.
De acuerdo con algunos testigos, uno de los individuos sacó un arma automática y sin mediar palabras disparó en tres ocasiones contra el joven, provocándole la muerte al instante.
Los pistoleros se bajaron corriendo del autobús para escapar del sector con rumbo hasta ayer desconocido por la Policía Nacional.
HISTERIA COLECTIVA
Al presenciar el crimen, los otros pasajeros comenzaron a gritar nerviosos, armándose histeria colectiva dentro de la unidad de transporte, mientras algunos creían que era un asalto y otros que podría tratarse de un crimen por encargo o sicariato, porque los criminales solo se dirigieron a la víctima y se dieron a la fuga.
En medio del caos, el conductor se limitó a estacionar el “rapidito” frente a la estación de autobuses de la ruta de la colonia Tiloarque.
Los demás usuarios velozmente se bajaron corriendo del carro, quedando el conductor solo con la víctima que yacía en uno de los asientos, presentando balazos en la cabeza.
Minutos después patrullas policiales llegaron al lugar para asegurar el área y recolectar evidencias en busca de pistas que ayuden a capturar a los responsables del crimen.
Al principio se maneja como un intento de asalto, al cual se opuso la víctima, situación que prácticamente ayer fue descartada por agentes de investigación, ya que Reyes Amador a la hora de levantar su cadáver tenía sus pertenencias personales. (JGZ)
