Calentamiento global

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30 de julio de 2020
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12:04 am
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Calentamiento global

Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.

Aun cuando se ha superado en calentamiento, pero en función del cambio climático que hemos vivido y de su significativo impacto, auxiliados por la literatura especializada nos referimos al tema, aún sin ser profesional del ramo. No cabe la menor duda que este ha sido un período en donde el calor o las altas temperaturas se han vuelto asfixiantes. Este fenómeno se ha visto agravado por el calentamiento que se evidencia en diferentes partes del orbe. Se ha dado el llamado Calentamiento global, término que es utilizado para referirse al aumento del promedio de la temperatura de la atmósfera terrestre y de los océanos

El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los datos científicos relevantes predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cualquier tipo de cambio climático además implica cambios en otras variables. “La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que intentan simular la física de la atmósfera y del océano y que tienen una precisión limitada debido al desconocimiento del funcionamiento de la atmósfera”.

Hoy más que nunca el denominado Protocolo de Kyoto, acuerdo originado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático adoptado en las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo promueve una reducción de emisiones contaminantes (principalmente CO2).

Muchas organizaciones (incluyendo gobiernos y personas) están preocupados que los efectos que el calentamiento global puede producir sean profundamente negativos, incluso catastróficos tanto a nivel mundial como en regiones vulnerables específicas. Esos efectos incluyen no solo el medio ambiente sino repercusiones económicas y biológicas (especialmente en la agricultura) que a su vez podrían afectar el bienestar general de la humanidad.

Un informe del Centro de Seguridad Nacional de USA advierte que: “en los próximos 30 ó 40 años va a haber guerras por agua, una creciente inestabilidad causada por hambruna, enfermedades y la elevación de los niveles del mar y olas de refugiados. “El caos resultante será un ‘caldo de cultivo’ para disturbios civiles, genocidio y el crecimiento del terrorismo”. El cambio climático también causa graves riesgos políticos y de seguridad que afectan directamente a los intereses de la población. Esto demanda un esfuerzo conjunto de todos los sectores para forjar una verdadera conciencia de protección del medio ambiente. Que ya cese esa tala inmoderada de árboles que destruyen nuestros bosques, que ya no se provoquen más incendios, que haya una auténtica cultura de limpieza y no contaminación, etc.

Por su importancia, actualidad y utilidad, citamos las recomendaciones que sobre el particular formulan distintos estudiosos y organizaciones, tales como: 1) Cambiar los bombillos tradicionales por otros de bajo consumo. Estos consumen menos electricidad que un bombillo tradicional, con lo que se reduciría la emisión de dióxido de carbono; 2) Evitar el uso del agua caliente. Se puede usar menos agua caliente instalando una ducha de baja presión y lavando la ropa con agua fría o tibia; 3) Utilizar un colgador/ tendedero en vez de una secadora de ropa. Si se seca la ropa al aire libre la mitad del año, se reduce la emisión de dióxido de carbono; 4) Comprar productos de papel reciclado. La fabricación de papel reciclado consume menos energía y evita que continúe la deforestación mundial; 5) Comprar alimentos frescos. Producir comida congelada consume mucha más energía; 6) Evitar comprar productos envasados. Si se reduce la basura personal se puede ahorrar cantidad de kilos de dióxido de carbono; 7) Utilizar menos los aparatos eléctricos; al menos, los encaminados exclusivamente al ocio. Desconectar los aparatos de radio, televisión, juegos, etc., a los que no se esté prestando atención en ese momento; 8) Elegir un vehículo de menor consumo.

Además de lo anterior se recomienda: a) “Conducir de forma eficiente: utilizando la marcha adecuada a la velocidad, no frenar ni acelerar bruscamente, y en general intentar mantener el número de revoluciones del motor tan bajo como sea posible; b) Evitar circular en horas pico; c) Usar menos el automóvil. Caminar, ir en bicicleta, compartir el vehículo y usar el transporte público. Reducir el uso del vehículo propio; d) Elegir una vivienda cerca del centro de trabajo o de educación de nuestros hijos; Además se recomienda, e) No viajar frecuentemente ni lejos por puro placer; f) Revisar frecuentemente los neumáticos. Una presión correcta de los neumáticos mejora la tasa de consumo de combustible. Cada litro de gasolina ahorrado evita la emisión de tres kilos de dióxido de carbono; g) Plantar árboles. Una hectárea de árboles elimina a lo largo de un año, la misma cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. Un solo árbol elimina una tonelada de dióxido de carbono a lo largo de su vida”.

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