Recuperar el control

ZV
/
9 de octubre de 2020
/
12:01 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Recuperar el control

Independencia y recuperación patria

Por: Abog. Octavio Pineda Espinoza(*)

Comenzó la carrera electoral interna de los partidos políticos en Honduras y con ella, la temporada electoral que culminará con las elecciones generales en las que, de nuevo, los ciudadanos hondureños se encontrarán en la encrucijada de participar o no en el mismo, de creer que su voto cuenta de verdad y que eligen a las autoridades supremas sin fraudes, sin manipulaciones, sin opacidad en los organismos electorales y sin compra de credenciales, representantes en las mesas y partidos pequeños a favor de quienes ostentan el poder hace doce años de manera irregular y corrupta.

Lo cierto es que, la democracia, la cual no es perfecta, como no es perfecto nada hecho por los humanos, sigue siendo a pesar de sus deficiencias, el mejor método y camino para organizar el poder de un Estado y poder dirimir nuestras diferencias ideológicas, sociales, económicas y políticas, también es cierto que en Honduras ese proceso se ha venido desgastando desde 1981 por los politiqueros, que son una especie distinta a los políticos, que entienden la política como una ciencia y un mecanismo de sacar adelante políticas públicas para resolver los grandes males sociales; el desprestigio de la política vernácula obedece a que la clase política en general no le ha cumplido a la ciudadanía ni con las ofertas electorales, ni con la toma de decisiones adecuadas para atender las necesidades sociales, y ahora ni siquiera con las condiciones básicas de la democracia electoral, es decir, es cuestionado siempre hasta el mismo proceso electoral y sus resultados.

Dicho lo anterior, los hondureños nos aprestamos a la elección más importante de nuestras vidas en este amado terruño que llamamos patria, y es así porque hemos sufrido un continuo desmantelamiento del Estado de Derecho propiciado a propósito desde los dos extremos dañinos que aún persisten en la política local, la falsa extrema izquierda y la corrupta extrema derecha, ambas radicales en sus posturas, irresponsables en sus actuaciones, permeadas por los cárteles del tráfico internacional de la droga y lavado de activos, lo que ha propiciado un debilitamiento de la institucionalidad en todos los niveles y en particular con los operadores de justicia en su totalidad que permiten la corrupción y la impunidad de funcionarios de diferentes gobiernos, pero particularmente los de los dos últimos, que, durante 12 años han operado con completo desdén por la Constitución y las leyes del país.

Es así que los hondureños, frente a las diversas crisis que nos afectan: la crisis económica, la crisis de la pandemia, la crisis de valores éticos, la crisis política, la crisis de seguridad, la crisis alimentaria, la crisis laboral, la crisis social y la crisis de la corrupción, devenimos obligados a retomar el control de nuestra nación vía el único medio que tenemos a nuestro alcance para hacerlo y de ahí en adelante producir los cambios que necesita Honduras, esa vía es nuestra activa participación política que no se agota solo con ejercer el sufragio, con elegir y ser electo, sino con la constante manifestación de nuestros anhelos y aspiraciones, con el constante reclamo de justicia igualitaria para todos los conciudadanos, la constante propuesta de soluciones a los males nacionales a través de los mecanismos constitucionales que nos aseguran dicha propuesta, el permanente escrutinio de quienes nos representan y administran los poderes del Estado y todas las instituciones gubernamentales.

Debemos retomar el control, debemos Recuperar Honduras y debemos hacerlo desde el lado correcto de la historia, con la conciencia que nos enfrentamos al monstruo de la corrupción que se come cincuenta mil millones de lempiras al año, que se apaña bajo un Código Penal de la impunidad producido por diputados, muchos de los cuales están embarrados en titánicos actos de corrupción, debemos retomar el control de nuestro país, de nuestras instituciones, de nuestra Constitución Política, de nuestro ordenamiento jurídico, de nuestro sentido de pueblo, de nación, de país.

Así como en nuestros momentos oscuros personales, siempre encontramos un amigo o un familiar que nos enseña y aconseja retomar el camino, esforzarnos por superar nuestras debilidades y falibilidades humanas y convertirnos en personas dignas y útiles para nuestras familias y nuestra sociedad, así también existen en el país, personas, grupos, políticos y partidos que planteamos recuperar Honduras para nuestros ciudadanos y retomar el control de nuestro destino común, desde una perspectiva ecuánime, respetuosa de la ley, único marco aglutinante de la sociedad, desde la decencia, la inclusión, la meritocracia, la creatividad y la austeridad en el ejercicio público del poder, los hondureños no somos tontos, todos sabemos quienes representan esos valores y quienes no, nos toca entonces, tomar la antorcha, pronunciar el verbo, ejercer nuestros derechos y obligaciones y responderle adecuadamente a nuestra patria.

(*) Catedrático universitario. Secretario General del Partido Liberal de Honduras.

Más de Columnistas
Lo Más Visto