Por: Carlos Medrano
Periodista
Cual si fuese una vaca lechera de la raza Holstein, importada de las mismas pampas holandesas, para alimentar a cientos de familias en Honduras, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), también logró engordar desproporcionadamente a unos cuantos ciudadanos, sin que nadie, después de varias décadas, pueda poner orden en una dependencia estatal en permanente crisis.
Hoy la vaca ya está famélica, está decrepita, desnutrida y hambrienta, pero la alimentan y alimentan, endeudando al país con muchos millones, para seguir ordeñándola inmisericordemente, en un sistema de energía que ya fracasó en un país de los más desiguales del mundo.
Hay un completo desorden en la empresa estatal, que paradójicamente tiene un monopolio entre manos, ese mismo desorden es aprovechado para seguir sacándole “leche” a la pobre vaquita, que tiene en peligro al mismo Estado, pues se pierden y se derrochan cantidades monstruosas de dinero, como si fuésemos un país árabe.
Las pérdidas por distribución de la ENEE, han ido aumentando, no hay control de toda la energía que se compra con sangre, sudor y lágrimas, por millones de familias empobrecidas por este sistema oprobioso y corrupto que ha llevado a la miseria al pueblo hondureño.
Hasta abril de 2021, las pérdidas registradas en un informe de Manitoba Hydro International (MHI), suman 34.58%, superior que la meta base de 31.95% de noviembre de 2016.
Se contrató a la controversial y polémica Empresa Energía Honduras (EEH), con una de las metas de reducir las pérdidas de energía eléctrica, pero la empresa no cumplió el contrato y ahora están en un enredo de acusaciones y contraacusaciones, sin ninguna solución a la crisis.
Los informes del supervisor del contrato de EEH, o sea Manitoba Hydro, señalan que el operador del sistema de distribución solo cumplió el primer año del contrato al reducir las pérdidas a 4.06%, superior que la meta de 4%.
La ENEE deja de recaudar entre 25 y 30 millones de lempiras diarios por pérdidas técnicas y no técnicas en el sistema de distribución, principal problema de la crisis financiera de la estatal eléctrica.
El compromiso contractual de EEH era bajar en 17% las pérdidas de distribución, sin embargo, las pérdidas solo en el presente año, de enero a marzo de 2021, son de 2,623.1 millones de lempiras y 660 gigavatios, con un precio promedio por kilovatio hora de 3,974.3 lempiras.
Se había nombrado al embajador Tábora, para buscarle una salida a la crisis de la ENEE y abandonó el proyecto, y desde hace algunos meses se nombró una comisión interventora para solucionar esta crisis que está poniendo en peligro la estabilidad financiera de una nación, pero no sabemos qué están haciendo para evitar más pérdidas, qué harán con el concesionario colombiano que ya amenazó con demandar al Estado de Honduras con 500 millones de dólares.
Y mientras una CREE ya amenazó con aumentar el precio de la energía eléctrica en los próximos días, como usualmente lo hacen cuando les toca revisar las tarifas, los hondureños seguimos sufriendo de apagones, subidas y bajadas de voltaje y precios injustos de la energía eléctrica, tan vital para vivir de manera decorosa y decente.
Hagan algo urgente para solucionar esta crisis financiera de la ENEE, tomen decisiones rápidas y justas, ya que los hondureños no aguantamos más cargas económicas, que nos están empobreciendo salvajemente.
