República bananera 1/2

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14 de enero de 2021
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12:05 am
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República bananera 1/2

Por: Francisco Zepeda Andino
Cnel. (r) FAH

Derivado de las acciones vandálicas llevadas a cabo por varios miles de seguidores del presidente Trump en el Capitolio, sede del Poder Legislativo en la capital norteamericana, líderes mundiales expresaron su opinión lamentando lo ocurrido por ser un ataque directo a principios democráticos que la nación del norte dice practicar.

El expresidente George W. Bush, utilizando un despectivo cliché conocido dijo: “Así es como resultados electorales se disputan en una república bananera no en nuestra democrática República”.

El prestigiado diario israelita “Jerusalem Post”, edición del 7 de enero, publica una nota periodística de Seth J. Frantzman, en la cual asegura: “Este escrito asevera que las escenas de caos y personas atacando oficinas de representantes electos que hacen ver a América como una “república bananera”, son parte de un amplio cliché americano y occidental que atenta pintar al sur global más propenso a golpes y caos que ostensiblemente países occidentales democráticos. Sin embargo, hace solo 100 años, la mayoría de países occidentales estaban llenos de la clase de caos y atentados de golpes que muchos aseguran miraron en Washington… La acusación hoy que el caos de esta semana hace ver a los EEUU como un “país de tercer mundo” o “república bananera” parece no estar de acuerdo a la historia. En primer lugar golpes, caos, guerra civil y violencia política son tradiciones occidentales”.

Menciona Frantzman datos interesantes como: Suiza, hasta 1971 otorgó el derecho al voto a la mujer, España solo retornó a la democracia en 1978, los coroneles griegos dirigieron el país hasta 1974, la violencia política en Irlanda del Norte cesó en los 1990, las naciones de Europa del Este transitaron a democracias en los 90 y en 1973 los Estados Unidos desplegaron vehículos militares armados contra los indígenas norteamericanos en Wounded Knee. ¿Son esas situaciones de una “república bananera”?

Agreguemos: La violenta toma del Palacio de Invierno en Petrogrado, hoy San Petersburgo, Rusia, 1917; el Putsch de Hitler en Munich, 1923; la sangrienta represión del pueblo húngaro en octubre-noviembre, 1956; el intento de golpe de Estado contra el presidente soviético Gorbachov del 19-21 agosto, 1991 y la figura del presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin subido sobre un tanque; así como el bombardeo con tanques rusos de la llamada Casa Blanca de Moscú del 4, octubre 1993, ordenada por Yeltsin, no ocurrieron de países “bananeros”.

La sangrienta desintegración de la República Yugoslava ocurrida en 1991 no tiene parangón en América Latina, e inclusive ha dado lugar para presentar acusaciones ante la Corte Penal Internacional por genocidios, limpieza étnica y otros actos deleznables.

El denigrante término “república bananera” se origina en el libro “Of Cabbages and Kings”, (De Repollos y Reyes), 1904, de William Sydney Porter, conocido como O´Henry, quien a comienzos del siglo XX residió varios meses en Trujillo, Colón, donde concibe una república ficticia llamada “Anchuria” y un pueblo “Coralillo”, con obvias implicaciones. En el capítulo VIII, “El Almirante”, aparece la frase ya mencionada. Vale la pena acotar que Porter había llegado a Honduras huyendo vía barco desde New Orleans antes de ser puesto en prisión por desfalco.

En su artículo, Frantzman asegura que muchos de los golpes en “repúblicas bananeras” fueron auspiciados por intervención extranjera y los Estados Unidos, varias democracias occidentales, como también la Unión Soviética, tuvieron un papel preponderante en su sobrevenir. Muy significativa es la pregunta planteada por el articulista: “¿Sin la Guerra Fría eclipsando tantos países de América Latina y muchos de los nuevos estados independientes en África y Asia en los 1960, podrían haber ocurrido tantos golpes?, pero también hace la salvedad que las naciones occidentales no han sido responsables por toda la violencia política y golpes antidemocráticos en América Latina y África. Dirigentes locales o “nativos”, como nos califican en forma despectiva los nacidos bajo el “imperial hubris”, también han tenido bastante responsabilidad.

Se debe informar al señor Bush que el banano dejó de ser desde hace años el primer rublo de captación de divisas o exportación en Honduras, Panamá o Costa Rica y además, recordarle que en relación a violencia política, en Honduras hemos asesinado a un presidente (José Santos Guardiola, 1862) mientras en su país han sido 4, (Lincoln 1865, Garfield 1881, McKinley 1901 y Kennedy 1963), más los atentados contra Truman 1950, Ford 1975 y Reagan 1981. Continuará.

Frank Zepeda
[email protected]

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