Reelección de diputados

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19 de octubre de 2020
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12:03 am
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Reelección de diputados

Por: Edmundo Orellana

Dicen que los actuales buscan reelegirse. ¿Qué hará usted distinguido elector? ¿Votará por ellas y ellos nuevamente? Quizá lo que sigue le ayude a decidirse.

Cuando le pidan el voto pregúnteles, entre otras cosas, las siguientes: si votaron por la reforma constitucional y la ley que permite las ZEDE, por las que se mutila el territorio y la soberanía nacional; si participaron en la destitución de la Sala de lo Constitucional que declaró inconstitucional la primera reforma constitucional sobre las ZEDE; si integraron la comisión por la que se proponía la expulsión de la MACCIH; si votaron en contra de la renovación del convenio de la MACCIH; si votaron a favor de la denominada “ley del pacto de impunidad”; si votaron por la ley que impide al MP acusar y al Poder Judicial, juzgar a los diputados que malversaron dineros del fondo social departamental.

Si aceptan que votaron por las ZEDE, votaron en contra suya, atropellando su dignidad de hondureño porque las ZEDE serán nuevos estados en lo que hoy es territorio hondureño, habitados por extranjeros a favor de los que se expropiarán las tierras de los propietarios hondureños y los conflictos que surjan serán regulados por las leyes propuestas por esos extranjeros, aplicables únicamente a ellos, y resueltos por los tribunales que crearán y que operarán bajo su control.

Si aceptan que participaron en la expulsión de la MACCIH y que votaron aprobando las leyes que impiden procesar al diputado que se apropie de fondos públicos para su provecho personal o familiar, contribuyeron a garantizar impunidad al diputado que roba a su representado, esto es, a quien vota por él, es decir, a usted el centro de salud o el hospital que le prometió, el colegio o la escuela que le ofreció, la seguridad que dijo reforzaría o la carretera que construiría, en fin, todo lo prometido ya no es posible, porque se apropió del dinero destinado para ello.

Verifique si utilizó o está utilizando dinero público para financiar su campaña electoral, porque, si ese es el caso, también le robó o está robando dinero suyo, sustraído ilegalmente de los presupuestos de salud, educación, seguridad, etc.

Indague si el diputado que llega a pedirle el voto, votó por el Código Penal vigente, que reduce drásticamente las penas para los delitos de corrupción, narcotráfico y lavado de activos, y si votó a favor, ya sabe de qué lado está ese diputado.

Si usted es de los que cree que el sistema de justicia es un surtidor de impunidad, exíjale al diputado repitente que llega a pedirle el voto, que le compruebe que no votó por los titulares de los órganos supremos del sistema de justicia.

Si llega un diputado de la oposición política a prometerle que hará cuanto sea necesario para sacar del poder al PN, investigue si estuvo de acuerdo, pese a ser mayoría en el Congreso, en ceder la presidencia del Congreso Nacional al PN, porque tendrá un indicio de la integridad política de quien le está pidiendo el voto.

Si es un joven diputado, pregúntele cuántas veces pidió la palabra, cuántos proyectos presentó y cuántas veces elevó su voz para promover los anhelos de la juventud actual y garantizar su futuro.

Si es una mujer diputada, exíjale que acredite que no votó por el Código Penal que redujo, absurdamente, las penas para los delitos sexuales, y por las leyes que conceden impunidad en el caso “Pandora”, porque el dinero malversado era para mujeres dedicadas a actividades agropecuarias; si votó a favor no merece repetir. Tampoco debe repetir si jamás elevó su voz ni presentó proyecto alguno para mejorar las condiciones de vida de la mujer obrera, campesina, ama de casa o profesional.

El espíritu de cuerpo que se forja en el seno del Congreso Nacional convierte a la buena gente que se postula en su contrario, porque sus actos de diputado contradicen lo que dijo como candidato, protegiendo con su silencio cómplice las afrentas al pueblo que las mafias perpetran. Ejemplo de ello es la denuncia de un diputado sobre el cobro de comisiones, por parte de diputados, por aprobar contratos de energía, ignorada por la “Honorable Representación Nacional”; también, la del aumento de sueldo de los diputados, que, cuando trascendió (porque lo ocultaron), fue distorsionada con la promesa, de algunos, de donarlo, por lo que está autorizado, usted distinguido elector, a preguntarles qué entidad, proyecto o comunidad recibió y recibe la donación.

A los de la oposición, cuestione que, siendo parte del gobierno y en condiciones de mayoría, han sido incapaces de asumir su liderazgo y de evitar el latrocinio de que ha sido objeto el erario.

En general, pregunte usted a esos diputados que pretenden repetir por qué no decretaron prórrogas para el pago de servicios públicos y deudas para evitar la calamidad en que se encuentra la mayoría del país, y dígales mirándolos a los ojos: ¡BASTA YA!

Y usted, distinguido lector, ¿ya se decidió por el ¡BASTA YA!?

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