Tráfico de vacunas falsas en Latinoamérica

ZV
/
13 de febrero de 2021
/
12:02 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Tráfico de vacunas falsas en Latinoamérica

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

El tema de las vacunas que extraordinariamente se han elaborado en menos de un año, en importantes laboratorios del Reino Unido, Bélgica, Rusia, Estados Unidos y China, algunas de las cuales cuentan con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud, los CDC y FDA de Estados Unidos, y la rusa y la china de sus propios gobiernos, que ya se distribuyen principalmente en Europa, en la Unión Americana, Canadá, México, Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela y Costa Rica, y las que llegarán a Honduras gracias al convenio COVAX con la OMS y OPS.

Sin embargo surgen informaciones que confirman la existencia de un tráfico de supuestas vacunas y hasta medicamentos que se dice sirven para el coronavirus, por grupos criminales que aprovechan la oportunidad para agenciarse ganancias millonarias, a tal extremo que autoridades de México y de INTERPOL, toman cartas para controlar el escandaloso delito fraudulento. Tráfico de vacunas falsas, el flamante mercado criminal pandémico que toma fuerza en América Latina, desde México hasta Argentina.

Empezando el 2021 la INTERPOL emitió una alarma mundial por el aumento del tráfico de vacunas falsas, algo que en Latinoamérica representa un gran riesgo por la presencia de fuertes grupos del crimen organizado en toda la región. El 2021 será el año de la vacuna contra la COVID-19. Mientras los intentos de los gobiernos avanzan para tratar de hacerse con la mayor cantidad de dosis, los países más ricos acaparan la producción disponible, y la población mundial espera impaciente su turno para inmunizarse contra el mortal virus, un nuevo mercado negro surge en la sombra: el tráfico de vacunas.

Desde México hasta Argentina se han venido reportando incautaciones de cargamentos de vacunas falsas, operativos contra proveedores fraudulentos o contra inescrupulosos que venden supuestas curas contra la enfermedad que no son más que engaños. En parte, estos “nuevos productos” suponen una flamante fuente de ingresos para las organizaciones criminales, que así como las economías legales también se han visto afectadas por la pandemia. Así lo manifestó el experto en crimen organizado Frédéric Massé, para quien la reconfiguración de la economía criminal no supone cambios estructurales. “Si es más arriesgado traficar un producto, el negocio se mueve hacia otro producto”, dice el codirector de Red CORAL (Red de monitoreo del Crimen Organizado en América Latina), según publica la Agencia Sudamericana INFOBAE.

Esto supone una incursión decidida en el tráfico de productos legales medicinales que se han popularizado como remedios anticovid, como la Ivermectina, el Remdesivir, la hidroxicloroquina o la cloroquina; pero cuya efectividad no ha sido comprobada y en varios casos descartada de plano. Pero también algunas vacunas o supuestas vacunas, las cuales están apareciendo en los países latinoamericanos y del mundo, algo que ya ha encendido las alarmas de la INTERPOL que inició el 2021 emitiendo una alerta global de actividad criminal en torno a la falsificación, robo y publicidad ilegal sobre vacunas para la COVID-19 y otras enfermedades como la influenza. Así se abre una nueva oportunidad depredadora para que la criminalidad monetice en medio de la pandemia.

México fue el primer país de Latinoamérica en anunciar en diciembre pasado la llegada de la vacuna contra el coronavirus y en empezar su programa de vacunación. Al país llegaron las primeras dosis de la vacuna desarrollada por Pfizer y BionNTech que se adquirieron en la región. Fueron unas 3 mil, de las 1.4 millones compradas en primera medida. Pero con casi tres meses transcurridos han sido muchas las polémicas alrededor de la distribución de la vacuna en México. Una de las críticas más relevantes por el temor a las falsificaciones fue que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador permitió que los gobiernos federales pudieran suscribir contratos particulares para adquirir las vacunas y se encargarán de la distribución de las mismas en sus respectivos estados.

Esto descentralizó la cadena de distribución de la vacuna haciéndola vulnerable a la influencia de grupos criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la Familia Michoacana o el Cartel del Golfo, quienes han estado muy activos durante la pandemia prestando asistencia a las comunidades, repartiendo víveres y organizando jornadas de salud, buscando cultivar apoyo popular y consolidar su control territorial. De acuerdo con el portal InSight Crime, que se especializa en crimen organizado, esto representa un riesgo grande, pues de hacerse con los suministros de las vacunas, los carteles podrían venderlas a la población que ya confía en ellos con el pretexto de que son dosis robadas, abriendo una peligrosa puerta para la venta de vacunas falsificadas y el consecuente riesgo para la salud de las personas.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto