Estudiantes de tierra adentro

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6 de mayo de 2020
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12:32 am
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Estudiantes de tierra adentro

Problemas en la educación privada

Miguel Osmundo Mejía Erazo*

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha manifestado que a raíz de la pandemia del coronavirus la mitad de la población estudiantil del mundo, unos 850 millones de niños y jóvenes en 113 países no tienen acceso a los centros educativos, razón por la cual la UNESCO está buscando “políticas eficaces” para los países más vulnerables como Honduras, creando aplicaciones y plataformas virtuales para padres de familia, maestros, alumnos y sistemas escolares en general.

Nuestro país cuenta con unos 25 mil centros educativos para tres niveles educativos: preescolar, primario y medio con una población de 2,339,680 alumnos entre las edades de 6-17 años, considerando que el 14% de estos niños y jóvenes unos 375,890 son marginados del sistema educativo nacional y que hay un 30% de deserción y el 12% son atendidos en el sector privado no se llega al 2.2 millones de alumnos que dice maneja el sistema educativo nacional. A nivel universitario hay 19 universidades públicas y privadas, es la Universidad Nacional Autónoma de Honduras(UNAH) que atiende la mayor población estudiantil en sus nueve centros con una matrícula este año de 88,219 alumnos que representa el 44% de la población universitaria, le sigue la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán con 30,233 alumnos, el 15.20%, luego le siguen otras universidades públicas y privadas que en total se distribuyen la población estudiantil en un 63.20% en universidades estatales y el 36.80% estudian en 11 universidades privadas.

Las anteriores cifras las hemos proporcionado para que se formen la idea de cuántos estudiantes se encuentran sin asistir a clases presenciales partiendo desde el nivel pre-primario hasta los postgrados universitarios a causa de la cuarentena del COVID-19 que tiene semiparalizado el mundo entero. Ahora es cuando los aparatos electrónicos como la computadora, la tableta o tablet y el teléfono celular que antes eran excelentes auxiliares especialmente en la investigación, se han convertido en sustitutos de los maestros, algo que consideramos imposible, un aparato no puede suplantar a un ser humano en tiempo y forma, pero allí veo mis nietos de pre- escolar, medio y universitario cada quien esperando la hora de clase en casa con el maestro virtual y la madre o el papá en persona como auxiliar más que importante, así están en Honduras miles de niños, jóvenes y adultos recibiendo sus respectivas clases. Esta modalidad “on line” se ha venido practicando hace mucho tiempo, especialmente a nivel de postgrado universitario y para cierto nivel de población.

En las grandes ciudades con alumnos de escuelas privadas donde los padres e hijos ya tienen una cultura cibernética parece que las cosas marchan bien, pero en el área rural, esos niños y jóvenes de “tierra adentro” como decía el recordado maestro de generaciones Rafael Pineda Ponce, las cosas son completamente diferentes. Consultamos una maestra (Licenciada en Educación) de un instituto oficial de educación media en un apartado municipio del departamento de Lempira, entre otras nos hacía las siguientes observaciones: “en las zonas rurales los jóvenes no tienen acceso a nada, hay extrema pobreza, al municipio llegan alumnos de aldeas remotas caminando varios kilómetros, lugares donde no hay luz, hijos de padres que no estudiaron, por lo tanto no podemos contar con su ayuda. Esta modalidad se ha implementado para decir que se está haciendo algo, pero en estas áreas apartadas yo le doy de 100% un 15%”.

Otro serio problema es la nivelación de los alumnos que no están recibiendo clases a distancia por una u otra razón, y para completar las incompatibilidades, por el canal de TV del Estado pasan los mismos videos para primaria y media. La maestra sugiere olvidarse del área rural con esta modalidad y recuperar el tiempo alargando el año escolar y trabajar tiempo extra cuando pase la crisis, de todas maneras están cobrando sueldo y los docentes están dispuestos.

En conclusión, por ahora lo prioritario es preservar la vida de los hondureños, todos estamos enfocados en el famoso COVID-19 pero hemos descubierto una gran verdad como docentes, a pesar de los avances tecnológicos, el maestro en persona jamás se podrá sustituir.

Finalmente no quisiera creer que en medio de esta crisis de vida o muerte, en Honduras siga haciendo estragos ese “virus” que tanto daño nos ha causado y se llama corrupción. Tenemos fe en Dios y su inmensa misericordia que en su tiempo nos librará de esta situación.

*Profesor y periodista [email protected]

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