Tocotín

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18 de abril de 2021
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12:01 am
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Tocotín

Por: José M. Betancourt
Expresidente CCIT

Mientras la mayoría de los países del mundo emiten leyes para proteger el patrimonio nacional, nosotros en Honduras queremos destruir nuestro Aeropuerto Internacional de Toncontín con 100 años de vida útil.

Para conocimiento de los hondureños, quiero hacer una reseña histórica de los Llanos de Toncontín o Llanos del Potrero. Mencionando el origen del vocablo azteca “Tocotín” que corresponde a una danza sagrada y ritual de los aborígenes yucatecos y que es el nombre con que nuestros antepasados indígenas identificaban el sitio como “Tocotín”. Con el tiempo, se le agregaron dos enes, transformándose en Toncontín.

Toncontín cumple 100 años de existencia el 18 de abril del 2021, al recordar sin pena ni gloria el primer aterrizaje que se dio en 1921, cuando el avión monomotor Bristol, color verde obscuro aterriza bajo el mando del capitán Dean Ivan Lamb, siendo recibido por una multitud encabezada por el presidente de la República, Rafael López Gutiérrez. Al capitán Lamb le siguieron pilotos extranjeros como Luigi Verditti, José Villa, Enrique Massi y Clarence H. Brown, que es quien transportaba el correo aéreo en aviones como el “Coudron”.

Toncontín entra en la era de aviación comercial, cuando el Dr. Thomas C. Pounds, pone a operar un avión “Swallow” y un “Aeromarine”, encargados del transporte del correo aéreo y de pasajeros a costa norte. Así sucesivamente, el campo es utilizado para otra tarea, como puerto de reabastecimiento de los aviones de Estados Unidos, cuando en noviembre de 1927 pasa por Toncontín, un avión “trimotor”, de la armada Norteamericana, antepasada de la hoy poderosa Fuerza Aérea USA.

El más famoso aviador del mundo pionero del primer vuelo Trans Atlántico, Charles Lindbergh a bordo del avión el Espíritu de San Luis, aterrizo en Toncontín en enero de 1928, siendo recibido con orgullo por el presidente de Honduras, Miguel Paz Barahona y su comitiva.

El General Tiburcio Carías, presidente de la República, con mucha visión futurista, compra inicialmente 18 manzanas de tierra, a los herederos de doña María Godoy de Bustillo y permuta dos hectáreas de tierra con don Concepción Godoy.

Se construye la primera terminal aérea, la que fue inaugurada el 5 de enero de 1934 con el primer vuelo del avión más moderno de la época, un DC-3 de Pan American Airways.

Es oportuno recordar al capitán Lowel Yerex, neozelandés que fundó Transportes Aéreos Centroamericanos, con su mentalidad de empresario futurista, desarrollo la naciente aerolínea TACA. Construyó hangares y las oficinas aeroportuarias, incorporando después al australiano Harry Mark D’Arcy a su equipo de trabajo de la aerolínea, la que nació en Toncontín y ahora se convirtió en la mundial Avianca.

Los pilotos Edward Brice y el capitán Hilario Fiallos, completaron la plantilla de TACA. La visión de los fundadores de Taca fue más allá, al construir el Hotel Toncontín, para alojar a los pasajeros de Pan American que pernoctaban en Tegucigalpa.

Surgiendo la necesidad de construir una moderna terminal aérea para la capital de la República, el presidente Tiburcio Carías, ordena su construcción en 1945, indemnizando a los propietarios de las tierras adyacentes.

La dirección de la obra se encargó a los ingenieros Francisco J. Mejía, Francisco J. Prats, Guillermo Inestroza, y Raúl Lardizábal. Misma que fue terminada en marzo de 1948 con una amplia pista y una moderna terminal de tres plantas, torre de control, sala de espera, aduana, cafetería, alojando las oficinas de la naciente Dirección de Aeronáutica Civil y colocando un busto del precursor de la aviación mundial, el brasileño Santos Dumont. En servicio desde 1948, año en que fue inaugurada. Esta terminal sigue en servicio después de numerosas modificaciones.

Después de TACA, le suceden otras compañías hondureñas llamadas TAN, SAHSA, ANHSA, Aeroservicios, etc. Oportuno es mencionar al capitán Jorge Alberto Torres Ordoñez, decano de la aviación, que hasta su muerte, defendió a Toncontín, desmintiendo que el benemérito aeropuerto sea el segundo más peligroso del mundo y basó su afirmación en 43 años de volar en Toncontin en el No. 8 y no en el No. 2, como se ha venido repitiendo, por la desinformación de Discovery Channel.

Corría el año 1962, cuando surgió la idea de iluminar la pista para vuelos nocturnos y modernizarlo para la era del Jet, creando el comité que presidió don Jesús Ricardo Flefil y directores de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa.

En 1965 aterriza el primer avión Jet en Toncontín, el bimotor BAC-One-Eleven, de la compañía TACA y posteriormente los de SAHSA, TAN, Air Florida, Eastern Airline y más.

Es oportuno recordar que la FAH también tiene pilotos militares célebres por sus hazañas, entre ellos Hernán Acosta Mejía, Fernando Soto, Enrique Soto Cano, Walter López, Armando Escalón y muchos más.

En 1974, se recibe una gran cantidad de aviones de carga provenientes de todo el mundo con ayuda para los damnificados por el huracán “Fifí”, ya que los aeropuertos de “La Mesa” y

“Goloson”, estaban anegados.

En el mes de noviembre de 1998, como consecuencia del huracán “Mitch” y por estar cerrados los demás aeropuertos del país, incluyendo Palmerola, el viejo aeropuerto de Toncontín registra 4,537 operaciones de despegue y aterrizaje en ese mes. Lo que equivale al tráfico aéreo de más de tres años de operaciones normales.

Testigo de esto, por ser jefe de operaciones y de logística está el coronel de aviación (R.) José Alfredo San Martín, quien da fe de la monumental tarea aérea que junto a otros oficiales y tropas de FAH, lograron coordinar y agilizar aterrizaje y despegue de 152 aviones cargueros diarios, haciendo maravillas para colocarlos en las rampas de pasajeros, de la FAH y los hangares, sin que el enorme volumen de aviones sufriera el menor percance. Es parte de la historia de Toncontín que no se borra de un plumazo. También tiene méritos el coronel (R.) Adán Hilario Suazo Molina.

El pasado mes de noviembre 2020, dos enormes huracanes nos azotaron nuevamente. Eta e Iota, dejando enormes daños materiales y pérdidas humanas que no se pueden cuantificar, y nuevamente el satanizado aeropuerto Toncontín, se convierte en la tabla de salvación al ser el único aeropuerto operable en el país, que recibe aviones con ayudas del exterior y personas expertos en diferentes campos que vienen a cooperar con los damnificados. Por primera vez, una alta funcionaria del gobierno actual, la secretaria de salud Alba Consuelo Flores se manifiesta públicamente a favor que Toncontín continúe operando vuelos internacionales para que la capital no se quede sin aeropuerto.

Otro capítulo de la historia de Toncontín, fue el aterrizaje del avión de la Fuerza Aérea estadounidense que en el año de 1955, siendo presidente Julio Lozano Díaz, tuvimos la visita del excelentísimo señor vicepresidente de USA Richard Nixon, viaje histórico para Honduras, por tratarse del segundo hombre más influyente del país más poderoso. Presidentes de México, centro y sur de América, el rey de España y decenas más de dignatarios de todo el mundo han llegado al país sin ningún incidente.

El antañón aeropuerto Toncontín de la ciudad capital, es hoy un aeropuerto con categoría internacional dada la importante afluencia turística y comercial, proveniente de todos los países del mundo. Hoy es víctima de la mala propaganda nacional e internacional y de las intrigas políticas. Pese a que está certificado por la OACI y la FAA, accidentes por mal uso de procedimiento, han provocado la resistencia de muchos hacia uso como aeropuerto internacional, inclusive un documental lo marcó como el segundo más peligroso del mundo, aunque en realidad es el No. 8 en limitaciones de aeronavegabilidad. Toncontín será siempre parte de la historia de Honduras. Aprender de la historia esa es la lección: Solo así Honduras avanza.

En consultas que hice con algunos pilotos retirados de la Fuerza Aérea Hondureña y de aerolíneas comerciales como SAHSA, TAN y TACA, que algunos volaron por 35 o más años en Toncontín, coinciden que el aeropuerto capitalino, en más de 100 años de operar, no han muerto más de 47 personas ocurridos en la pista y que el más grande de la historia, sucedió en octubre de 1989 en el lugar llamado Las Mesitas, cerca de Ojojona y que fue error humano y no en la pista. Es oportuno mencionar que la Fuerza Aérea de Honduras, cumplió el 14 de abril del 2021, los 90 años de operar en el mismo.

Se han preguntado los críticos de Toncontín, cuántas personas mueren cada año en el trayecto Comayagua-Tegucigalpa y viceversa, sin que esté operando el aeropuerto de Palmerola. Qué suerte correrán los viajeros de San Marcos de Colon, Choluteca, Valle, El Paraíso y Olancho? Más peligro porque el viaje será más largo. Y de los asaltantes de carretera no se dice nada, ni de los derrumbes e inundaciones que obstruyen el paso por la carretera CA-5.

Quiero reconocer el mérito de otros defensores de Toncontín que dieron la cara para defender al aeropuerto capitalino con valentía y conocimiento. Los que recuerdo, capitán Jorge Torres (Q.E.P.D.), capitán Martín Quan, coronel de aviación (R.) José A. San Martín F., Adán Hilario Suazo Molina, coronel (R.) José Martínez Sánchez, Óscar Orlando Bonilla Blanco, Darwin Ponce, Olban Valladares, Doris Gutiérrez, Dr. Gaspar Vallecillo (Q.E.P.D.), Patricia D Arcy Lardizábal, Rolando Zelaya F., Esther A. Garwer, otros nombres que escapan a mi memoria y de quienes utilicé parte de su escrito.

Todavía no entiendo que habiendo sido el presidente Carías del Partido Nacional, que mirando al futuro del desarrollo de la capital, compró los terrenos de los Llanos del Potrero o Llanos de Toncontín a varios terratenientes de la época, para que el aeropuerto tuviese suficiente espacio para crecer en la aviación civil y no descuidó la aviación militar, al destinar un considerable espacio para la Fuerza Aérea Hondureña, y ahora a los 100 años del primer aterrizaje en Toncontín, el Presidente de la República por el Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, pretende bajarlo de categoría, con el riesgo que eventualmente cierre totalmente sus operaciones aéreas al no ser rentables los pocos vuelos locales.

Como expresidente de la CCIT, respetuosamente le pido al señor Presidente Juan Orlando Hernández, que no degrade Toncontín, que continúe operando como está. Que hagan mejoras y lo declare como “patrimonio de la aviación hondureña”. El Presidente repite constantemente que “nadie está por encima de la ley”, por ello le pedimos que respete la voluntad de la mayoría de los capitalinos, que Toncontín permanezca operable como hasta ahora, con categoría de internacional.

Finalmente agradezco a Diario LA TRIBUNA, por ser el único medio escrito que ha estado apoyando a los que deseamos que la capital no quede aislada de viajeros internacionales.

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