Adylia Zavala
Definiendo la amistad como una relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre personas que no son familia; como dice el dicho, “en la cárcel y en la enfermedad se conocen los amigos”, porque cuando nos enfermamos además de medicina, necesitamos a nuestro alrededor atención de la familia y amigos, con suficiente alegría para ser atendidos con amabilidad, entusiasmo, para olvidarnos de nuestros problemas y que tengamos además la convicción suficiente y fe en Dios que nos sanaremos.
En esta oportunidad hablaré de una amiga muy especial, que se llama Mirian Judith Gallardo, quien está pasando una prueba muy difícil, a raíz de una caída y por ello estamos consternadas.
Quiero contarles a los amables lectores; que Mirian Judith, en el transcurso de su vida personal, familiar y laboral, ha sembrado mucho amor, amistad, solidaridad, y que regó con entusiasmo para infundirnos pensamientos, sentimientos y sensaciones positivas de nuestra propia valía; para que, todos los que trataba siguieran adelante y con suficiente determinación, para hacer que cada día fuera mejor que el anterior.
Aprendimos lecciones de amor, ternura, confianza, amistad, solidaridad, entusiasmo, alegría, fuerza, optimismo, respeto, fe, humildad, equidad, justicia y paz; para formarnos y forjarnos nuestra personalidad; y es por eso, que la sala de La Policlínica se llena de parientes y amigos que preguntan por su salud, pero las estrellas luminosas que se llevan el título de amigas son: Ruth Martínez, Ana Lía Medina y Mirna Lozano, que se han afanado por atenderla con amor y cariño.
A Ruth Martínez, la defino como la esencia de la amistad, la bondad y la sencillez, con profundidad de pensamiento, firmeza de propósitos, comprensión y solidaridad con su amistad y de manera especial con Mirian Judith.
Ana Lía y Mirna, son mujeres de muchas facetas, en el ámbito familiar, social y cultural y enfrentan los deferentes roles con serenidad, cordura y valor moral, dado que infiero que ellas opinan, que la amistad es un privilegio que Dios nos ha dado en forma de dar y recibir, cuya meta es el camino a la felicidad , tanto Ana Lía como Mirna, son personas de carácter afable, les gusta relacionarse con los demás, son personas tolerantes pero de carácter firme y sereno. Las tres saben ser amigas y lo han demostrado en su misión de estar con Mirian Gallardo, no solo en esta dura prueba de su accidente, sino que en otros incidentes, ayudando en la logística del caso y también con una voz de consuelo, de alivio y de exhortación; al acatamiento de los designios divinos, para mitigar el dolor con mensajes de amor, paz y vida.
Para ustedes: Ruth Martínez, Ana Lía Medina y Mirna Lozano; mi admiración y respeto por su abnegación y culto a la amistad.
