Con júbilo religioso cholutecas celebran inicio de semana mayor

CHOLUTECA. Abarrotada de feligreses estuvo la iglesia catedral “Inmaculada Concepción” de la ciudad de Cholutecam este Domingo de Ramos, inicio de la semana mayor, donde el obispo Guido Charbenauo bendijo las palmas de olivo.

Durante la eucaristía, atípica por la pandemia del COVID-19, el líder religioso dijo que “debemos recordar el gesto profético de Jesús que entró como rey pacífico a la ciudad santa. Aclamado primero y condenado después para cumplir las profecías del Antiguo Testamento”.

En la homilía, dijo, que para los pobres de Yahvé, la llegada del reino de Dios, significaba derribar a los potentados y sus tronos y, devolver la vida a los pobres, sanar a los enfermos, restaurar la vista a los ciegos, poner a todos a caminar en la construcción del reino de Dios.

“Debemos vivir en la fe devolviendo la esperanza a este pueblo, para que la justicia resplandezca en nuestro país y para que las situaciones de hambre, pobreza, corrupción, impunidad, delincuencia, violencia y otras, no nos hagan perder la esperanza para trabajar juntos en la edificación de un mundo mejor en la justicia para nuestro pueblo”.

El obispo manifestó que la celebración anual del misterio pascual, es la pasión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y, que son misterios que comenzaron con su entrada en Jerusalén, su ciudad.

“Dios todopoderoso y eterno santifica con tus bendiciones estos ramos de olivo para quienes acompañamos jubilosos a Cristo Rey, podamos llegar por él a la Jerusalén del cielo, el que vive y reina por los siglos de los siglos”, afirmó jubiloso el obispo.

Asimismo, dio a conocer que “la ruta del Domingo de Ramos al Domingo de Pascua, nos deja una clara lección, que cuando las cosas cambian de bien a mal y cuando todo parece perdido, Dios viene siempre a nuestro auxilio, Él escucha nuestro clamor y nos saca de la fosa, si en Él ponemos nuestra esperanza”.

Este año durante las celebraciones de Semana Santa, no habrá procesiones religiosas, incluyendo el Santo Entierro, por lo que las autoridades católicas celebrarán con misas la solemnidad pascual hasta el Domingo de Resurrección.