Unidad política

ZV
/
22 de marzo de 2021
/
12:03 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Unidad política

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Ahora sí. La unidad política se convierte en una clara necesidad estratégica para que sea Honduras la que gane en las elecciones generales. Precisamente porque dan la oportunidad de proponer los puntos unitarios que implican una alianza. O sea. Superar los puntos que son contrarios. Y para lograrlo nada más hay que pactar. Lo que implica una alianza. Con un objetivo común.

¿Cuál es ese objetivo común?

En política hay un objetivo común cuando asumen que compiten contra un enemigo común. Esto refiriéndome a lo que viene. Las elecciones generales. Con la derrota del enemigo común concluye el pacto y surgen nuevas condiciones para crear nuevas alianzas renovadas.

En el caso hondureño. El enemigo común no es un candidato en particular. Por ejemplo. El candidato del Partido Nacional. O la candidata de Libre. O el candidato del Partido Liberal. El enemigo político común es invisible, opera “tras bambalinas”. Actúa a conveniencia en cada partido. Entonces. Puede ganar cualquiera de los candidatos elegidos en las primarias. Sin embargo. Todos tienen siempre un enemigo común que van a enfrentar.

La mejor alianza es la que plantee los puntos unitarios para pactar a su alrededor. Y estos puntos no tienen que ver con el candidato. Ni con el partido. Están más bien asociados con la alianza que mejor asegure y garantice una estrategia política para vencer el odio político. El narcotráfico. La corrupción pública. El combate a la pandemia. El mejoramiento de la bioseguridad. La transformación de la educación. La recuperación económica. El fortalecimiento de la democracia y los derechos humanos. Estos son algunos de los puntos unitarios claves para crear la mejor alianza. No es el candidato lo que importa. Tampoco el partido. Es el compromiso que adquieran en el pacto y la manera cómo lo van a lograr es lo que realmente importa.

Los políticos hondureños deberían pactar alrededor de puntos unitarios que beneficien el interés general y no el particular. Lo que le conviene a Honduras es una alianza unitaria ofensiva y defensiva a la vez. En términos electorales la alianza defensiva es cuando se trata de agrupar a fuerzas dispersas. Ofensiva es cuando se llega al momento de la batalla electoral.

El Partido Nacional debe buscar la unidad política alrededor de puntos unitarios y no de candidatos. Considerar una dirección colegiada a fin de actuar alrededor de puntos unitarios y acciones comunes. Las divergencias son necesarias. Unas serán las que no están contempladas en el pacto común y las otras las que tienen relación con el pacto. El liderazgo político nacionalista debe procurar el acatamiento que hace posible el cumplimiento de los puntos unitarios. De lo contrario, se pierde la unidad en conjunto. No se trata de luchar contra un enemigo personalizado en un candidato sino en contra de males que afectan la nación. Los nacionalistas deben aliarse alrededor de políticas o fuerzas políticas que asuman puntos unitarios comunes. Realizar una convocatoria extensiva a otras fuerzas que buscan una dirección política común hacia propósitos comunes.

Al Partido Nacional le conviene crear una alianza unitaria nacionalista abierta, asumida por los líderes. Es decir, personas a las que por su historial, prestigio o carisma les son concedidas atribuciones para convocar al conjunto unitario sin previa consulta ni deliberación. Pero hay, como es sabido. Dos tipos de líderes: los líderes generales y los líderes sectoriales. Los primeros son reconocidos por el conjunto de sectores que forman una alianza (por ejemplo, Nasry Asfura). Los segundos son solo líderes de un partido o de un movimiento. Por lo tanto, como ocurre en el caso de los partidos unilaterales, dichos líderes no tienen ningún derecho a imponer liderazgo sobre otros partidos o movimientos que no los reconocen como líderes. Los auténticos líderes nacionalistas deben ser líderes unitarios. Que sean capaces de aunar diversos desacuerdos en función de denominadores comunes. Sean programáticos o simplemente simbólicos. Es esto lo que va a producir el indiscutido liderazgo debido a la capacidad que se posee para producir acuerdos entre las diferentes discordias de sus respectivos movimientos. Nasry Asfura. Debe entender que hacer política significa dominar, antes que nada, el arte de sumar. Los que quieren ser líderes y solo conocen el arte de restar, nunca son líderes.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto