Miramonte
En Honduras, el derecho y la justicia no son lo mismo; esto se evidencia cuando en un proceso penal, quien desfalcó a más de 90 afiliados del Colegio de Abogados fue sentenciado a 8 años de prisión, siendo los casos judicializados como un todo, pero, a una señora política, delincuente también, le individualizaron los casos para penarla con 58 años de prisión, hay derecho, pero no hay justicia igualitaria; el individuo común siente que dependiendo de la situación económica, política y de compadrazgo, así será tratado, quien no tiene medios económicos disponibles ¡que se aliste!
Enchachado de pies y manos, anillos de presión les dicen, con cadenas que van hacia su cintura, avanzando a pasos cortos y con cara de hambre, un humilde hondureño sale de los juzgados de La Granja, “delito ambiental”, dicen los que comentan a nuestro alrededor; ah, este fue el que quemó la reserva de La Tigra pensamos, y no, vendiendo 3 loritos estaba en el Bulevar Morazán de Tegucigalpa cuando las fuerzas militares del orden lo corretearon y se les escapó, con tan mala suerte que más tarde en otra esquina de la zona, lo encontraron y lo capturaron; aduce a su favor que él los crió y los vendía para dar de comer a sus hijos, pero la realidad justiciera es que enfrenta de 3 a 5 años de prisión por delito ambiental, mientras un cura que mató a su chofer, nunca se presentó a las audiencias, arregló con la familia del muerto y no hay delito que perseguir, no se presentarán cargos, libre salía de los juzgados, a la par del “lorero” enchachado.
Cuentan los presentes que el cura puso a nombre de la viuda el carro que le conducía el finado, le terminaron de pagar la casa y así fue cómo no lo demandaron, al no haber delito que perseguir, sale libre por falta de méritos; hay derecho, pero no hay justicia.
En HN la ley no es igual para todos, estimados lectores, porque los beneficios de la ley son para los amigos, los rigores de la ley son para los enemigos y la ley, simplemente la ley, es para todos los demás.
Jueces intolerantes, dadivosos jurisconsultos, presos deberían estar por sus interpretaciones de la ley, por el uso del libre albedrío en la aplicación de la legislación; hecho que debería de ser penado desde un reglamento muy estricto. Cansados de escuchar que se revisarán los casos de los reos de nuestras inhabitables prisiones, escuelas del terror y la violencia, nos preguntamos ¿a qué saldrán a esas miserables calles los sexagenarios que no debieron de estar guardando prisión hace muchos años? La coima es fatal para el progreso y el desarrollo de un pueblo, sin ética ni moral, no se avanza señores. La justicia es selectiva en HN y lo seguirá siendo. Gracias.
Óscar Orlando Bonilla Landa Blanco
Paseo al Picacho, Tegucigalpa, M.D.C.
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