Educación, salud, seguridad y defensa: cuatro funciones esenciales del Estado

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24 de diciembre de 2020
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12:01 am
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Educación, salud, seguridad y defensa: cuatro funciones esenciales del Estado

Por: Adán Hilario Suazo Molina
Coronel de Aviación ®

Educación, salud, seguridad y defensa: cuatro funciones esenciales del Estado. Como seres humanos aspiramos a vivir en estándares de vida superiores, para lo cual debemos esforzarnos individualmente y como sociedad, afrontando retos y aprovechando las oportunidades que se nos presentan en el devenir de la vida. Tomando como ejemplo, el tradicional y clásico triángulo de Maslow, en donde se explica gráficamente el camino que idealmente deberíamos transitar en nuestra existencia, yendo desde una básica supervivencia, hasta la autorrealización, podríamos inferir, que las cuatro actividades enunciadas, se entrelazan e interactúan, generando una relación que querámoslo o no es real; a pesar que algunos peleen con el tema, todos requerimos de la seguridad y de un grado individual de defensa, reconociendo a la educación como el alma de los pueblos y que un pueblo sin salud no produce lo necesario.

Si usted transita por cualquiera de nuestros pueblos, se dará cuenta de los sistemas de autoprotección y defensa que establecemos individualmente, sean estos de carácter pasivo u activo (carros blindados, guardias, alarmas, etc.), así mismo buscamos los mejores niveles educativos de estándares adecuados y el acceso a mejores sistemas de salud.

Igual sucede con los estados, procurando implementar las actividades referidas, en los niveles que corresponden. Al final se trata de acoplar todo el engranaje para que trabaje y produzca, en un ideal de máximo esfuerzo, para mayores logros.

Desprendiéndose de lo anterior, observamos con mucha atención, un juego desinformativo mediático tendencioso, que se viene dando año con año, por los días en que se debe aprobar el presupuesto nacional en el Congreso de la República, tratando de crear una pugna, sugiriendo subliminalmente, una escala de importancia, entre las asignaciones de cada dependencia, en este caso se cita Educación/Salud vs. Defensa/Seguridad. Demos un ejemplo: si alguien pregunta al pueblo, en una encuesta equis: ¿Usted prefiere medicinas y libros, antes que balas y tanques? La respuesta cruda ya la sabemos. Lo que tratamos de explicar es el peligro de jugar con la opinión pública ¿para qué?; muchos comprendemos la importancia y necesidad de cada actividad y su particular especialidad.

Para ilustrar un poco más el tema, recordemos que el servicio militar actual, maneja para conscriptos, el esquema “Voluntario Educativo”, las academias militares, someten a rigurosos exámenes de admisión el acceso de los aspirantes a sus academias (Facultades: terrestre, naval, aérea), el sistema es regulado y dirigido por la Universidad de Defensa Nacional; igual caso sucede con el sistema de educación policial en todos los niveles, cuyos miembros cada día se profesionalizan más. Ambas instituciones, manejan el nivel de suboficial, que permite a esta categoría de profesionales desenvolverse y proyectarse en los quehaceres técnicos y administrativos; preguntémonos: ¿cuánto hondureño ha llegado a nuestras instituciones sin saber leer o escribir y han logrado títulos profesionales superiores; asimismo, opera en las FFAA una unidad de formación de técnicos agrícolas, que son un efecto multiplicador en el campo, una vez que cumplen su servicio… pregúntese: ¿acaso esto no es una contribución con la educación ciudadana?

En el área de salud, por lo consiguiente, nuestras instituciones son generadoras de oportunidades de formación de talento, en el área médica, enfermería, técnicos en salud, un sistema hospitalario para el Régimen de Riesgos Especiales, cuya cobertura alcanza más de medio centenar de hondureños, entre afiliados y derechohabientes; preguntémonos: ¿cuánto hondureño ha salvado su vida por una evacuación aeromédica de la FAH?; son miles los compatriotas beneficiados con las campañas de brigadas médicas, que llegan a los más recónditos lugares de la patria, cada unidad militar posee su dispensario médico, que atiende, además de nuestro personal, también a sus vecinos próximos; la Escuela Técnica del Ejército, es formadora de enfermeros y técnicos que sirven destacadamente en el sistema de salud nacional… ¿Serán estas acciones una contribución directa a la salud del pueblo?

He citado algunas tareas accesorias que se cumplen, las cuales están plasmadas en nuestra Carta Magna, sin embargo lo primordial, es el cumplimiento de nuestra misión constitucional, cual es, ineludible e indelegable en la Defensa y Seguridad para con el pueblo y la patria.

Por lo tanto, no se trata de armar una contienda o provocar fricciones inútiles buscando el desprestigio entre unos y otros. Reconocemos la importancia de la educación para los pueblos, al igual que la salud, son la piedra angular en donde se cimenta el desarrollo… ¡indiscutiblemente!; pero esto no debe ser excusa para pugnar por la posibilidad de quitarle a uno para darle a otro, eso no es crecimiento, pero sí retroceso. Tampoco es excusa acudir a la vieja canción rayada de sugerir, el ejemplo de algunas repúblicas cercanas, que desactivaron sus FFAA o les cambiaron nombre, maquillaron sus leyes, total cumplen iguales tareas y con mayor inversión. Ares y Atenea son buenas citas mitológicas, pero el asunto actual, es show y nada más.

Quizá la clave del asunto, depende más de la gestión, dirección y seguimiento de resultados, un empleo descuidado de los recursos del pueblo, asignados para cualquier actividad, siempre serán insuficientes, de no ejecutarse correctamente, sea por acción, omisión u otros elementos conocidos.

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