Carolina Alduvín
Por: Carolina Alduvín
El recién pasado 5 de junio, se celebró el Día Mundial del Ambiente, establecido por la ONU desde 1972, cuando dio inicio la Conferencia de Estocolmo centrada en el tema; también se creó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En esta fecha, la intención es sensibilizar a la población mundial en relación a temas ambientales, intensificando la atención y la acción política. En la medida de las posibilidades, se realizan actividades como concentraciones callejeras, conciertos ecológicos, ensayos y competencias artísticas dentro de los centros educativos, plantaciones de árboles, campañas de reciclaje y de limpieza, entre otras.
El PNUMA actúa como catalizador, promotor, educador y facilitador para promover el uso racional y el desarrollo sostenible del ambiente en el mundo. Su labor abarca evaluar las condiciones y tendencias ambientales en el mundo y en los países; elaborar instrumentos ambientales; y fortalecer las instituciones para la gestión racional del ambiente. El brazo financiero del programa es el Fondo Mundial del Medio Ambiente (FMAM), también conocido como GEF por sus siglas en inglés.
El FMAM fue establecido en la víspera de la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro, para ayudar a derrotar los problemas ambientales de mayor urgencia en nuestro planeta. Desde entonces, el Fondo ha provisto más de 20 mil millones de dólares en asignaciones y movilizado 112 mil millones adicionales en calidad de cofinanciamiento para cerca de 5 mil proyectos en 170 países. A través del Programa de Pequeñas Asignaciones, el FMAM ha proporcionado apoyo a cerca de 24 mil iniciativas de sociedad civil y comunidades en 133 países. Desde 2017, es el mayor financiador público para proyectos destinados a mejorar la calidad ambiental en el mundo. Los fondos que otorga se destinan a 7 áreas principales: biodiversidad, cambio climático, aguas internacionales, degradación de suelos, capa de ozono, gestión forestal sostenible y compuestos orgánicos persistentes.
También, la semana pasada, Carlos Manuel Rodríguez Echandi, el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica fue nombrado Director Ejecutivo del Fondo Mundial del FMAM, siendo el primer ciudadano de un país de América Latina en encabezar esta entidad. El Fondo es una asociación de 18 organizaciones, contando agencias de la ONU, bancos multilaterales de desarrollo, grupos nacionales y ONGs internacionales. Trabaja con 183 países para abordar los problemas ambientales más urgentes, a través de instituciones internacionales, organizaciones de sociedad civil y del sector privado. Igual apoya iniciativas nacionales de desarrollo sostenible.
La nueva secretaria ejecutiva de la Convención sobre Diversidad Biológica (CBD), Elizabeth Mrema, nacional de Tanzania, expresa que el ministro Rodríguez “ha estado entre los promotores de una implementación efectiva de los lineamientos de la Convención y sus estrategias, tiene un entendimiento profundo de las necesidades financieras de los países en desarrollo y de los que tienen su economía en transición, a fin de implementar los acuerdos ambientales multilaterales”. “El FMAM ha jugado un papel central apoyando a los países en una implementación efectiva del Plan Estratégico antes mencionado, y será nuestro socio clave asegurando que todas la partes de la CBD podrán implementar efectivamente el marco global para la biodiversidad post 2020 venidero”, añadió la Secretaria Mrema. “Buscaré trabajar muy de cerca con el director ejecutivo Rodríguez en ayudarle a preparar a los países para la era post 2020”.
El nombramiento de Rodríguez coincide con la transición entre el presente Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 y los objetivos de biodiversidad acordados en Aichi, y el nuevo marco para la biodiversidad global post 2020, que se espera sea acordado en la próxima Conferencia de las Partes (COP), a efectuarse el año próximo en Kunming, China. El ministro del país vecino ha trabajado como miembro de la Oficina de las COP de la CBD, que supervisa las negociaciones para el marco global de biodiversidad post 2020; ha estado profundamente involucrado en la preparación de esta iniciativa en la que ha incorporado metas muy ambiciosas.
Es momento de felicitar a los colegas costarricenses por el desempeño de uno de sus profesionales de gran trayectoria como abogado, político y conservacionista, un ejemplo a seguir.
