En nombre de los pobres

OM
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6 de marzo de 2020
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12:05 am
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En nombre de los pobres

Por Denis Castro Bobadilla

Doctor, abogado y médico forense
II Vicepresidente del Congreso Nacional

Hasta dónde puede llegar el ser humano? De cuánta bondad y de cuánta vileza puede ser capaz? Por qué a muchos los mueve el bien y a otros la ambición y la desenfrenada avaricia? Por qué, mientras unos procuran el bienestar de unos, otros, en nombre de ese bienestar acumulan fortunas y son como el saco sin fondo que no se llena nunca?

Por supuesto, hay respuesta para cada pregunta, y hay justificación para cada acción, sea buena o mala, y yo, sin querer erigirme en juez, debo decir la verdad en estas líneas; una verdad que ha de parecer pesada a aquellos a quienes va dirigida.

En Honduras, la pobreza no es solo una cruel e insuperable realidad. Es, también, tema propicio para campañas políticas que jamás resuelven problemas y no son más que demagogia barata cuyo fin único es conseguir votos en nombre de la desgracia de millones.

Pero, la pobreza es también caballito de batalla de muchos vivones que, jurando amor a los pobres, se autodenominan Mesías de los que sufren, y crean organizaciones destinadas a luchar contra la pobreza.
Es así que en Honduras han brotado estas organizaciones como brotan las cucarachas de la cloaca más inmunda.
Hay organizaciones no gubernamentales, o sea, ONG, para todo.

ONG contra el hambre, contra el cambio climático, contra la violencia contra la mujer, para ayudar a personas con capacidades especiales, para salvar perros callejeros, y, en fin, para todo, sin embargo, nada se ve de las bondadosas acciones de esta gente supuestamente bien intencionada. Pero, lo que sí se puede ver, es la cantidad de millones que reciben estas ONG. Dinero de personas buenas que son sorprendidas por encantadores de serpientes; dinero del gobierno que sale del bolsillo del pueblo, y dinero que no se invierte en mejorar las condiciones de vida de aquellos en cuyo nombre se pide.

Es necesario un control estricto de estos organismos. Es urgente una auditoría de los dineros que reciben sus dirigentes. Es justa una investigación de los beneficiados de ese dinero.

Honduras está marcada por la corrupción. Es lamentable. Pero, ya es tiempo que, al menos, se dé el primer paso para combatir a los engañadores que se aprovechan del mal ajeno para vivir la gran vida.

No digo que no haya gente buena y bien intencionada. Sí la hay. Y hay ONG que trabajan para servir al que necesita. Pero, debo decir que se trata de una comprobable minoría.

Se sabe que a diario se forman organizaciones altruistas en Honduras. Se sabe que son numerosas las ONG que hay en el país, y que reciben casi mil millones de lempiras al año. Pero, ¿qué hacen realmente? A cuántos hermanos necesitados ayudan? Dónde está el bien que hacen? A quién le presentan liquidación de los dineros que reciben?

Honduras debe saber la verdad sobre estos organismos que reciben tanto dinero en nombre de la bondad que los mueve.

No se puede seguir mintiendo en nombre de los pobres. Demostremos el amor por nuestro prójimo que sufre, siendo transparentes en nuestras acciones, y más transparentes cuando se recibe dinero en nombre de los pobres.
El que quiera entender, que entienda.

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