Elecciones Estados Unidos de América 2020
Cnel. (R) FAH
Francisco Zepeda Andino
La importancia de las elecciones generales por celebrarse el próximo 3 de noviembre en la nación norteamericana, tiene relevancia internacional debido a la posición de ese país en el contexto internacional global.
Gran parte de la atención se centra en el resultado del nivel presidencial pero es necesario resaltar que también se dará una renovación importante en el Poder Legislativo, Senado y Cámara de Representantes, conocidos como congresistas. En un tercer lugar con importancia marginal estarán las elecciones de gobernadores de 11 estados.
La lucha por el poder máximo de la nación, simbolizada por la Casa Blanca, se ha concentrado en los dos candidatos de los partidos tradicionales, Demócrata y Republicano, pero conviene saber que el sistema político acepta diferentes candidatos, algunos de terceras fuerzas ya conocidas y otros coyunturales.
De esa forma, para las elecciones 2020 hay 21 candidatos: 2 tradicionales (democráticos y republicanos), 2 conocidos, con algún grado de seguidores, (Partido Libertario y Partido Verde), y 17 con presencia mínima a nivel nacional. Una candidatura independiente no debe tomarse como algo sin importancia, dependiendo de las condiciones políticas.
En 1992 se enfrentaron en elecciones presidenciales el republicano George Busch padre y Bill Clinton demócrata. El empresario Henry Ross Perot, con una plataforma populista, decidió lanzar su candidatura y logró 18.9% del total popular (19,743,821 votos) y es generalmente aceptado que esa votación le restó seguidores en mucha mayor cantidad a los republicanos que a demócratas. La diferencia dando el triunfo a Clinton fue un poco más de 5 millones.
Sabido que el sufragio popular individual no elige directamente la fórmula presidencial, es necesario conocer sobre el Colegio Electoral. Lo componen 538 delegados, asignados en formas diferentes por los 50 estados de la Unión y el Distrito de Columbia. Para ser declarado ganador, un candidato necesita obtener 270 votos. En las elecciones del 2016, Hillary Clinton obtuvo 65,853,514 y Donald Trump 62,984,828, pero Trump alcanzó 304 delegados del Colegio Electoral y Hillary solo 227.
Matemáticamente es posible un empate (268-268), y en ese caso, la Casa de Representantes elige al presidente y el Senado al vicepresidente y aunque parezca increíble podría darse un presidente Biden y vicepresidente Pence.
Ya mencionamos también la renovación de senadores, elegidos por 6 años. De los 100 permanentes (2 por Estado), cada 2 años se disputan 33 escaños. Este año serán 35 por elecciones especiales en Arizona (fallecimiento del senador McCain) y en Georgia, (renuncia del senador Jackson). Los republicanos tendrán que defender 23 asientos y los demócratas 12. Dada las condiciones políticas actuales, se estima que existe la posibilidad para los demócratas de retomar el control del Senado, (en este momento 53 republicanos, 45 demócratas y 2 independientes aliados a los demócratas).
Los 435 miembros de la Cámara Baja, van todos a elecciones cada 2 años. Los pronósticos son que el Partido Demócrata mantenga su mayoría (233) contra los 198 republicanos, 1 Libertario, 3 vacantes y con posibilidad de ganar otros 5 escaños.
También se eligen el 3 de noviembre, 11 gobernadores de estados, (7 republicanos y 4 demócratas) con mayor importancia en política interna y limitada proyección internacional. Las recientes controversias entre el presidente Trump y varios gobernadores nos dan una idea de la significación interna de ellos.
Para efectos de nuestros intereses nacionales, debemos trazar opciones y estrategias en materia de política exterior, ante la posibilidad de tener en enero del 2021, una administración dirigida por el Partido Demócrata, con control del Senado y la Cámara Baja, así como también la continuidad del gobierno republicano, con algunos cambios personales pero no de políticas.
Este año político en EUA, también nos ha enseñado que la elección de jueces a la Corte Suprema de Justicia, no está exenta de influencia política partidista. Si eso sucede en lo que se cree, es una de las máximas representaciones democráticas del mundo, es apropiado poner los pies en la tierra a nuestro nivel. Realismo versus idealismo.
