Incomprensión

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30 de noviembre de 2020
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12:03 am
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Incomprensión

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Todo Estado tiene fortalezas y debilidades. Y todo gobierno aciertos y desaciertos. Pero los adversarios políticos siempre los critican y especulan solamente sobre sus defectos y desaciertos. No les reconocen las fortalezas y los aciertos. ¿Por qué? ¿Qué genera el rencor y el odio hacia el gobierno actual? Valoro dos ámbitos en los que podemos encontrar algunas de las razones que explican el origen de las reacciones adversas: el ámbito político y el ámbito social.

En el ámbito político. Las posiciones negativas de los adversarios del gobierno que tienen mayor incidencia mediática están asociadas con tres procesos políticos: 1) El estilo de gestión presidencial. 2) La reelección. 3) La consistente y decidida arremetida en contra de los carteles del narcotráfico que han emprendido.

En el ámbito social. Es la desigualdad y la exclusión lo que genera malestar. Los adversarios. Cuestionan los resultados de las políticas de desarrollo social al punto de afirmar que existe un “Estado ausente”. Sobre todo, en la actualidad en que han ocurrido sendas pruebas que están causando deterioro social acelerado. Los opositores. Aprovechan la situación crítica que estamos pasando. Para desconocer los esfuerzos permanentes que se hacen para superarla. Al respecto. Considero que sí tenemos un “Estado presente”.

Precisamente, el gobierno enfatiza en las inversiones sociales con énfasis en educación, salud y los pequeños emprendimientos empresariales. Ejecutando programas y proyectos acordes con las demandas. Sin embargo, los opositores no ven esa disposición gubernativa como presencia estatal. Como realidad objetiva. Reaccionan con animadversión.

La política de cambios de naturaleza económica y social que promueve el gobierno. Además de ser convenientemente incomprendida. Es objeto de reacciones políticas suspicaces. Provienen de intelectuales y grupos de interés con actitudes sesgadas antinacionalistas. Generan procesos de oposición ciudadana con el fin de deslegitimar las iniciativas y crear desconfianza ciudadana.

Por ejemplo. Al promoverse oportunidades para establecer nuevas direcciones de crecimiento económico. Algunos grupos de interés alegan exclusión o daño a sus intereses. Por otro lado, otros líderes de vieja catadura política se oponen a decisiones que implican medidas anticorruptivas. Las que son cuestionadas, minimizadas o contrarrestadas porque afectan directamente a líderes políticos corruptos.

También les molesta el rol dinámico e intenso que tiene el Presidente como guía de actores. Cuestionan que se establezcan metas y se transmitan con entusiasmo. Al respecto. Reclaman ausencia en la definición de esas metas. Lo cual, también origina oposición y difamación mal intencionada de naturaleza política partidaria. Finalmente. Rechazan que el Presidente actúe como fuerza motora del sistema político. Provoca infortunio en los políticos de oposición. Aducen manipulación política. Y especulan sobre intenciones antidemocráticas sin fundamento ni evidencia alguna. La realidad es otra.

Es la reelección lo que más controversia política generó al gobierno. No obstante haberse producido una transición contundente. Con la participación de los grandes partidos políticos en las elecciones generales. En la etapa poseleccionaria los opositores magnifican el tema del fraude electoral. Basados en esta consigna. Aplican una estratagema política con el fin de “clavar” la desconfianza en la ciudadanía. Esgrimen reflexiones oblicuas para impedir avances gubernativos. Causando daños políticos colaterales a la administración gubernamental porque la incredulidad y la sospecha ciudadana desestiman los logros y las acciones que se emprenden. Situación favorable a los intereses de los verdaderos enemigos de Honduras. Los capitanes del narcotráfico.

Son los carteles del narcotráfico que trafican en el nivel mundial los verdaderos ganadores. A Honduras la tienen como coto de caza. Se trata de un ecosistema criminal gigantesco integrado por lores mundiales de la droga. Quienes alimentan el maldito odio político. Y quienes alientan subrepticiamente la conflictividad social. Buscan que la desigualdad social se mantenga. Que el entorno capitalista centrado en la concentración de capitales les favorezca. Al gobierno le ha tocado enfrentar la venganza sutil de los capitanes del narcotráfico. Estos son los que utilizan el vaivén político para lograr sus objetivos vengativos. Hoy por hoy, la ciudadanía desconoce que el gobierno ha bajado en más del 80% el flujo del narcotráfico por Honduras.

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