Nueva plaga ataca cultivos de la papa
La aparición de nuevas plagas y la pandemia del coronavirus mantiene al borde de la quiebra a más de mil productores de Intibucá, la zona del occidente de Honduras, donde ya enfrentaban menor producción por impacto de la sequía, alertaron dirigentes.
El presidente de la Asociación de Productores de Papas Indígenas Lenca (APRIIL),
Bertilio Gonzáles, solicitó a los expertos del agro que les ayuden a erradicar una especie de chinche picuda que no habían visto en la zona.
“Esa nueva plaga molesta bastante la planta yo tengo fotos para que investiguen los ingenieros encargados del programa del agro”, señaló Gonzáles. “Ha bajado el volumen en forma significativa, el cultivo ya no es el mismo de antes, cuando no son las plagas que afectan, es intenso el verano”, lamentó.
Adicionalmente, los productores registran un golpe fuerte a causa de las medidas adoptadas para evitar la propagación del COVID-19. “No hay comercio, se suspendió el empleo, la gente no sale a trabajar”, concluyó Bertilio Gonzáles.
El 75 por ciento de la oferta nacional de papa se produce en las zonas altas de Intibucá, eso representa 4,000 manzanas en producción. En ciclos recientes, la demanda ha sido abastecida en un 100 por ciento, con la cosecha de 900,000 a 1 millón de quintales.
En Honduras la papa forma parte de la canasta básica alimenticia y una de las principales actividades económicas con una producción concentrada además de Intibucá, en Ocotepeque, La Paz y Francisco Morazán.
Se estima que hay alrededor de 3,620 productores a nivel nacional, de estos, el
75 por ciento cultivan a pequeña escala (menos de 1 manzana) y aproximadamente un tercio son mujeres.
Muchas de las cosechas son financiadas por intermediarios y asociaciones que proveen insumos al agricultor que generalmente no cuentan con la liquidez financiera para cubrir todos sus costos de producción. Desde ese momento, el productor queda comprometido a vender su producción a quien le ha financiado. (WH)
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