Por Mario E. Fumero
Constitucionalmente los ejércitos han sido creados para proteger la integridad y la soberanía nacional, y defenderla de cualquier agresión externa, pero en tiempo de paz, no tiene sentido que estén en los cuarteles, haciendo nada, cuando hay tanto que hacer en el país, principalmente cuando viven en el subdesarrollo y crisis social de seguridad en muchas áreas, como ocurre en Honduras, que no es la excepción.
El gobierno ha decidido sacar a los militares de los cuarteles para desempeñar diversas funciones dentro de la sociedad civil, tanto en el área agrícola, como en la protección del bosque, así en el desarrollo nacional de infraestructura y seguridad, pero el problema que hay, y que deben de afrontar los altos mandos del ejército es la mentalidad del soldado frente a su relación con los civiles, aunque sabemos que el Presidente de la República es la máxima autoridad del ejército aunque es un civil.
Recientemente en el Proyecto Victoria tuvimos unos militares cuyo propósito era cuidar el bosque y apoyarnos en algunas áreas de seguridad dentro del programa, sin embargo, la mentalidad de estos soldados era que no obedecían órdenes de civiles y que solo estaban para proteger el bosque, que tristemente era lo menos que hacían. Al tratar de pedir el apoyo en otras áreas dentro del programa, su respuesta era que solo obedecían órdenes del comandante, y no tenían que someterse a los civiles, esto nos obligó tristemente a prescindir de ellos, disminuyendo la seguridad de los internos, ya que solo vivían para pasear por la aldea, y ni el bosque cuidaban, rompiendo aun las reglas internas del programa.
Uno de los problemas grandes que tiene que enfrentar el alto mando del ejército es que muchos de los soldados no viven coherentes con el uniforme que llevan, ya que fuman, beben, van detrás de las mujeres y andan pegados a los celulares todo el tiempo, no desempeñando una labor de apoyo a la sociedad civil, ya que alegan que ellos solamente se sujetan al mando militar. Esto no ocurre solo aquí, sino en otros lugares donde se les ubica para apoyar a la comunidad, a menos que haya un oficial con ellos para mantener la disciplina, algo que no debería de ser necesario.
Si los soldados van apoyar a la sociedad civil, deben entender la mentalidad de la sociedad civil, y no esperar que la sociedad civil actúe como militar, ni tampoco esperar que los civiles traten a los soldados como civiles, pero sí como ciudadanos que están prestando una labor social a la comunidad dentro del ejército, lo cual requiere romper esa barrera entre civiles y militares, y entender que el soldado en el cuartel está sometido a un régimen de disciplina militar y no civil, pero deben entender que al prestar servicios a la población, deben adaptarse a la mentalidad y autoridad civil, aunque conserve la disciplina militar.
Esto envuelve que las órdenes dadas en un mando militar, en ciertas circunstancias, pueden ser ignoradas, principalmente cuando hay que ayudar o prestar un servicio fuera de lo encomendado dentro del marco civil. Como ilustración pondré el ejemplo de las enseñanzas de Jesús en relación al pastor que tenía que cuidar 100 ovejas, pero una de ellas se fue por un despeñadero, y tuvo que dejar las 99 para ir a rescatar a la que estaba en peligro.
Yo espero que el alto mando militar, si va a lanzar a los soldados para apoyar labores civiles, lo conciencien en cuanto al respecto de los civiles y la diferencia que hay entre estar en un batallón, o en una comunidad civil colaborando con los ciudadanos comunes en áreas seculares. Si no logramos romper esta barrera conceptual entre civiles y militares, los conflictos se harán agudos, y debemos enseñarles a los soldados los valores concretos en cuanto al comportamiento en relación a su conducta social, respecto al cigarrillo, el alcohol y el uso excesivo de un celular al estar prestando servicio, y lo más importante, el respeto a las mujeres, y a todo ciudadano, porque deben honrar el uniforme que visten, que es símbolo de integridad, respeto y servicio a la patria.
[email protected]
www.contralaapostasia.com
