“Milagroso” tubo suple de agua las 24 horas a cientos de capitalinos

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20 de enero de 2020
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05:10 am
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“Milagroso” tubo suple de agua las 24 horas a cientos de capitalinos

Unas 100 personas al día se bañan en el chorro de agua que sale del tubo.

Por: Erlin Cruz
Fotos: Marino Escoto

Mientras muchos capitalinos hasta se toman las calles para exigir que les distribuyan agua potable, aunque sea una vez a la semana, cientos de colonos que viven en las riberas del río Choluteca tienen un “oasis” gratuito que pasa desapercibido, en el centro de Tegucigalpa.

A la distancia, al ver una fila de camiones cisterna junto al afluente, los peatones se preguntaban: ¿de dónde sacan agua esas pipas que salen llenas del río Choluteca? Bueno, la repuesta se descubrió. Hay un tubo “milagroso” en medio de un muro de piedras, de más de cuatro metros de altura, del cual brota el agua las 24 horas del día.

En ese lugar, cercano al puente Soberanía, es normal ver a numerosas personas que salen con el pelo mojado, bien bañadas y con toalla al hombro. Las mujeres llevan bojotes de ropa lavada y muchos hombres cargan tambos llenos del líquido, porque según dicen, es agua limpia.

Los usuarios de esta fuente de agua amarran un balde con un lazo para recolectar el agua que cae del tubo.

SUBEN Y BAJAN CUBETA

Como el tubo queda a media altura del muro, la gente utiliza una cubeta amarrada con un lazo para bajarla, colocarla junto al chorro y luego subirla al nivel de la calle, cuando ya está llena. Evitan llegar a la orilla del río para no sumergirse en sus aguas contaminadas ni ser atacados por drogadictos y malvivientes que merodean la zona.

Pobladores de unas cinco colonias se abastecen de ese tubo, entre estas, el barrio Sipile, colonia Soto, El Chile y zonas vecinas a los mercados de Comayagüela.

Sin embargo, el chorro también les sirve a decenas de motoristas que aprovechan para lavar en la calle buses, taxis y carros particulares, además, llevan barriles llenos de agua.

El tubo también es aprovechado por dueños de cisternas que se abastecen del líquido vital de forma gratuita y que luego lo venden a los pobladores de los barrios y colonias de la capital más afectados por los racionamientos de agua.

Los pobladores y comerciantes de los mercados se abastecen del vital líquido.

PROVIENE DE EL PICACHO

¿De dónde proviene esa agua tan limpia que sale del tubo y cae sobre las aguas sucias del río Choluteca? Nada más y nada menos que de la represa de El Picacho, porque las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) lo colocaron hace muchos años, como forma de desagüe, cuando la represa rebalsaba, según aseguran los usuarios.

Otros afirman que ese ducto quedó roto después de los embates del huracán Mitch, porque cruzaba hasta las colonias vecinas como La Soto, pero solo quedó un pedazo en este extremo de donde sale el agua.

Al respecto, doña Ibis Cálix, quien vive en la orilla de calle que pasa por la ribera del río, manifestó que esa fuente de agua ayuda de mucho porque resuelve un problema frente a un río de “agua juca”.

“Tengo 20 años de vivir aquí y el tubo ya estaba y desde entonces nosotros y muchas personas de estas colonias vecinas nos abastecemos de aquí, así como los buseros y los taxistas vienen a lavar sus carros”, relató Cálix.

Agregó que “aquí, a diario se bañan unas 100 personas, principalmente la gente que duerme en la calle”.

La pobladora Ibis Cálix demuestra que el agua es apta para el consumo humano.

EL MITCH ROMPIÓ TUBERÍA

Recordó que “cuando pasó el Mitch, quedó ese tubo con chorro de agua y ahora la gente viene con sus cisternas a llenar agua para vender, porque esta agua nadie la gasta”. Añadió que algunos conductores de los carros que llegan a llenar agua la ocupan para venderla y otros para el sustento de sus casas, pero otros se vienen a bañar.

La pobladora indicó que “toda esa gente del mercado viene a llenar agua aquí, por eso nosotros no queremos que cierren el tubo, porque si no, nos van a dejar en seco bebiendo agua del río Choluteca”.

El chorro es casi permanente, pero aseguró que en los últimos años, para el mes de abril, ya no cae agua. “Yo tengo que ir a comprala al mercado a cinco lempiras el balde, pero cuando viene el invierno, vuelve a caer el gran chorro”.

Cálix pidió que “ojalá no vengan a quitarnos el agua, porque hace dos años los del SANAA cerraron el tubo, pero el agua se rebalsaba y lo volvieron a abrir”, manifestó, en presencia de los técnicos de la estatal del servicio, que llegaron para medir cuánta agua se desperdicia por ese ducto.

Los técnicos del SANAA realizan la revisión del tubo que abastece de agua a más de cinco colonias.

TÉCNICOS DEL SANAA
Debe ser cerrado, bota 30 litros por segundo

El personal técnico de Control de Pérdidas del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) iniciará el proceso de cierre del tubo que abastece de agua a cientos de familias en la orilla del río Choluteca.

Lo anterior fue manifestado por el técnico de Control de Pérdidas del SANAA, Rosendo Reyes, quien lamentó que el agua no está siendo bien aprovechada, ya que en el día lavan carros y en la noche se bota sin ningún uso.

“Se trata de un tubo de cuatro pulgadas que bota 30 litros de agua por segundo y no se puede seguir desperdiciando, porque el servicio se está racionando en toda la ciudad y aquí se desperdicia”, señaló Reyes.

Añadió que “ya encontramos esta fuga de agua, ahora queda eliminar todo eso y mejorar, porque puede ser que esté dañada la válvula o que la tubería pueda tener una rotura”.

Según afirmó, se trata de agua consumible, está probada y es potable y el trabajo de la cuadrilla es resolver todos esos problemas de fuga de agua.

Los trabajadores de los trasportistas halan agua todo el día para lavar sus unidades.

POR PROBLEMAS DE TUBERÍAS
Al día detectan hasta 10 fugas de agua

El técnico de Optimización Operativa del SANAA, José Cálix, manifestó que en la capital a diario encuentran entre ocho y 10 fugas de agua por problemas de tubería.

“Encontramos entre ocho y 10 fugas de agua en la capital, debido a que la misma gente llama para reportar esos problemas, unos más grandes que otros, que se solucionan”, afirmó Cálix.

Añadió que es incalculable la cantidad de barriles que se desperdician por problemas de fuga de agua, la mayoría es en el interior de las viviendas, propiedades privadas o en la calle.

Actualmente, el nivel de la represa Los Laureles cuenta con el 75 por ciento de su capacidad, equivalente a 7.8 millones de metros cúbicos, mientras que el embalse La Concepción tiene 14.9 millones de metros cúbicos, correspondientes al 41 por ciento.

Algunas personas recogen desechos de las aguas contaminadas de la quebrada El Sapo y luego los lavan en el agua limpia que viene del tubo del SANAA.
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