Por: Mario E. Fumero
Aunque parezca increíble, todo lo que está ocurriendo nos lleva a enfrentar una realidad que parecía absurda e imposible en tan corto tiempo, y es el hecho de que una pandemia, como es el coronavirus, nos obligue a entrar en un plan mundial de control absoluto de las personas, para poder movernos de un lado a otro, anulándose las libertades individuales e imponiendo medidas de vacunación por métodos impositivos.
En un artículo publicado en el Global Times de China, un periódico de propaganda estatal, se informa que se le propuso a la OMS de parte del Partido Comunista de China el construir un sistema de vigilancia internacional mediante un “pasaporte de vacunas”, usando para ello las grandes empresas de tecnologías, y creándose una base de datos mundial a través de este pasaporte de vacuna. Según dice la publicación: “Los expertos chinos señalaron que China puede ayudar compartiendo su experiencia y brindando apoyo técnico a la OMS para resolver el problema, ya que China es el país con más experiencia en el uso de un sistema de códigos de control en salud del mundo, mientras la OMS es el organizador más adecuado para garantizar la independencia, la equidad y la seguridad de los datos”, afirmó el diario chino en esta publicación. Quiere decir que todos los seres humanos estaremos siendo controlados en nuestras libertades, y China ejercería el control de esta supuesta base de datos.
Debemos reconocer que China ha aprobado dos vacunas contra el coronavirus. La primera fue elaborada por la firma Sinovac Biotech, con un 50.38% de efectividad para detener las infecciones. La segunda vacuna china fue elaborada por la empresa Sinopharm con una eficacia del 72.51%. Mientras en Estados Unidos se han aprobado tres vacunas, la primera fue la de Pfizer, un 95% de efectividad, y la segunda, de la compañía Moderna, con un 94% de efectividad. Se espera que la vacuna aprobada recientemente, y desarrollada por Johnson & Johnson, tenga una efectividad del 66 al 78% contra cualquier infección, incluidas las leves.
El plan de controlar a todos los vacunados para permitirles mayor movilidad, se discute en diversos niveles de las grandes potencias, mientras Beijing impulsa con sus aliados el programa de “pasaporte de vacunas”, pero actualmente se encontró con un severo rechazo por parte de la Organización Mundial de la Salud, pues se afirma que “El doctor Michael Ryan, director del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, advirtió que abundan consideraciones prácticas y éticas reales con respecto a los programas, e instó a los países a no considerarlos en este momento, afirmando que “la vacunación simplemente no está disponible en todo el mundo y ciertamente no está disponible sobre una base equitativa”, sostuvo Ryan, lo que conduciría a “la inequidad y la injusticia… más marcada en el sistema”, pero queda la puerta abierta para que se implante este pasaporte de vacuna para viajar si el problema se complica.
Yendo a las profecías bíblicas, encontramos algo que bien puede tener relación con este control sanatorio, y que podría ir más allá con el tiempo, es el pasaje de Apocalipsis 13:16-17 que dice: “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. ¿Será este el principio del control de la bestia? Por lo que veo, las condiciones del nuevo orden mundial “va a popa y roda vela”, así que estemos apercibidos de los tiempos que se avecinan.
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