Amplían el nivel de gasto a Finanzas
La Secretaría de Finanzas (Sefin) se sale de los parámetros de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) y podrá elevar el gasto corriente hasta 1 por ciento por arriba del PIB, según aprobó esta semana el Congreso Nacional de la República.
El Legislativo tomó esta medida en sesión virtual del jueves pasado y consiste en suspender por un máximo de dos años las Reglas Plurianuales de Desempeño Fiscal para el sector público no financiero que establece el Artículo 3 de la citada ley.
La decisión es parte de la emergencia nacional por COVID-19, la ministra de Finanzas, Rocío Tábora, participó en la sesión y recordó que fue este Congreso Nacional el que aprobó la LRF.
Refirió que, del 2013 al 2019 el gastó corriente cayó de 7.9, a menos del 1 por ciento del PIB. Pero “este año y a nuestro pesar, al ver la caída en las recaudaciones”, viene bien la ampliación del déficit.
“Hay escenarios ya proyectados de que puede andar por los 18 mil 400 millones de lempiras”, las recaudaciones fiscales. Además, está “la necesidad de hacer frente a la pandemia, porque uno no puede quedarse de brazos cruzados y decir, bueno se cayeron los ingresos”.
El gobierno debe “atender las necesidades de la población más las obligaciones constitucionales en materia de educación, salud y seguridad”, apuntó Tábora.
En ese sentido, el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Finanzas, acudió ante el Congreso Nacional para utilizar una de las cláusulas contenida en la LRF que establece que en caso de emergencia u otro tipo de catástrofe, el gobierno puede entrar en un déficit mayor al uno por ciento que la normativa establece.
Por esa razón, dijo que se acudió al Congreso para que se le permita sobrepasar ese uno por ciento y para este año se estima que el déficit fiscal sea de cuatro puntos del PIB, el 2021, se espera que sea un punto menos.
“En eso consiste la propuesta, dado en el acto impacto de nuestra economía y en las recaudaciones se ha pedido al Congreso, como lo manda la ley, llegar a un déficit hasta de cuatro por ciento del PIB”, sintetizó.
Reconoció a la par, que “a mayor déficit es más complicado porque hay que sacar dinero de otras partes y si el déficit se vuelve algo descontrolado, el endeudamiento también puede darse de forma descontrolada”.
“Entonces esta es la otra cara de la moneda del endeudamiento y lo que permite justamente ese equilibrio responsable entre las operaciones de préstamo que estamos acudiendo”, puntualizó. En los albores de la pandemia, los economistas se pronunciaron a favor de esta medida en vista de la crisis económica que se miraba venir. (JB).
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