¿Cuál dictador y usurpador?

MA
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12 de mayo de 2020
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12:28 am
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¿Cuál dictador y usurpador?

Boris Zelaya Rubí

La oposición o mejor dicho aquellos que probaron las mieles del poder y se contaminaron del “robovirus” de la ambición desmedida, un agente infeccioso más dañino que el actual, están invitando continuamente a la rebelión, presumiendo de impolutos.

Los “revolucionarios” de cafetín no descansan. La pandemia provocada por el coronavirus COVID-19, presenta una situación nueva, rodeada de incertidumbre y un panorama de constante cambio, que obliga en algunas circunstancias por la incredulidad del pueblo a emplear medidas drásticas, a fin de proteger la vida de los hondureños, sin embargo, hay quienes gritan a todo mundo, que el culpable de nuestra calamidad es el mandatario, tildándolo de corrupto. Manifiestan un pánico incontrolable y le hacen creer a la ciudadanía que el gobernante desea quedarse en el poder ¿Cuál es el miedo? Él ha manifestado en varias ocasiones que no piensa continuar después de finalizar su período.

Presenciamos a través de los medios de comunicación, la entrega de gallinas a un sector de la población, sin medir las consecuencias, ocasionando una molotera para provecho de la figura política que realizó la donación. Tal acto, cuya finalidad debería ser la de alimentar a gran parte de los afectados por los acontecimientos recientes, se convirtió en el de las “gallinas de la muerte”. Los beneficiados no usaban mascarillas protectoras y no guardaban la distancia recomendada por las autoridades sanitarias. Los que se contagien quedarán en la conciencia del que se aprovechó del hambre para su campaña política.

Lo ideal sería que el pueblo se uniera para ayudar y demostrar su lado humano, dejando por un tiempo las campañas políticas, que nada de novedosas tienen, pues prevalece la mentira y el azuzamiento asolapado, para que la población descargue sin justificación, el odio entre hermanos hondureños.

Hablando de lo que les gusta a los “ñangaritas” les recordamos que el fundador de la paz, mi General Carías, muchas veces salió montado en su alazán para ir a combatir a los enemigos, y en ese tiempo sus opositores fueron a terminar sus estudios a Guatemala. Algunos militares estuvieron al mando más tiempo que Carías, también dejaron sembrado el camino para la democracia y otros que, según los cuentos de camino real, mandaban a tirar al mar desde los helicópteros a los comunistas para alimentar los tiburones, amansando así, sus violentos intentos de tomar el poder por la fuerza. Cuando el doctor Suazo Córdova, pretendió prolongar su mandato, fuimos partícipes de la toma del Congreso para evitarlo. El otro (“el tal Mel”) también fue detenido en sus intenciones.

Hacemos esta breve y desordenada síntesis de esos actos históricos, porque en su oportunidad todos fueron llamados dictadores o tuvieron intención de serlo. El actual mandatario se postuló para un segundo mandato. Los adversarios fueron a elecciones legitimando la acción. Son los mismos que no se cansan de señalarlo como usurpador y otros epítetos. El gobernante ha tenido la paciencia de “Job”, de tolerar en aras de la democracia. Nosotros preguntamos, si fuera un dictador, algunos de los violentos, que son un grupúsculo, ya estarían viendo pasar los aviones y haciendo gárgaras de lodo, como decían jocosamente en aquellos tiempos que no existía la libertad que ahora gozamos. ¿Entonces? ¿Cuál dictador, usurpador?

De rodillas solo para orar a Dios.

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