“Rasgarse las vestiduras”

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25 de junio de 2021
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12:01 am
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“Rasgarse las vestiduras”

Por: Rodolfo Guillermo Pagán Rodezno*
Abogado y Notario
Máster en Derecho Empresarial

Transcurría el año 2013 cuando el Congreso Nacional de ese entonces, presidido por el hoy Presidente de la República, en el transcurso de una semana reformó la Constitución de la República y ratificó la misma, con el objeto de aprobar la creación de las denominadas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), con el supuesto propósito de generar fuentes de empleo y mejorar las condiciones de vida de la población hondureña.

En su momento, dicha reforma fue señalada como inconstitucional, por diversas razones, incluyendo el hecho de atentar contra la soberanía y la integridad territorial, o la creación de clases privilegiadas, contrariando el principio de igualdad ante la ley, o la existencia de tribunales autónomos que podrían adoptar sistemas jurídicos de otras partes del mundo, obviando así la jurisdicción del Poder Judicial de Honduras.

Sin embargo, al momento de la aprobación de la reforma constitucional para la incorporación de las ZEDE, las reacciones a la misma fueron bastante timoratas, por lo que todo se consumó sin mayor oposición, (y pensar que en otros países el aumento a la tarifa del transporte público o meras reformas fiscales han dado lugar a multidunarias marchas y violentas protestas cuidadanas). Ahora, más de 8 años después que el “engendro empieza a ver la luz” en la realidad, con múltiples sectores “ponen el grito en el cielo” y anuncian diversas medidas contra las ZEDE, sin embargo, muy difícilmente se reviertan las mismas, al menos desde el punto de vista jurídico, considerando que recientemete la Corte Suprema de Justicia, máximo tribunal del país, aprobó la creación de la jurisdicción especial que regirá en las mismas, por lo que será necesario buscar otras alternativas.

A pesar de lo anterior, se mire por donde se mire, la pretendida implementación de las ZEDE, además de inconstitucionales, viene a confirmar el evidente fracaso del Estado en atender las necesidades más elementales de la población en general y mejorar sus condiciones de vida, además de dejar en evidencia una preocupante debilidad institucional, lo que redunda en la falta de seguridad jurídica que aleja cada vez más la inversión extranjera y la consiguiente generación de empleos dignos.

Igualmente, es necesario tener muy presente la peligrosa posibilidad de que las ZEDE se conviertan en refugio de personas señaladas por la comisión de delitos, incluyendo a varios funcionarios y exfuncionarios públicos, vinculados con el crimen organizado y a casos de corrupción, aumentando los ya elevados niveles de impunidad imperante en Honduras, sin dejar de mencionar el tema de los paraísos fiscales.

Sin duda que la pandemia del COVID-19 y el paso de los huracanes Eta e Iota, sumado a su desastroso manejo gubernamental y los múltiples casos de corrupción, han generado una crisis económica, sanitaria y social bastante grave, lo que implica adoptar medidas urgentes para reactivar la economía, atraer inversión y generar empleo; pero no a costas de violentar nuevamente la Constitución de la República como con el tema de la reelección y muchos más, obviando la importancia del imperio de la Constitución y las leyes, por lo que será necesario buscar otras opciones, como la objetiva revisión de los resultados logrados con las numerosas exoneraciones fiscales otorgadas, así como el combate frontal a la corrupción y la impunidad, el fortalecimiento y depuración de las instituciones, incluyendo las encargadas de garantizar la seguridad jurídica y las obligadas a defender la integridad territorial y la soberanía de la República, como las Fuerzas Armadas y la revisión de las medidas macroeconómicas implementadas.

Irónicamente, los mismos que hoy pretenden “rasgarse las vestiduras” por la supuesta injerencia del presidente de El Salvador con el tema de las vacunas, como una forma de justificar su incapacidad, son los mismos que vehementemente están a favor de implementar las ZEDE, sacrificando la soberanía y la integridad del territorio nacional, todo por defender los intereses de unos pocos.

Que Dios se apiade de Honduras.

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Twitter: @rpaganr

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