Feliz reencuentro de 1,906 reclusos con sus parientes
Feliz reencuentro de 1,906 reclusos con sus parientes. Felicidad y muchas lágrimas de emoción por volverlos a ver fue lo que ayer se vivió en el segundo día de visita que recibieron 1,906 privados de libertad recluidos por diferentes delitos en la Penitenciaría Nacional, ubicada en la aldea de Támara, en el Distrito Central.
Tenían más de nueve meses de no ser visitados a causa de la pandemia COVID -19 que azota en el país, sin embargo, las ganas de sentir el amor sincero de sus familiares, a quienes esperaban con ansias, se les cumplió nuevamente.
Las autoridades se encargaron de mantener el orden dentro del centro penal y esta vez el turno de poder compartir con sus familiares les tocó a quienes permanecen en el Módulo de Recinto General, que conforma los Módulos de Procesados I y II, más Sentenciados I.
Una hora de visita, para los internos, fue el momento más feliz en medio de la crisis de la pandemia, de la que buscan sobrevivir, ya que han visto cómo sus compañeros han muerto a causa del virus.
Del total de visitantes, 1,853 fueron mujeres, entre madres, hermanas y esposas; y unos 53 fueron hombres, entre hermanos y padres de los internos.
Los reclusos que habitan en el recinto general tuvieron la dicha de recibir cariño en ese lapso de tiempo, contrario a los que no pudieron tener la oportunidad de volver a tener un abrazo y un beso de sus esposas, madres e hijos, mucho menos ser llorados por sus familiares, porque fallecieron por COVID-19 y fueron sepultados sin tener un velorio, por lo contagioso del virus.
Debido a la pandemia, las máximas autoridades de los centros carcelarios tomaron la determinación de impedir la visita, con el fin de que no murieran más internos, tras estar en contacto con personas externas. (XM)
ESPOSA
“Lloramos de la emoción”
La esposa de un interno que fue condenado a 30 años de prisión recordó que ya lleva 21 navidades sin él, por el delito que cometió.
“Ambos lloramos de emoción tras volvernos a ver, no es lo mismo hablar por teléfono, cuando se les permite hacerlo, que estar frente a él… ¡Lo extraño mucho!, le digo que busque el camino de Dios, yo estaré esperándolo afuera”, comentó.
Agregó que “no lo puedo dejar solo, desde ayer (sábado) estoy aquí, para ser una de las primeras en entrar a la cárcel, espero que nos permitan pronto la visita conyugal”.
MADRE
“Uno se siente alegre al verlos”
Otra de las madres que fue a visitar a su hijo de 19 años de edad, fue doña Rosario Sánchez, quien comentó que lo condenaron a tres años con seis meses de cárcel, por el delito de extorsión.
“Mi hijo lleva más de un año recluido, son más de nueve meses que no lo veo; una, como madre, a pesar de sus errores, se siente alegre con solo verlos, aunque sea un rato”, expresó.
SEGÚN SUBDIRECTOR DE LA PN
Trabajo conjunto hizo posible retomar visitas
El subdirector de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), teniente coronel de infantería Ewart Arnaldo Padilla Oliva, expresó que “los privados de libertad son seres humanos con deberes y derechos, la justicia y Dios los juzgará, a mí me toca dirigirlos y apoyarles de manera transparente y en lo legal”.
Asimismo, precisó que hasta el momento no ha habido incidencias que impidan que los familiares no puedan ingresar a ver a su pariente.
Resaltó que el poder permitir la visita, pese a la pandemia, se logró gracias a una planificación, coordinación y ejecución por parte de las autoridades del Centro Penitenciario de Támara, apoyados por la parte médica, policías penitenciarios, militares, navales y aéreos.
Destacó que todo este personal tiene un alto grado de compromiso, carácter y honradez, lo que fue fundamental para “así desarrollar todas las actividades de estos tres días de visita”.
El teniente coronel agradeció a los familiares de los reos por el comportamiento antes, durante y después de la visita, esperando mejorar ciertos detalles para ser cada día mejores; hoy se espera que unos 600 internos más puedan volver a ver a uno de sus parientes. (XM)
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