Bailemos reguetón para salir de la crisis
Por: Carlos Medrano
Periodista
No conozco a Max González, acreditado popularmente como Killa, el nuevo ministro director de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), una dependencia que fue creada bajo la idea de atender de manera científica y ordenada una emergencia nacional, pandemia, desastre natural, etc.
Killa fue juramentado en uno de los momentos más difíciles y complejos de nuestra historia como país, ya que estamos enfrentando una pandemia mundial que tiene al país de rodillas, con menos empresas para dar trabajo, con más pobreza y con la incertidumbre de saber qué pasará en el país en el campo social, económico, político y de seguridad.
COPECO, conocido en los últimos días más por actos de corrupción en tiempos de pandemia, que por ser la institución líder para lo que fue creada, ha sido relegada en su papel de liderazgo por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER).
Killa no tiene una gran hoja de vida, entiendo que es técnico en Prevención Situacional (sepa usted qué es eso), ya fue director del Programa Parques para una Vida Mejor y fue jefe de entrega de mascarillas, en el marco de esta pandemia.
Las aguerridas e implacables críticas que se hacen a este nombramiento, es por qué no nombrar en tan delicado cargo a un experto en emergencias, tal y como lo señalan algunos profesionales y quienes ya han cursado, por ejemplo, los Master en Gestión de Riesgos y Manejo de Desastres, actualmente impartido por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Killa, que es más conocido por ser un cantante reguetonero y por sus éxitos “Cuentas claras”, “El que las hace la paga”, “Tsunami”, “Pasa a las 9”, como integrante del grupo La Flota, el que luego pasó a llamarse La Crema, ha reconocido que no está capacitado para el cargo, pero que quiere y tiene deseos de trabajar.
He sido admirador de los pueblos que salieron adelante después de grandes crisis, como Alemania y Japón, pero también de los pueblos que hacen las cosas bien, por poner en cada cargo a un experto que tenga que aportarle al Ministerio o Secretaría de Estado en donde fue juramentado.
Canadá, país del primer mundo, que es encabezado por Justin Trudeau, quien nombró en su gabinete de gobierno, para mencionar a algunos, a Ahmed Hussen, abogado inmigrante de origen somalí, activista y defensor de la comunidad, como Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía.
El Ministerio de Defensa es un condecorado teniente coronel, antiguo policía y veterano de guerra que sirvió en Bosnia y Afganistán junto a las Fuerzas Armadas, el ministro de Innovación y Desarrollo Económico, Navdeep Bains, es un analista financiero y posee un MBA especializado en Finanzas.
La ministra de Sanidad, Jane Philpott, es médica de familia y antigua jefa del Departamento de Medicina Familiar del Hospital Markham Stouffville, asimismo, el ministro de Agricultura, Lawrence MacAulay, es un antiguo agricultor y empresario.
Su homólogo en Transporte, Marc Garneau, es astronauta, expresidente de la Agencia Espacial de Canadá y antiguo miembro de la Marina Canadiense y Bill Morneau, un exitoso hombre de negocios y antiguo presidente ejecutivo de la mayor empresa de recursos humanos de Canadá (Morneau Shepell), fue nombrado ministro de Finanzas.
Para atacar esta crisis sanitaria, a lo mejor, nos van a poner a bailar el reguetón, ese género pegajoso que causa tanta alegría en los jóvenes, así que no nos preocupemos por Killa, quien merece una oportunidad para que al ritmo del flow logremos triunfar frente a esta pandemia.
