Los hospitales móviles que atiendan otras patologías
Carlos Medrano
Definitivamente la adquisición de los 7 hospitales móviles modulares en el marco de la pandemia covid-19, ha sido una gran estafa, una mala inversión, un acto de corrupción (como lo señalan organismos de la sociedad civil) y uno de los episodios más infames ocurridos en contra del pueblo hondureño.Todavía nos parece inverosímil, que un funcionario como Marco Bográn, exdirector de Invest-H, tenía tanta discrecionalidad, tanta libertad para decidir una compra que llegó a los 48 millones de dólares, sin el visto bueno de su junta directiva, auditores y veedores en esta organización.
La administración pública y algunas de sus instituciones y dependencias se construyeron para realizar hechos tan vulgares y deleznables como estos, en el marco de una pandemia que está matando a miles de hondureños que no encuentran auxilio una vez han salido contagiados. Es urgente que se deduzcan las responsabilidades del caso, de manera contundente y ejemplificante, ya que esta mala compra fue un crimen de lesa humanidad. Mantener una impunidad en esta operación de los hospitales móviles, hiere, derrama sangre e indignación de todo hondureño bien nacido.Pero no quiero llorar sobre la leche derramada, los hospitales móviles (que ya está comprobado no servirán para la covid-19) deben de ser utilizados pronto para otras patologías que no tienen tantas implicaciones de contagio, como ginecología, ortopedia, oncología, enfermedades hepáticas, diabetes, enfermedades cardiovasculares y pulmonares, entre otras.Que rápidamente desalojen el equipo y enfermos de estas patologías en los principales hospitales públicos y que sean llevados a los hospitales móviles de San
Pedro Sula y Tegucigalpa, para que esta infraestructura hospitalaria sirva para algo.
Los hospitales son modernos, tienen una importante capacidad para alojar a muchos enfermos y sino se pueden utilizar para el objetivo por el que fueron adquiridos que era el de atender la emergencia de la covid-19, deberían ser ocupados para otros fines.El pueblo hondureño está enfermo, los hospitales del Estado además de estar vetustos, están obsoletos, sucios e inadecuados para las exigencias sanitarias que tiene el país, por lo tanto deberían descongestionarse.Pero este movimiento estratégico debe de hacer ¡ya!, sin dilación, sin demora, para que tengamos una mayor capacidad de respuesta ante la covid-19, que arrecia con toda su fuerza en estos momentos en todo el territorio nacional.Desalojen algunas salas o un piso completo del Hospital Escuela y Mario Catarino Rivas, y así llevar a todos los enfermos por la covid-19, evitando más muertes en el país.Este tipo de decisiones, aunque nos duela, deben de hacerlas de manera inmediata, porque Honduras no puede darse el lujo de no usar estos hospitales móviles, que si bien es cierto no sirven para combatir este virus, pero pueden servir para otras enfermedades.Es indignante, por ejemplo, ver cómo los enfermos renales hacen largas filas en la calle implorado salud, no digamos quienes portan el cáncer, de modo que estos módulos pueden recibir a estos hondureños que lastimosamente se nos enfermaron.Ocupamos que se tomen decisiones de manera inteligente y diligente, ya que el virus ataca despiadadamente. Necesitamos urgentemente utilizar esos hospitales móviles pues la enfermedad no espera.
